Una semana después…Estoy desesperada, no quiero regresar a Inglaterra. Cómo me gustaría que nada de esto fuera realidad.—¡Maldición! Sin tan solo ese maldito arrogante, entendiera el peligro que corre su hijo—, camino de un lado a otro en mi recámara, creo que le voy a hacer un hoyo al piso. Nunca pensé decir esto: —¡Cómo te odio Harry!Tocan a mi puerta.—Adelante—digo, supongo que en mi voz refleja mi desesperación.—¡Hija!, ¿Cómo estás?—Mal señora Clarise, no quiero irme, eso va a ser un caos.—Lo sé, pero quizás cuando estés allá, puedas cerrar, esta etapa de tu vida. Y volver a empezar, sin mentiras.—No lo sé, temo por el bienestar de mi hijo, y de mi familia. Estoy como al principio, no supongo que peor. Ese Malnacido me hará la vida difícil.—Considero que solo es un hombre dolido. Eso no justifica como te ha tratado, pero dale tiempo verás, que cuando todo ese enojo se le baje, verá por qué hiciste todo esto—¡Tiempo! Con ese hombre, siempre he tenido que esperar, y si nun
Subimos al navío, y puedo ver a lo lejos a una mujer, cargando a un bebé, en seguida sé, que trata de un hijo o hija de Harry, quisiera que no me doliera, pero duele, y mucho. Giro mi cara hacia otro lado.—¡¿Su esposa vendrá en este navío?! Espero que no sea tan maldito para ser eso. Pero si el bebé está aquí, posiblemente es así. ¡Eres un ser despreciable Harry!—pienso.Lo miro con odio, y me voy con mi pequeño, y un sirviente que nos guía a nuestro camarote, es muy bonito, y grande, para nada es como el que viaje cuando me vine a América.Acuesto a mi pequeño Thomas, y puedo ver qué hay una canasta de fruta, y una charola, llena de comida, me acerco, y es un mi comida favorita.Se abre la puerta de mi camarote, y es él: Harry—¿Qué hace aquí su Majestad? No debería estar aquí, podrían creer otra cosa.—De cuando acá te importa eso, recuerdo que pocas veces te importaba lo que la gente opinará de ti.—Las personas cambian su Majestad, algunas para bien, ¡Y OTRAS PARA MAL!—, hago énf
Dos semanas después…El rey Harry está tan fuera de sí, cómo quisiera que todo esto fuera más fácil, sabe que Lady Kate, tiene un poco de razón, pero no puede perdonar, el engaño. La ama y la odia.Está sentado en una silla observando a la reina Francesca, hoy hablo con ella sobre la existencia de su primogénito, y se puso muy mal, la tuvieron que tranquilizar, con hierbas para dormir.—No sé que voy a hacer. Dejar ir a Kate, no sé si pueda, o no quiero, tenerla tan cerca sentir su piel, su olor, y sigue siendo tan hermosa, creo que hasta más qué antes. No sé cómo podre aguantar tenerla tan cerca. Y Francesca que se puso tan mal con la noticia, sé que debo respetarla porque es mi esposa la madre de mi hija. ¡¿Por qué todo es tan difícil?! No sé que carajos voy a hacer. Solo sé que sigo amándola, pero también la odio y la deseo tanto, ¡Ay Kate! Si solamente no me hubieras engañado, todo esto hubiera sido más sencillo, y mi pequeño hubiera crecido junto a mí, y quizás estaríamos juntos.
La recámara en dónde estoy es tan pequeña, no tengo ni una ventana, el tiempo aquí, es tan lento, y angustiante. No sé si es de noche o de día, solo sé que si permanezco aquí, más tiempo me voy a morir de la desesperación.—¡Ese malnacido Harry! No me va a dejar salir de aquí nunca. Él sabe mis puntos débiles y los está usando, para torturarme.Estoy tan angustiada, no sé nada de mi hijo, creo que llevo 3 días, en esta maldita cárcel, no puedo dormir, ni comer la maldita Incertidumbre me está matando, y si le pasa algo a mi hijo, ¿Por qué Harry tuvo que volver a mi vida? No sé que voy a hacer, necesito salir de aquí cuánto antes, estoy dando vueltas y vueltas.Veo que se abre la puerta, y es él, «mi verdugo». Lo miro con un odio, porque en estos momentos es lo único que siento por él. El muy infeliz me mira triunfante, espero que lo que me está haciendo la vida se lo cobré, se acerca y me dice con un tono arrogante:—Me han dicho que apenas y has probado bocado, no es que me importe.
Me estoy empezando a despertarme, y si no me sacan de aquí, y su solo una mentira de Harry, para hacerme sufrir más, no puedo permanecer aquí más tiempo; siento que me ahogo, esto es cómo estar en el inferno. Por fin se abre la puerta de mi cárcel, y veo que es Sr. Vincent, se acerca y me dice:—¡Buen día, Señorita! El rey, me envío por usted.—¡Buen día, Sr. Vincent!—Yo seré el que estaré a cargo de su vigilancia, de cuidarla, no se preocupe mientras esté a su lado nada malo le pasará.—Gracias Sr. Vincent ¿Sabes algo de mi pequeño?—Él está bien, Lady Kate. No debe preocuparse por eso, el rey personalmente está al cuidado de su pequeño. Cuidar y proteger al pequeño príncipe es la prioridad del rey.—Sr. Vincent por favor convenza, a ese hombre para que me deje ver a mi hijo, y para que me lo lleve conmigo.—Usted lo conoce, no va a acceder tan fácilmente, está muy dolido y enojado con usted, pero la sigue amando, y tarde o temprano va a recapacitar.—¡Amarme! No lo creo.—Eso se lo
Me levanto sin ánimos de nada… Todo me pesa, la tristeza de no tener a mi hijo me está consumiendo, y no puedo asomar ni la nariz, porque tengo un ejército vigilando la casa. Apenas han pasado dos días de que estoy en mi casa… Al menos tengo a mi padre, y hermano cerca, y gracias al señor no he visto a mi tía, porque lo que menos quiero escuchar son sus juicios morales, sobre mí.Me arreglo, y trato de estar lo mejor posible, bajo y ahí está mi tía, que enseguida escupe su veneno:—Ya estarás feliz, todo esto es tu culpa, por tus indecencias, nuestra familia cayó en desgracia, ya toda Inglaterra a de saber que estás viva, que tuviste al bastardo del rey, ¡Eres una sinvergüenza!—Veo que no has cambiado nada. Sigues siendo la misma persona solo preocupándose del que dirán. A mi hijo lo respetas, y a mí, y si no te gusta esta situación, te puedes ir a tu casa.—¡¿Me estás corriendo?!—Sí. Suficiente tengo con mis problemas para escuchar todas tus humillaciones.—Eres de lo peor, maldigo
Una mujer sale toda cubierta del palacio, son alrededor de la 4 a.m. Sale sigilosamente, no quiere ser descubierta, se sube a un carruaje, que rento un día antes. El carruaje se aleja da la ciudadela, llegan hasta una mazmorra, es un paraje de lo más desagradable, la mujer se baja y entra, ya la está esperando un asesino a sueldo.—Quiero que hoy mismo, el bastardo este muerto.—Si, mi Lady—. Le entrega una bolsa con dinero.La dama sale, del horrendo lugar. Y regresa al palacio sin ser descubierta.❤️Un día antes…No he podido tranquilizarme, desde que la reina se fue, mi pobre niño está metido en la boca del lobo, mi padre está tratándome de tranquilizarme, pero no puedo, siento que algo me oprime el pecho. Mi hermano entra despavorido.—¡Kate! Tengo malas noticias. Thomas sufrió un accidente y al parecer está muy mal.En ese instante siento que me muero, no puedo creer lo que está diciendo mi hermano, algo me decía que algo iba a pasar. Mis lágrimas caen sin control.—Yo sabía, qu
Harry me sigue abrazando, me abraza tan fuerte con sus enormes brazos, es cómo si no quiera que me escapase, puedo escuchar sus latidos, e Inhalo su exquisito aroma, quizás nunca vuelva a estar entre sus brazos.—No sabes cómo te he extrañado ¡Mi Kate!—me dice dulcemente.Me gustaría decir algo, pero no quiero rompe la magia de este hermoso momento. Ahora sé que hay amor entre nosotros, pero también odio, y mucho resentimiento.Escuchamos la voz de Sr. Vincent, y nos separamos al instante.—Perdón, su Majestad, no quería interrumpirlos, pero solo quería informarles que todo el palacio ya está completamente resguardado, solo con hombres de mi entera confianza.—Perfecto, si alguien se acerca este cuarto, sea quien sea lo metes bajo resguardo, únicamente podemos ver a mi hijo: Su madre, el doctor Christopher, y yo, estamos.—Si, su Majestad.Ven debemos curarte Kate—dice Harry.—No, quiero dejar a mi hijo.—Tranquila, te juro que está vez nada le pasará. Anda tus heridas son importantes