La recámara en dónde estoy es tan pequeña, no tengo ni una ventana, el tiempo aquí, es tan lento, y angustiante. No sé si es de noche o de día, solo sé que si permanezco aquí, más tiempo me voy a morir de la desesperación.—¡Ese malnacido Harry! No me va a dejar salir de aquí nunca. Él sabe mis puntos débiles y los está usando, para torturarme.Estoy tan angustiada, no sé nada de mi hijo, creo que llevo 3 días, en esta maldita cárcel, no puedo dormir, ni comer la maldita Incertidumbre me está matando, y si le pasa algo a mi hijo, ¿Por qué Harry tuvo que volver a mi vida? No sé que voy a hacer, necesito salir de aquí cuánto antes, estoy dando vueltas y vueltas.Veo que se abre la puerta, y es él, «mi verdugo». Lo miro con un odio, porque en estos momentos es lo único que siento por él. El muy infeliz me mira triunfante, espero que lo que me está haciendo la vida se lo cobré, se acerca y me dice con un tono arrogante:—Me han dicho que apenas y has probado bocado, no es que me importe.
Me estoy empezando a despertarme, y si no me sacan de aquí, y su solo una mentira de Harry, para hacerme sufrir más, no puedo permanecer aquí más tiempo; siento que me ahogo, esto es cómo estar en el inferno. Por fin se abre la puerta de mi cárcel, y veo que es Sr. Vincent, se acerca y me dice:—¡Buen día, Señorita! El rey, me envío por usted.—¡Buen día, Sr. Vincent!—Yo seré el que estaré a cargo de su vigilancia, de cuidarla, no se preocupe mientras esté a su lado nada malo le pasará.—Gracias Sr. Vincent ¿Sabes algo de mi pequeño?—Él está bien, Lady Kate. No debe preocuparse por eso, el rey personalmente está al cuidado de su pequeño. Cuidar y proteger al pequeño príncipe es la prioridad del rey.—Sr. Vincent por favor convenza, a ese hombre para que me deje ver a mi hijo, y para que me lo lleve conmigo.—Usted lo conoce, no va a acceder tan fácilmente, está muy dolido y enojado con usted, pero la sigue amando, y tarde o temprano va a recapacitar.—¡Amarme! No lo creo.—Eso se lo
Me levanto sin ánimos de nada… Todo me pesa, la tristeza de no tener a mi hijo me está consumiendo, y no puedo asomar ni la nariz, porque tengo un ejército vigilando la casa. Apenas han pasado dos días de que estoy en mi casa… Al menos tengo a mi padre, y hermano cerca, y gracias al señor no he visto a mi tía, porque lo que menos quiero escuchar son sus juicios morales, sobre mí.Me arreglo, y trato de estar lo mejor posible, bajo y ahí está mi tía, que enseguida escupe su veneno:—Ya estarás feliz, todo esto es tu culpa, por tus indecencias, nuestra familia cayó en desgracia, ya toda Inglaterra a de saber que estás viva, que tuviste al bastardo del rey, ¡Eres una sinvergüenza!—Veo que no has cambiado nada. Sigues siendo la misma persona solo preocupándose del que dirán. A mi hijo lo respetas, y a mí, y si no te gusta esta situación, te puedes ir a tu casa.—¡¿Me estás corriendo?!—Sí. Suficiente tengo con mis problemas para escuchar todas tus humillaciones.—Eres de lo peor, maldigo
Una mujer sale toda cubierta del palacio, son alrededor de la 4 a.m. Sale sigilosamente, no quiere ser descubierta, se sube a un carruaje, que rento un día antes. El carruaje se aleja da la ciudadela, llegan hasta una mazmorra, es un paraje de lo más desagradable, la mujer se baja y entra, ya la está esperando un asesino a sueldo.—Quiero que hoy mismo, el bastardo este muerto.—Si, mi Lady—. Le entrega una bolsa con dinero.La dama sale, del horrendo lugar. Y regresa al palacio sin ser descubierta.❤️Un día antes…No he podido tranquilizarme, desde que la reina se fue, mi pobre niño está metido en la boca del lobo, mi padre está tratándome de tranquilizarme, pero no puedo, siento que algo me oprime el pecho. Mi hermano entra despavorido.—¡Kate! Tengo malas noticias. Thomas sufrió un accidente y al parecer está muy mal.En ese instante siento que me muero, no puedo creer lo que está diciendo mi hermano, algo me decía que algo iba a pasar. Mis lágrimas caen sin control.—Yo sabía, qu
Harry me sigue abrazando, me abraza tan fuerte con sus enormes brazos, es cómo si no quiera que me escapase, puedo escuchar sus latidos, e Inhalo su exquisito aroma, quizás nunca vuelva a estar entre sus brazos.—No sabes cómo te he extrañado ¡Mi Kate!—me dice dulcemente.Me gustaría decir algo, pero no quiero rompe la magia de este hermoso momento. Ahora sé que hay amor entre nosotros, pero también odio, y mucho resentimiento.Escuchamos la voz de Sr. Vincent, y nos separamos al instante.—Perdón, su Majestad, no quería interrumpirlos, pero solo quería informarles que todo el palacio ya está completamente resguardado, solo con hombres de mi entera confianza.—Perfecto, si alguien se acerca este cuarto, sea quien sea lo metes bajo resguardo, únicamente podemos ver a mi hijo: Su madre, el doctor Christopher, y yo, estamos.—Si, su Majestad.Ven debemos curarte Kate—dice Harry.—No, quiero dejar a mi hijo.—Tranquila, te juro que está vez nada le pasará. Anda tus heridas son importantes
Mientras camino hacia la recámara, no puede sacarme de la mente: El beso de Harry, sentir nuevamente sus labios sobre los míos, es algo tan mágico, lo amo y lo deseo tanto, pero es un hombre prohibido, me ha hecho sufrir demasiado, y tengo miedo de que sea un engaño para hacerme sufrir más. Debo mantener la mente fría, necesito salir de este lugar. Llego a la recámara donde está mi pequeño, sigo con el corazón tan acelerado, me meto al baño, y me lavo la cara.—¡Cálmate Kate! Ya no eres esa joven, que se dejaba llevar por sus pasiones, o sí. No puede ser, estoy peor que al principio, porque sé que es estar entre sus brazos. ¡Ay Kate!Escucho que se abre la puerta, y escucho la voz de Christopher:—¡Kate, Kate!—, salgo, puedo ver su cara de susto.—¿Estás bien? Me acabo de enterar de lo que pasó.—Sí, estoy bien. Harry curo mis heridas.—¡¿El rey?! Te dije que te sigue amando.—No, lo sé, y aunque así fuera, él es un hombre casado. ¡No quiero más problemas! Y no quiero hablar más del t
Estoy abrazando a Harry, seguimos desnudos, nunca me imaginé que esto volvería a pasar, a pensar que el cielo se está cayendo, no tengo frío, el cuerpo de mi amado me calienta, puedo escuchar los latidos de su corazón. Me gustaría quedarme de esta manera el resto de mi vida.—¡Te amo Kate! Eres la mujer de mi vida.—¡Yo también, te amo! Pero tengo miedo.Me levanta mi rostro con tanta gentileza, cómo si fuera de porcelana.—No debes de tenerlo. Esta vez no habrá nada ni nadie, que me separé de ti, y de mi hijo.Suspiro, Quiero creer en sus palabras. —¿Cómo tomo la reina la noticia?—Muy mal, para ser sincero, pero no puedo seguir mi vida con ella amando a otra, no es justo para ella ni para mí.—Eso es lo que más miedo me da, que haga algo, y también esa mujer Annie.—Francesca no puede hacer nada, tengo a toda la corte de mi lado, y por Annie no debes preocuparte, esa mujer está bajo custodia.—¿Los franceses están de acuerdo con tu divorcio?—No, les queda de otra, ahora Inglaterra
El carruaje dónde va desmayada Lady Kate, espera que los demás carruajes se alejen para poder avanzar, a nadie se le hace raro, pues es bien sabido que es costumbre que la novia llegue al final.—Avanza—dice Lady Annie, sale del parte trasera del carruaje. Toma la cara de Lady Kate, y le aprieta las mejillas.—Te haré sufrir tanto, por haberme arrebatado el amor de Harry, ¡Maldita zorra! Quién iba a pensar que la inservible de Francesca, me ayudaría a terminar contigo—La suelta y Lady Kate sigue inerte.Los carruajes de la familia Hamilton llega a la iglesia, todos bajan, todos lucen realmente guapos, la iglesia está decorada con hermosos tulipanes, las flores favoritas de Lady Kate, todo luce tan bello, toda la sociedad Londinense está presente, hasta el final está Harry esperando a su amada, su corazón late con gran fuerza, ha esperado tanto este momento.Ve que todos van entrando, menos Lady Kate en ese momento, piensa lo peor, corre hacia el Duque, este lo mira de manera rara, y t