Noah despertó esa tarde un poco agotado…lo poco que había podido dormir no le fue suficiente para recobrar las fuerzas. Aún así contra todo dolor y agotamiento se puso en pie. Algunas hojas cayeron al suelo lo cual no le dio importancia.
Mientras comía algo en la mesa algo le pareció muy extraño… Lía no estaba sentada a su ladol, o merodeando por allí como solía hacer a diario. Frunció el ceño, ese silencio no era habitual. Por lo general la chica era tan ruidosa que estar en silencio le perturbaba a esas alturas.
—¡Lia! La llamo. Pero no obtuvo respuesta.
Dejando su comida a un lado, se puso en pie pensando que no podía ser que esa cría aún siguiera durmiendo. No cuando le t
—Pensé que nunca saldrías de la habitación. Éste volteo a verla.Después de que Alessio salió del baño encontró a Lía dormida. Así que optó por bajar al gimnasio y luego terminó en el jardín revisando su ordenador.—La verdad es que me lo pensé mucho, ya que no tengo nada que ponerme. Señala su ropa. — ¿Dónde rayos está mi ropa?—La mandé a quemar. Se ríe a carcajadas mientras ciertos mechones se escapan de su coleta.—¡¿Qué hiciste que?! Vocifero enojada.—Tranquila, ya mandé a traer más ropa para ti. Ya deben de
Algo no andaba bien, Lía sentía nervios y algo empezaba arremolinarse en su interior. Daba vueltas en la habitación, llevándose una uña a la boca. Alessio le habia dicho que regresaría pronto, pero de eso hace mucho.Sabía que algo malo estaba por pasar, y presentía que tenía que ver con el italiano y Noah. La angustia estaba haciendo mella ella, ya no soportaba esa espera. Encaminó sus pasos hasta la puerta… lo buscaría, buscaría a Alessio.Noah se había detenido en una callejón sin salida donde una ráfaga de chupa sangre se encontraban devorando a un tío. La búsqueda de Lía había sido una perdida de tiempo y esfuerzo. Era como si se la hubiera tragado la tierra misma, definitivamente pensó que la luz del sol
La castaña no perdió el tiempo para encajar sus colmillos en el cuello de Alessio… su sangre siempre le iba a resultar exquisita, ninguna como la de él. Afortunadamente era una ventaja de alimentarse de vampiros, a ella le había tocado la mejor parte de ser un bicho raro.Al liberarlo de sus dientes furtivas gotas cayeron deliberadamente sobre sus senos. Ella suspira para luego sonreír.—¿Satisfecha? Pregunta él arqueando una ceja.—¡Mucho!Alessio se incorporó llevándola acostarse en la cama. Tomo las sábanas negras de seda y con ellas ato las manos de Lía del techo de la cama, dejandola de
—¡Nada! Responde mordiendo la carne interna de su labio.—No te preocupes, yo estaré bien. Le dice para tranquilizarla, parecía preocupadaSe acerca, planta un beso en la frente para encaminarse hasta la puerta. Ella lo ve partir y se muerde los labios.—¡Alessio! Lo llama y este voltea. —Yo… te amo. Éste sonríe dulcemente.—Yo también te amo amore mío. ¡Recuérdalo!Se marcha, dejando el corazón de Lía preocupado y acelerado. Esa noche tendría que volver a desobedecer a su amado. Lía retornaba a la mansión aún con el corazón en la boca. Ese atentado había estado muy cerca, estuvo a punto de morir por descuido. Por ser vulnerable y débil como le decía Noah.Noah…Pensó en él, no estando tranquila en casa desobedeció las órdenes de Alessio y salió en la búsqueda del cazador. Para cuando lo encontró estaba al filo de la muerte, por poco y esas ratas lo asesinaban. Algo dentro de ella la impulso a salvarlo, verlo morir de esa manera no era precisamente la manera en que ella deseaba dejar de verlo.Pero a pesar de haberlo rescatado, no confiaba en él… y hora menos, después de que el prácticamente le confirmara sus sospechas. La joven se tumbo en la cama, mCapitulo 28 Jacuzzi
—¡Alessio! Ella corre hacia él saltando sobre su cuerpo. Éste la carga mientras enrrolla las piernas en su cintura. —¡Haz regresado! Sonríe dandole un beso.—Me alegra que de te gustó de verme.—¿Cómo sabías que estaba aquí?—Tu aroma me trajo. Sonríe.—Este lugar es fabuloso.—Sabia que te gustaría.Ella sonríe abiertamente pero de la nada la sonrisa se le borra, volviendo su expresión en preocupación. —Pero no contaron con que la luz del día los mataría. Le dice Lía.—No. Algunos murieron. Mi padre los usaba como experimentos, quería saber hasta qué grado era peligroso la luz del sol.—¿Qué nos pasa?—Nuestro cuerpo es delicado, tan solo un rayo nos causaría gran daño.—¿Qué pasó con todos esos maestros?—Se volvieron en contra de mi padre, le repudiaron por haberlos engañado y condenado a la oscuridad. Muchos desaparecieron, estos empezaron a morder a más humanos creyendo que le pasarian el mismo poder que miCapitulo 30 Se desquitó el desplante
Con cada hora el bar se volvía más atestado de jóvenes. La música se hacía más ruidosa gracias al escándalo de la juventud. Todos ellos ajenos a lo que estaba pasando en un rincón de aquel concurrido lugar.—¿Qué es lo que quieres, Lucian?—¡Nada! Solo he venido a ver como iban las cosas por aquí, además, me he enterado que Matteo a desaparecido y por ello estoy aquí.—¿Qué insinuas?—Nada… simplemente he venido a velar por mis intereses. Soy socio, si Matteo no está eso me convierte en el dueño.—Pierdes el tiempo, te recom