De regreso a la mansión, Alessio entraba en la residencia. Al bajar del coche, detrás de él, el automóvil de Dante también aparcaba. Este joven decendia con dos rubias gemelas humanas muy sonrientes. Lo que llevo a pensar a Alessio (pobres chicas) desconocían su destino.
—¡Alessio! Le dice el joven libertino.
—¡Dante! Responde serio.
—¿Quieres una? Le ofrece a unas de las mujeres. Quienes esperaban recostadas del coche.
—¡No me interesa! Le responde caminando en dirección a la casa.
—Como gustes. Éste se encoge de hombros mientras las rubias se acercan a él.
Desde la barra de la planta de arriba del antro, Alessio observaba el bullicio de toda la gente que pasaba una buena noche. Llena de alcohol y sangre. Todas las noches era lo mismo, siempre estaba a reventar Biachi's. Lo cual era bastante productivo.De pronto unas manos delgadas con las uñas pintadas de negro se deslizaron por su traje zegna negro. Luego una cabellera negra se asoma por el borde de su hombro y con ella una sonrisa de una mujer.—¡Hola Alessio! ¿Porque tan solo?—¿Cómo subiste hasta acá? Le pregunta a la morena clara.—Tengo mis métodos. Sonríe pasando las uñas por su mejilla.
Noah llega al sitio donde se había desenvuelto una masacre, al parecer le habían evitado un trabajo ¿Pero quién? Aquello no lo había hecho un humano, era la clara firma de un vampiro. ¿ Acaso le estaba dejando pistas? ¿Quería que lo encontrará? Casa vez el viejo se sentía más cabreado por los absurdos juegos de ese demonio del infierno.Hecha un vistazo alrededor buscando otra pista, pero de lo único que se da cuenta es que había una chica temblando de miedo dentro de una casilla de teléfono. Se aproximó hasta ella, tocando el cristal a lo que la joven da un respingo.No era para menos, su ropa estaba machada en sangre y además llevaba dos katanas a cada lado de la cintura. Siempre pasaba, estaba acostumbrado a esa reacción.
La castaña solo podía jadear ante aquella invasion a su cuerpo… pero no se podía quejar, la sensación era demasiado buena para quejarse. Aferró las uñas en aquella sedosa sábana, esperando el momento para explotar por completo.Alessio chupaba la protuberancia de su amada, mientras se aferra a sus caderas. La escuchaba gemir y jadear casi fuera de control, pero aún así no se detuvo. Continúo chupando y metiendo la lengua por la estrecha cavidad de ésta.Luego utilizo uno de sus dedos para estimularla el doble de lo que ya estaba… mientras lamía su sexo, con el dedo la masturbaba poco a poco. Entrando y saliendo de ella lentamente, eso la estaba enloqueciendo.—¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! Jadeaba la casta&ntil
—¿Rey? Repite con expresión de confusión.—¿De qué hablas? ¿Acaso desconoces la historia Antigua de los vampiros? ¿Desconoces tus propias raíces, Lía?—La verdad es que no sé mucho del tema.Hizo amago de separarse de él, pero Alessio la sujeto con fuerza para que no se fuera a ningún lado. Ella lo entendió, quedándose donde estaba.—Existimos hace muchos siglos, somos los creadores.—¿Somos? ¿Pero cuántos más hay? Pregunto abriendo los ojos como platos. Alessio arranca el coche después de ver a Lía entrar en la residencia… sintio cierta anciedad luego de dejarla, lo que más quería era que se hubiera quedado en su casa. Pero tampoco quería presionarla mucho, todo lo que estaba pasando era nuevo para ella. Después de todo, ya no faltaba nada para tenerla solo para él.El italiano aún tenía muchas preguntas que hacerle a su nueva amante, pensó que ese día podría obtener las respuestas de todas pero se les había ido el tiempo follando. Sentía curiosidad por saber la historia de quien la trajo al mundo. Y él porque tenía tanto miedo por el simple hecho de no volver a su casa.Algo escondía, o a alguien… ya que le pareció muy sospechoso de que viviera en una zona llena de Capítulo 18 Vampiro Pervertido
Ese chupetón no era normal, abarcaba casi todo el muslo de su pierna. Miro la mordida que le hizo el italiano. Era profunda y parecía no sanar. Incluso en la sábana había ciertas gotas de sangre.—¡Puto! Exclama enojada.De pronto unos fuertes golpes en la puerta la sobresaltan.—Saca tu culo de ese cuarto, el sol ya se escondió. ¡A entrenar!La voz de Noah era autoritaria esa mañana, más de lo normal. Eso quería decir que estaba enojado, algo que era un tanto común en él. Suspirando se puso en pie, necesitaba buscar algo de ropa que cubriera su cuello. ¡Ya estaba harta de esa situación!Algunos minutos
Alessio frotaba su miembro de una forma sensual, tal cual como le hubiera gustado que Lía lo tocase. Mientras más pensaba ella y ese cuerpo aún inocente se masturbaba con más énfasis.No le hizo falta humedecerlo con saliva ya que solo en pensar en mansillar ese corazón puro lo ponía a mil. Subió y bajo un par de veces más cuando terminó por venirse encima.—¡Ooooh! Coño… jadeo.Limpio todo el semen que cayó en su mano, acomodo su traje Armani. Se recogió el cabello en una coleta alta, para disponerse a salir de la oficina. Ya iba siendo hora de alimentarse, a parte que ya deseaba verla.Para el italiano era nuevo sentirse de esa manera por alguien m&
Biachi aparco el coche frente al edificio de Lía, pero en aquel lugar no parecía haber movimiento alguno. Todas las luces de los pisos estaban apagadas, y la calle desolda. No estaba seguro si achacarselo a la lluvia o que en realidad en esa zona Lía era la única vampiro.Decidió esperar unos minutos más, quizás alguien encendiera la luz y pudiera llegar a ser ella… pero luego de unos agoniosos minutos nada pasó, ni entraba ni salía nadie. Todos parecían dormir. Harto de esperar arrancó el coche, recorrería las calles en su búsqueda.En el camino solo se preguntaba ¿porque se quedaría bajo la lluvia? ¿Porque no regresar a su casa?Estuvo conduciendo calle tras calle sin tener suerte. Estacion&