Capítulo 25

Esa noche no pude dormir, no fui capaz de conciliar el sueño, solo podía pensar en Noah y en lo que sería de nosotros a partir de entonces. Me levanté de la cama antes de que la alarma sonara y tomé una ducha corta, quería preparar algo especial para comer, pero Noah ya tenía servido el desayuno cuando bajé las escaleras. Llegó más temprano ese día. Mi estómago se llenó de cosquillas y mi corazón dio un saltito de emoción, pasaba cada vez que lo veía. Él sintió mis pasos y se giró hacia mí, sonriendo.

—Buenos días, chica traviesa. —Se acercó a mí y me dio un beso suave y rápido en los labios—. Ven siéntate aquí, preparé waffles y mermelada de mora para ti, también hay tostadas, huevos, tocino, bagels y croissant. ¿Qué te gust

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