Antes de abrir los ojos, lo primero que activa mis sentidos es el canto de unos pajaritos a la distancia. Su piar es melodioso y me hace sentir como en un sueño mágico.Meneo la cabeza con suavidad y entonces empiezo a sentir un dolor punzante en un costado. Llevo mi mano hasta allí y descubro que tengo una especie de vendaje.La luz que se filtra por la ventana me hace arrugar la vista antes de que finalmente mis ojos se adapten. En un principio veo todo borroso hasta que se me aclara la visión y soy consciente de dónde estoy.Me levanto de un brinco y el dolor en mi cabeza se acrecienta. Miro a mi alrededor; estoy sola, aparentemente.Los recuerdos de la noche anterior llegan a mi mente de golpe y entonces mi corazón se agita y el miedo vuelve a apoderarse de mí.Deseo con todas mis fuerzas que sea un sueño, una maldita pesadilla de la que me acabo de despertar, pero los raspones en mis brazos y piernas y la herida en mi cabeza me confirman lo contrario.De inmediato llevo una mano
Jenna me encierra en la cabaña cuando llegamos, esta vez, se asegura de ponerle seguro a la puerta.—¡Déjame salir! —suplico con lágrimas en los ojos.No sé qué es lo que quieren de mí, ¿por qué no solo me matan y ya? Después de todo, ya no tengo nada.Me acurruco en la pequeña cama en la que desperté, y dejo correr las lágrimas sin descanso hasta secarme.«Damon, ¿por qué no vienes a sacarme de esta pesadilla?» pregunto en mi mente.Si al menos supiera qué es lo que ocurrirá conmigo, podría sentirme más tranquila.Pasan varias horas hasta que escucho que la puerta se vuelve a abrir. Me levanto y me echo hasta la esquina de la cama; como si eso pudiese servir de algo.Jenna se aparece con una bandeja de comida y lo pone sobre el colchón.—Tienes que alimentarte, perdiste mucha sangre por ese golpe.—No tengo hambre, llévatelo.Como si mi estómago me traicionara, mi barriga gruñe al percibir el aroma del plato. Un delicioso bisteck con puré de papas, frutas a un lado y un enorme vaso d
DamonNo sé dónde me encuentro, todo a mi alrededor se siente frío y oscuro, como si un gran agujero negro me hubiese tragado a las profundidades de un abismo del cual no puedo escapar.Lucho con todas mis fuerzas para salir de esta especie de fango negro que me atrapa y me impide moverme, hablar o incluso pensar, pero no lo consigo.No sé cuánto tiempo llevo aquí metido, se siente como si fuese una eternidad.De pronto escucho voces a la distancia, pienso que quizá esas voces me ayudarán a salir de aquí. Espero pacientemente, hasta que me doy cuenta de que las voces se dispersan y se alejan, y la ayuda no viene. Entonces pierdo la calma y trato de gritar, o de liberar a mi lobo interior, sin embargo, dentro de este lugar, esta prisión… no puedo.No tengo fuerzas para hacerlo.Cierro los ojos y me quedo así un buen tiempo, ¿para qué luchar? Quizá sea mejor dejarme consumir por la oscuridad. Me pregunto qué pasaría si dejase que me absorbiera por completo…—Damon, por favor dime qué es
ZaraDolor.Eso es todo lo que puedo sentir.Un dolor intenso en mi corazón que me hace llorar hasta secarme, que me obliga a encogerme en un ovillo y perder el apetito. Esto tiene que ser una pesadilla, no puede ser la realidad. Porque no hay forma humana o sobrenatural de que comprenda que el Damon que me enamoró desde el principio siempre fue una mentira.¡Una jodida mentira!Me abrazo a mí misma y pongo una mano en mi vientre. El bebé que crece dentro de mí es un lobo, pero también debe ser humano, estoy segura de eso porque, aunque intento odiarlo, no puedo.Sé que hay una parte de Damon ahí, pero también hay otra parte que es mía, me pertenece.Tengo varios días aquí encerrada y él no ha vuelto a verme. En lugar de aparecerse a dar la cara, esa cara de idiota que tiene…«De idiota y de perfecto adonis» añade mi consciencia.—No, ya no puedo verlo así, como sea tengo que arrancarlo de mi corazón —digo en voz alta.La única que ha estado rondando por aquí es Jenna, y a veces, tamb
DamonEstar aquí atrapado se siente extraño, a veces pierdo la noción del tiempo y de las cosas, me vuelvo a sumergir en la oscuridad y soy incapaz de ver lo que sucede a mi alrededor, pero siempre que escucho su voz, ella me saca de mi letargo y me impulsa a querer liberarme.Ahora mismo estoy en la biblioteca y ni siquiera tengo idea de cómo llegué aquí. Me encuentro leyendo un libro, no le presto demasiada atención, hasta que la voz de Hunter me trae de vuelta a la realidad.—Alfa, dígame otra vez, ¿por qué cambió de opinión? Lo vi tan seguro de que esa humana era su mate y ahora…—Me di cuenta de que estaba cometiendo un error —respondo en contra de mi voluntad—, una humana jamás podría ser una compañera adecuada para un Alfa como yo.—Pero, se unió a ella, ¿o no?—Sí, pero nadie tiene por qué saberlo, además ya rechacé el vínculo, ahora estoy con Freya.Hunter me mira con duda, solo deseo que se dé cuenta de que ese que le responde no soy yo, mas, no lo hace.—Bueno, de todos mod
ZaraMe siento como un pobre e indefenso animal de zoológico. Jenna y Hunter me llevan cargada dentro de esta jaula mientras me trasladan a quién sabe dónde.Regresar a la casa de Damon, lejos de tranquilizarme, me hace sentir mucho más inquieta. En especial ahora que sé que está aquí ese tal Asher.De solo recordar lo que sucedió dentro de la cabaña, mi cuerpo se estremece y me siento otra vez presa del miedo…—Vaya, vaya, pero ¿qué tenemos aquí? Es la humana con olor a menta.Sus ojos eran de un amarillo intenso y ese porte amenazante y aterrador me dejaron paralizada. Asher se acercó a mí hasta inclinarse y quedar frente a frente. Me tocó la mejilla y la mandíbula y me examinó con meticulosidad.»¿Ahora no hablas?—Por favor, déjeme sola —le pedí en un hilo de voz.—¿Cuál es tu nombre? —preguntó. Yo aparté el rostro y quise llorar, pero me contuve.—Si no respondes, tendré que sacártelo por las malas —siseó.Cerré los ojos y terminé cediendo a su voluntad.—Soy Zara.—Dime Zara, ¿p
Damon¡Fui capaz de tomar el control!Por un momento pude recuperar el manejo de mi cuerpo, de mis acciones y mi voz. Se sintió tan bien volver a tenerla entre mis brazos y decirle que huyese, aunque eso implique alejarse de mí.Sin embargo, el control me duró poco, pues el Damon poseído y cruel volvió a tomar el mando y echó por tierra todos mis intentos de hacerle entender que ella no es la única atrapada aquí.De todos modos, haber vuelto a la normalidad, aunque sea por un momento, me dice que tengo esperanzas, que puedo recuperar el control de mí mismo y matar a Asher y a quien haga falta.Regreso de vuelta a la mansión y me encierro en mi habitación sin darme cuenta de que Freya ya está ahí.—Mi Alfa, te estaba esperando —dice con una sonrisa.—Dime una cosa, ¿siempre has sido el títere de tu padre? ¿O eres capaz de pensar por ti misma?Mi cuestionamiento la toma por sorpresa. Abre los ojos con asombro y retrocede, luego trata de disimular y me sonríe nuevamente.—¿Qué dices? No
ZaraPor mucho que trato de pretender que no le tengo miedo a este sujeto, es imposible no estremecerme ante su imponente presencia.Asher también es un hombre lobo, y algo me dice que es igual que Damon. Lo deduzco por el color de sus ojos.Nuestros últimos encuentros no han sido nada alentadores, así que esta repentina forma de hablarme tan cordial no me gusta en lo absoluto.—¿Qué se supone que tiene que hablar conmigo? —digo sin dejar de ser formal.Él se sienta sobre la cama buscando tener más familiaridad, pero yo me aparto.—No me tengas miedo, Zara, te juro que, si quisiera hacerte daño, no tendrías ni la más mínima oportunidad.Trago en seco y tiemblo ante esa amenaza implícita. La única razón por la que está siendo amable ahora es porque seguramente quiere algo de mí.—Eso ya lo sé —respondo, sacando una voluntad de mí que desconocía.—Me agradan las chicas como tú. Estás rodeada de bestias asesinas y solo eres una indefensa humana, no entiendes muy bien lo que pasa, pero es