En una habitación oscura bañada por una tenue luz rojiza de un reloj marcando la hora (5:30 A.M.), en la cama hay un bulto en el centro que se va arrastrando lentamente a la orilla cerca del reloj, la alarma comienza a escuchar con el típico sonido molesto y una mano sale de las profundidades de las cobijas callando el ruido instantáneamente, se hacen a un lado las cobijas y el chico queda expuesto en la oscuridad mirando el techo de la habitación, llevo sus manos al rostro para comenzar a tallar sus ojos lentamente y dando un profundo bostezo.
Dante - Vamos a empezar con esta m****a. Dijo de mala gana mientras se levantaba y colocaba sus pies descalzos en el suelo, levanto sus brazos hasta el máximo e inclino la espalda hacia atrás para hacer que sus huesos crujieran, cuando se puso de pie camino hacia su guarda ropa donde busco ropa interior, unos calcetines, una camisa negra y unos pantalones de mezclilla negros. Dante - Es mejor que empiece antes de que me arrepienta y me vuelva a acostar. Una madrugada típica para el, motivarse por las mañanas a despertar y arreglarse para ir a trabajar su jornada de 10 horas era ya la rutina. Cuando salió del baño camino al espejo de cuerpo completo donde se vio detenidamente, su cabello largo, alaciado y negro, sus ojos marrones y oscuros, una barba de tres días que comienza a salir, un cuerpo de complexión delgado y un poco alto, su mirada reflejaba cansancio y aburrimiento. Dante - Animate, solo reviste dos días más y el fin de semana es todo tuyo. Una vez con la ropa puesta se dispuso a salir de su casa y dirigirse a la parada del autobús que lo lleva hasta su trabajo, pero en el camino miro su teléfono (6:30 A.M.), bajo el teléfono y cerró los ojos, con un suspiro de alivio abrió los ojos para después dirigir su mirada hacia el cielo, miro las brillantes estrellas y entre ellas unas cuantas estrellas fugaces que pasaron en segundos. Dante - (No creo en eso, pero deseo con fuerza que cambie mi rutina.) Pensó con una sonrisa en el rostro recordando que solo era un simple deseo de niños, siguió su camino y en el piso un extraño brillo llamo su atención, se agachó para tomar ese pequeño artefacto y cuando lo levanto, una pequeña piedra negra brillante y llamativa, le gustó como se veía y la aguardo en su bolsillo sin darse cuenta de que una extraño humo negro salía de esta, el humo entro a través de la piel hasta su Interior. Una vez dentro de su trabajo paso todo con normalidad, platicaba con sus compañeros de trabajo sin sacar la piedra ya que tenía pensado hacer un pequeño collar con ella, cuando terminó su horario laboral salió y el sol con fuerza iluminó el cielo de un color naranja por el atardecer. Dante - Que triste que el día se esté acabando y yo no lo puedo disfrutar. Dijo con una pequeña mirada desilusionada viendo como el atardecer se iba para darle paso a la oscuridad de la noche. Esteban - Tu que quieres quedarte tiempo extra. La voz alegre de un joven detrás de Dante mientras sonríe, Dante responde solo levantando los hombros para después decir. Dante - Vivir solo tiene un precio y se llaman cuentas de servicios. Esteban - De verdad lamento lo de tu familia, pero debes tratar de salir adelante, debes salir con mujeres y divertirte. Dijo Esteban acercándose a el para abrazarlo y pegarle en el hombro como un buen amigo que aconseja, pero Dante se nota incómodo por las palabras de este se aparta un poco de el y dice. Dante - Ese tipo de diversión no es para mí y lo sabes perfectamente, soy alguien más. Esteban lo interrumpí golpeando el hombro de Dante con la palma de la mano y después respondió. Esteban - De estar en tu casa encerrado en tu casa perdiendo el tiempo de tu valiosa vida, pero bueno cada quien se acaba como quiere. Esteban metió su mano en el bolsillo como si estuviera buscando algo y lo puso frente a este, Dante colocó su mano abierta esperando recibir lo que Esteban le fuese a dar y cuando la sintió la tomo con la punta de los dedos, era un cuarzo blanco como los que venden en los puestos de novedades. Esteban - Toma, este es un regalo, hoy es mi último día de trabajo aquí y eres mi amigo. Este no sabía que decir ya que la piedra se parecía mucho a la piedra que acababa de encontrar en la madrugada, no tardó mucho para colocarse el collar. Dante - ¿Tu último día? ¿Ocurrió algo que no sepa? Pregunto curioso pero Esteban solo miró y no respondió, solo se fue dejando a Dante con la curiosidad, tomo la piedra la cual brillo un poco en azúl y salió la electricidad de esta para entrar en la mano de Dante y el no se daba cuenta de lo ocurrido. Dante - Y Después dice que yo soy raro. La piedra volvió a ser totalmente blanca y este comenzó a avanzar para regresar a su casa, las palabras de Esteban no las podía sacar de su cabeza, después de todo el lo llamaría su único amigo y miro hacia las estrellas para decir. Dante - Madre, padre, ahora estoy vivo por ustedes, quiero seguir así para recordarlos y que su memoria continúe. Una vez que regreso a su casa y se preparó para dormir solo miro el reloj (10:17 P.M.), cerró los ojos para tratar de conciliar el sueño y una vez que lo logro su día acababa de terminar de la manera muy rutinaria para el o por lo menos eso parecía. Dante abrió los ojos y estaba en medio de un bosque, árboles altos y gruesos, el cielo oscuro sin estrellas y el pasto verde, un pequeño río pasando por su costado derecho pero sin el sonido de la corriente fluyendo, al fondo un rugido potente que retumba la zona. Dante - M****a, debe ser solo una pesadilla. Dijo mientras dio la vuelta para comenzar a correr para el otro lado, pero el sonido de algo que se acercaba comenzó a escucharse cada vez más fuerte y más rápido, el solo miró hacia atrás y logro ver a un felino gigante de color blanca con rayas negras, era un tigre el que se acercaba y que de un salto bloqueo el camino de Dante. El gran felino solo mantuvo su mirada en el chico clavando sus ojos azules brillantes en el, una voz femenina, suave, tranquila y bastante madura. Kendra - Un gusto humano, te daría la bienvenida a mis dominios, pero este lugar es parte de tu mente. Dante se quedó paralizado ante las palabras de esa tigre que parecía no tener ninguna intención de atacar, el chico solo se mantenía inmóvil sin responder hasta que tomo valor de hablar al aire. Dante - S-solo es un sueño, nada más un simple sueño. Parecía querer convencerse a si mismo, pero la tigre parecía entender la negación del chico y pero ella estaba decidida a convencerlo. Kendra - Te equivocas, esto no es un simple sueño, tampoco es una visión, solo estás en trance por qué quiero que sea así, aún que no será por mucho tiempo, tienes una fuerza mental muy fuerte y siento como tratas de sacarme de aquí. El chico la miro fijamente y trato de acercarse a la tigre, trato de poner su mano en la cabeza del animal de manera lenta y cuando estaba a unos centímetros, el animal solo se terminó de acercar para que tuviera confianza. Dante - Esto debe ser un sueño, t-tiene que ser un sueño. Kendra - Se que debe ser muy extraño para ti, pero no lo es, solo quise verte frente a frente para que me contestarás una pregunta. ¿Que arias si tuvieras una fuerza sobre humana? Dante frunció el seño confundido por la pregunta y sin creer que respondería una cuestión hecha por un animal parlante, miro sus manos y después miro a la tigre. Dante - Nada, no tengo nada que ganar y nada que perder, el dinero no me ara feliz, el poder no lo es todo. A mí familia la perdí hace tiempo. Kendra - Pero se que arias lo más justo para las personas, siento un poco de resentimiento en tu interior, pero es opacado por los recuerdos de tus padres. ¿No tratarias de vengar a tu familia? Dante solo bajo la mirada y solo vería el suelo, nego con la cabeza y miro a los ojos de Kendra para responder. Dante - ¿Eso me los devolvería? No. ¿Verdad? Lo único que puedo hacer es seguir con mi vida sin estancarme en el pasado. Kendra - Eso quería escuchar, hace años no tengo un portador lo suficientemente digno como para llevar mi piedra con orgullo. Dante - No acepte lo que sea que me fueras a entregar, ni siquiera creo que seas real. Respondió el chico con firmesa mientras observaba a Kendra y está solo ignoro lo que dijo para advertirle. Kendra - Apartir de ahora ten mucho cuidado, existen algunas piedras las cuales sus espíritus son corruptos y quieren volver a ser seres físicos, planean hacerlo a la fuerza y robar cuerpos. Dante - Un momento. ¿No me escuchaste? No planeo ser parte de tu juego. La tigre escucho con atención pero respondió sin mostrar agitación alguna, miro hacia el cielo donde estaba apareciendo una luna por primera vez. Kendra - Aún así, no tires la piedra y siempre llévala contigo, a partir de estos días tu mundo comenzará a cambiar y la vas a necesitar, por lo menos para mantenerte a salvo. Dante no entendía esa advertencia, pero en cuanto pudo se le ocurrió preguntar. Dante - Pero. ¿Por qué yo?¿Por qué no Esteban? El te tenía primero en sus manos. ¿Por qué el poder no fue para el? La tigre bajo la cabeza como si se lamentara de algo, pero como si quisiera agarrarlo para si misma. Kendra - El está muerto, pero cuando me encontró no sentí ni una compatibilidad con el. La noticia fue como un golpe con el puño cerrado en la cara de Dante, el shock fue muy fuerte para el chico. Dante - ¡E-entonces! ¿Como carajo me llevo la piedra? El regalo. Kendra - Le di unos cuantos días más de vida, pero la herida que le causaron fue mortal y ni siquiera con la piedra se recuperaría. El chico solo cayó de rodillas colocando sus manos en el suelo, los ojos enrojecidos por el llanto que amenazaba por salir, el coraje que se estaba tragando no lo dejaba hablar y la tigre miró hacia arriba notando como la luna que había aparecido se miraba más oscura. Dante - ¿Cómo paso? ¿Estuviste ahí no? Kendra - Si, yo lo presencié, fue antes de que tomara del suelo, un extraño se acercó por detrás sin hacer ruido y solo encajo un artefacto como si fuera una daga, ni siquiera tomo algo que le perteneciera, solo acabo con su vida y se fue. Dante puso sus puños en el suelo, los músculos se volvieron tensos y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, solo comenzó a sollozar mientras pegaba la frente en el suelo con impotencia. Kendra - Después me tomo y pude entrar a su mente, pero no fui compatible con el, solo pude ver entre sus recuerdos y mire a una persona que valoraba mucho, lo valoraba mucho y apreciaba la manera de ver el mundo de esa persona, eras tú Dante, tu eras esa persona a la cual veía como un hermano. Dante - La vida es una m****a. ¿Que le hice a la vida para que me tratara así? La tigre no sabía que decir ante esa pregunta, solo se quedó callada y estaba dispuesta a vincularse con Dante fuera la que fuera su decisión, una persona corrompida por una vida muy mala. Dante - Por el momento, se que esto es un sueño, no pensaré nada, no diré nada hasta que se me confirme y aún que fuera verdad, así es la vida. Kendra sorprendida por las palabras del chico, a pesar del dolor que ella sentía en el. Dante abrió los ojos dándose cuenta de que estaba en su cama, llevo sus manos a las mejillas notando que estaban húmedas, miro el reloj y vio la hora (4:00 A.M.) después de ver la hora solo se volvió a acurrucarse sin poder dormir.El día después había pasado con normalidad y para la desgracia de Dante se había confirmado el deceso de Esteban, su misteriosa muerte no podía sacarla de su cabeza y sentía que había perdido a un familiar más, durante el día de trabajo su mente solo estaba pensando en lo ocurrido la noche anterior y seguía desconcertado, sabía que no era normal lo que había pasado pero como explicar que ya sabía con anticipación lo que le ocurrió a Esteban, lo único que tenía pensado es averiguar si podía contactar con ese dicho espiritu que está en la piedra, piedra que cuelga en su cuello junto a la piedra negra. Por lo tanto muy adentro de su mente algo estaba ocurriendo, Kendra solo estaba reposando mirando lo que Dante veía hasta que otro sonido llamo su atención, ella ni siquiera volteo a ver y dijo. Kendra - Te has tardado mucho en dar la cara. Dijo mientras una risa ronca y envejecida de un hombre comenzo a escuchar, Kendra solo volteo a verlo y pudo notar que era una clase de espectro esq
Por fin llegó el viernes y Dante salía del trabajo después de una extraña semana sufriendo dolores de cabeza repentinos, al intentar comunicarse con el espíritu de la tigresa fueron rotundos fracasos, pero está vez tendría el sábado y domingo para intentar algún contacto con ella. Dentro de la mente de Dante aún se estaba librando una batalla que se había alargado demasiado, el espectro Noir mostraba daños en su cuerpo y el orbe dentro de el estaba agrietado, La tigresa Kendra se podía ver que se encuentra con daños físicos, ambos se veían cansados por la pelea que parecía no tener fin. Noir. - Esto no nos llevará a ningún lado, es mejor terminar esto y hagamos un trato. La gran felina no parecía convencida pero si que era cierto que debían terminar ese conflicto, notaba que Noir no parecía convencido de la misma manera que ella y eso demostraba que estaba diciendo la verdad. Kendra. - ¿Que clase de trató? Pregunto la tigresa con interés de saber lo que propondría el espectro,
Karen, la maestra estaba en una caminata con otro chico el cual tenía un brazalete con un cuarzo marrón, iban tomados de la mano demostrando que ambos estaban en una relación, ella iba totalmente nerviosa mirando su mano con temor de romperle la mano a el chico así que tenía que ir con mucho cuidado, el chico pelirrojo ojos verdes y lleno de entusiasmo por la cita que estaba teniendo con Karen, su vestimenta era una playera con una chaqueta marrón, el calor parecía importarle poco ya que para el verse bien era prioridad ante todas las cosas.Criss - ¿Te Ocurre algo amor? Pregunto el tipo notando la preocupación de Karen, era como si ella no lo quisiera tocar lo más mínimo.Karen - N-no, no ocurre nada.Dijo con una voz temblorosa sin despegar la vista de sus manos, era como si supiera que Criss fuera de papel y lo rompería con cualquier descuido.Criss - Por favor, se te nota cuando tienes algo. ¿Por qué miras tanto nuestras manos? La pregunta del chico tomo desprevenida a Karen la
Entre la maleza del bosque, unas explosiones se comenzaban a escuchar, una nube de polvo comenzó a levantarse y de ella saldría Dante, era como si tratara de escapar de algo, su ropa estaba rasgada, le faltaban en partes pedazos de tela. Cuando tocó el suelo se mantuvo inmóvil, con sus ojos comenzó a observar a su alrededor como si estuviera buscando a alguien o a algo que lo estaba acechando, se mantuvo en silencio hasta que la nube de polvo se disipó, pudo ver con mas claridad pero eso que lo estaba siguiendo había desaparecido, busco en la cima de los árboles pero ya no había nada.Dante - ¿Como es posible que algo tan grande se pierda de vista? Entre el silencio del lugar solo se escuchó el aleteo rápido de un insecto, Dante reaccionó dándose media vuelta y miro a una mantis religiosa que en segundos creció al tamaño de un autobús.Dante - A-ah... Por eso te perdí de vista.Dijo observando como levantaba sus garras para golpearlo, logro bloquearlo pero la fuerza del insecto se ha