capitulo 4 - Motivación

Karen, la maestra estaba en una caminata con otro chico el cual tenía un brazalete con un cuarzo marrón, iban tomados de la mano demostrando que ambos estaban en una relación, ella iba totalmente nerviosa mirando su mano con temor de romperle la mano a el chico así que tenía que ir con mucho cuidado, el chico pelirrojo ojos verdes y lleno de entusiasmo por la cita que estaba teniendo con Karen, su vestimenta era una playera con una chaqueta marrón, el calor parecía importarle poco ya que para el verse bien era prioridad ante todas las cosas.

Criss - ¿Te Ocurre algo amor?

Pregunto el tipo notando la preocupación de Karen, era como si ella no lo quisiera tocar lo más mínimo.

Karen - N-no, no ocurre nada.

Dijo con una voz temblorosa sin despegar la vista de sus manos, era como si supiera que Criss fuera de papel y lo rompería con cualquier descuido.

Criss - Por favor, se te nota cuando tienes algo. ¿Por qué miras tanto nuestras manos?

La pregunta del chico tomo desprevenida a Karen la cual miro a los ojos de su novio, sonrió nerviosa y respondió.

Karen - Es que tienes unas manos muy bonitas.

Dijo viendo que Criss le soltó la mano para vérselas, frunció un poco el ceño y dirigió su vista a Karen.

Criss - Lo se, pero eso nunca lo tomas en cuenta, dime la verdad. ¿Que te ocurre?

Dijo cruzándose de brazos y volteando su cuerpo completo para estar frente a frente con su novia, el estaba esperando una respuesta y lo que dijo Karen lo tomo por sorpresa.

Karen - E-es que siento que en ocasiones eres tan frágil...

Dijo de manera tímida, sabía que tarde o temprano le tenía que contar sobre sus poderes obtenidos hace una semana, pero ahora se le hacía demasiado pronto para eso.

Criss - ¡Por favor! No es como si me fueras a estornudar y me fuera a desarmar, sabes muy bien que soy capaz de resistir muchas cosas.

Dijo bromeando y guiñando el ojo con lo que según el dice que es encanto, Karen desvío la mirada y murmuró en voz baja.

Karen - Para mí si~

Comenzó a disimular estornudos con lo dicho, aún que Criss se sintió ofendido ya que había alcanzado a escuchar lo que había dicho.

Criss - ¿Es en serio? ¿Crees poder hacerme daño? ¡Adelante! Te reto a que me golpees en el estómago.

Ella se alarmó ante tal reto de su novio y comenzó a negarlo con la cabeza, no sabía de lo que era capaz y últimamente andaba con mucho cuidado de no causar destrucción.

Karen - ¡No! ¿Cómo crees que te voy a golpear? Es solo que...

Dijo llevando su mano al oido donde tiene el arete de la piedra plateada, el chico se sorprendió al notarlo y comprendió al instante.

Criss - Entonces... ¿También tienes una?

Dijo paralizando a la chica la cual quedó confundida, Criss levantó la mano para mostrar su brazalete y mostrar la muñeca, dejo a la vista la piedra marrón mostrándole con una sonrisa a Karen.

Karen - N-no puede ser. ¿También tú?

Dijo sorprendida ante la confesión de su novio, ella fue hacia el para tomar sus manos con fuerza sin contenerse.

Karen - ¿Cómo lo haces? ¿Cómo controlas tu fuerza? Desde hace rato estoy tratando de hacerlo, pero no puedo, yo ni siquiera sabía que tenías una.

El chico miró a su alrededor y después la miro a ella, la tomo de las manos y dijo.

Criss - Relájate, tranquila, si estás todo el día alerta la fuerza es como un método de defensa que se activa cuando te sientes amenazado.

Dijo y ella se quedó pensando, todos los tías había ido con cuidado tensa, pensó y pensó todas las situaciones en las que estaba, en todas tenía los nervios de punta. Tomo aire para soltarlo, lo hizo varias veces tratando de relajarse y cuando lo logro abrió los ojos viendo a su novio.

Criss - Relájate ¿Ya?

Pregunto y Karen solo asintió con la cabeza, el chico saco una moneda de su bolsillo y se la entrego.

Criss - Trata de doblarla.

Ella tomo la moneda y la coloco entre sus dedos, comenzó a aplicar fuerza pero la moneda no se doblo, la chica sonrió emocionada y comenzó a saltar de felicidad cerrando el puño, pero cuando lo volvió a abrir la moneda parecía una pequeña bola de papel arrugada.

Karen - ¡Mierda!

El chico comenzó a reír tomando la moneda para regresarla a su estado inicial, cuando terminó se la entrego a Karen con una sonrisa pícara.

Criss - Descuida, eso fue difícil hasta para mí, llevo un par de semanas con ella y fue complicado saber lo que activa su función. Los sentimientos son muy influyentes para las piedras.

Karen - ¿Eso lo aprendiste en poco tiempo? Eres increíble.

Dijo sorprendida ante la explicación de Criss, el solo se regocijaba ante la sorpresa de Karen sintiéndose superior.

Criss - Ya sabes, por algo te guste. ¿No crees?

Ella lo miro no muy convencida, llevo su dedo índice a su barbilla y entre cerrando sus ojos dijo.

Karen - No exactamente, pero tienes tu encanto.

Dijo derrumbando a Criss del altar que solo se había formado, pero Karen se acercó a su oído y pregunto.

Karen - ¿Que más puedes hacer con la piedra? Yo puedo invocar armas.

Ella se podía ver más relajada, pero sentía curiosidad de saber si Criss tendría el mismo poder que ella, el solo se acercó a el oído de ella y respondió.

Criss - Puedo manipular la tierra, piedras y todo eso, aún no lo controlo bien.

Karen - ¿Piensas hacer algo con eso?

La segunda pregunta lo dejo pensando mirando al cielo, dió un suspiro y dijo.

Criss - Voy a ser famoso, muy famoso con esto.

Ella se sintió un poco decepcionada ante la respuesta del chico, pero este la miro y regreso la pregunta.

Criss - ¿Y tú?

Ella seriamente no había planeado nada, pero tenía una imagen en la cabeza y eran sus alumnos los que la hicieron responder.

Karen - Proteger a quienes me necesiten...

Criss se comenzó a reír y ella solo lo miró mal, pero el seguía riéndose como si no creyera lo que estaba escuchando.

Criss - ¿En serio? ¿Planeas ser alguna clase de heroína o alguna tontería así?

Ella se cruzó de brazos frustrada ante las burlas de su novio, pero recordó las palabras de Taurus.

Karen - Algo me dice que este mundo está a punto de cambiar, los más débiles van a necesitar quien los proteja, a mí me gustaría que protegieran a mi familia y amigos. Pienso ser yo.

La risa de Criss se detuvo ante las palabras de Karen, se llevó la mano al mentón pensando un poco y dijo.

Criss - ¿Héroes? Eso me daría fama, fama de la buena, se harían muñecos de acción con mi cara y sería reconocido. Bien, te ayudo.

Aún que ella no estaba convencida ante las palabras de su novio, pero estaba conforme simplemente de saber que tendría ayuda. Pasaron dos meses y en un bosque lejano de la ciudad se encontraba Dante sentado en el tronco de un árbol respirando agitado.

Dante - Carajo, no pensé que fuera tan difícil.

Dijo en voz alta, a su alrededor había muchos árboles en el suelo, en su mente se escuchaban un par de voces internas.

Draco - Impresionante, eres capaz de resistir ya el poder de la tigresa y el mío.

Dijo en un tono suave pero notablemente contento del progreso, Dante solo soltó un suspiro para volver a ponerse de pie y decir.

Dante - Pero solo estoy liberando la energía de ambas piedras y me duelen los músculos, es como si estuviera haciendo horas continúas de ejercicio.

Dijo mirándose las manos, había aprendido ya a controlar su fuerza, podía simular la fuerza de un humano normal, pero al liberar la fuerza de las piedras sentía como los músculos se hinchaban para acostumbrarse a la fuerza.

Draco - En efecto, tu cuerpo se está acostumbrando a las dos energías, por eso te duele como si estuvieras haciendo ejercicio, cuando te acostumbres será sencillo acoplarte a las habilidades eléctricas y fuego.

Dijo mientras la segunda voz comenzó a escucharse en el eco del bosque.

Kendra - ¿No estás siendo muy duro con el chico?

Draco - Para nada, ya aprendió que sus emociones equivalen a la cantidad de fuerza  que puede utilizar, es increíble su progreso.

Kendra - Bueno, solo no lo mates.

El chico se había dejado caer en el tronco, su musculatura era normal, pero sentía como el cuerpo dolía y se había sentido delicado ante las palpitaciones de sus venas, sintiendo como pasaba la sangre por su cuerpo.

Dante - Por lo menos alguien le preocupa que no me mate, no quiero explotar por todo esto que estoy haciendo.

Kendra - Pronto te acostumbrarás, solo tienes que usar el máximo durante un par de meses.

Dante - No, pues que gratificante.

Dijo de manera sarcástica tratando de ponerse de pie, noto que el lugar estaba en paz, los animales habían escapado por el escándalo que había causado.

Dante - Draco, Kendra. ¿Que hay del otro espíritu?

Draco - Su nombre es Noir, parece que tiene el perfil bajo en tu mente, pero aún así lo estamos buscando.

Kendra - Pronto lo encontraremos, sabe pasar desapercibido muy bien, pero pronto tendrás noticias de el, lo prometo.

El chico cuando se dejó caer de rodillas, fijó su vista en el suelo, levanto una pierna para apoyar su pie y uno de sus brazos se recargo en la rodilla.

Dante - No quiero saber el infierno que me espera si ese espíritu se adueña de mi... Es aterrador pensarlo.

Draco - Tu descuida, viéndote puedo decir una cosa, tu fuerza de voluntad es suficiente para controlarlo.

Sus palabras hicieron sonreír a Dante, solo se puso en una posición, sus brazos en cojidas tocando con sus muñecas las costillas, las piernas separadas y flexionadas, comenzó a hacer fuerza y los músculos se comenzaron a endurecer, cuando extendió sus extremidades una onda salía de su cuerpo golpeando todo a su paso y el chico caía nuevamente al suelo.

Dante - E-esto es... Muy doloroso, espero que  valga la pena cuando termine esto.

Dijo cerrando los ojos lentamente hasta quedar dormido, pero cuando abrió los ojos pudo ver que se encontraba en una cabaña desgastada, telarañas en las esquinas, una chimenea encendida dando luz tenue a la habitación sin puerta, una silla desgastada por el tiempo con la madera vieja.

Dante - Oh... Por...dios...

El sabía lo que significaba y no era bueno en ni un sentido, estaba atento a cada sonido, giro la cabeza en diferentes direcciones pero  estaba solo, por más sonidos de madera chillando solo podía ver que estaba solo hasta que escucho.

Noir - Bienvenido... ¿Querías hablar conmigo?

El chico no se movió y cuando se giro pudo verlo, el lich, el ser esquelético que había mencionado Kendra, lo tenía frente a el y en su respiración lo notaba al salir vapor de su boca, se había puesto fría la habitación.

Dante - ¿Con que tú eres el del cuarzo negro?

Dijo el chico tomando la silla para sentarse, se veía menos nervioso, se sentía preparado para ese encuentro desde hace tiempo.

Noir - Claro, pero veo que ahora no importa mucho, tienes a dos espíritus en tu poder, se me complica saber de que quieres hablar conmigo.

Dante - Es sencillo, Kendra me dijo que te quieres adueñar de mi cuerpo, ¿Pero la pregunta es por qué?

El chico no se veía intimidado para nada, pero por dentro sentía una inmensa inquietud de lo que estaba viendo, pensó estar preparado pero los nervios aún lo dominaban.

Noir - Venganza, venganza por todos los que nos hicieron sufrir...

Dijo apareciendo esferas oscuras con imágenes de los recuerdos de Dante, como perdió a su familia, como perdió a Esteban y otras cosas que le habían ocurrido, pero en otras estaban los recuerdos de Noir, sus pérdidas, las veces que lo traicionaron y la ves que lo mataron.

Noir - Perdiste a tu familia, a tu amigo, te han abandonado, te han dado la espalda, han dejado pudrir tu corazón en la soledad y nadie es capaz de darte una mano.

Dante se agarró la cabeza por un dolor de cabeza que estaba incrementando, su respiración se estaba agitando por lo que está haciéndo el espectro.

Noir - Te culparon de cosas que nunca hiciste, se puede decir que cuando perdiste a tus padres te desterraron de lo que restaba de tu familia, yo solo vengo a darte la oportunidad de desahogarte y acabes con todo eso.

La habitación comenzó a cubrirse de una neblina oscura que apagó la chimenea, el dolor de cabeza de dante comenzó a ser tan intenso que comenzó a hacerlo gritar de dolor.

Dante - ¡N-no! S-son... ¡Son tonterías!

Cuando dijo eso la neblina se detuvo y el espectro estaba confundido por la respuesta de este, el dolor de cabeza se había detenido.

Noir - ¿Que le hiciste a mi neblina?

Dante - N-no, no le hice nada.

Se formó una jaula de fuego alrededor de Noir y se recubría con electricidad, Dante sonrió y comenzó a relajarse, camino hacia un muro para recargarse y decir.

Dante - Son ellos, pero bueno, te decía, son tonterías, nada de lo que hagas o digas te los va a devolver, los míos nunca regresarán y si, me han traicionado como a ti, me han dejado atrás, me han dado la espalda, pero aprendí con el tiempo... Que en ocasiones nosotros nos equivocamos en elegir en quien confiar.

Vio al espectro y se dejó deslizar por la pared hasta terminar sentado en el suelo.

Dante - De hecho por esas personas me puse a la defensiva, fue una idiotez ya que perdí muchas posibles amistades, claro podían ser falsas, pero todos nos arriesgamos a equivocarnos, Siempre desconfíe de Esteban y mira ahora, el ya no está conmigo.

El espectro estaba tratando de salir, pero antes de que Dante regresará a la realidad dijo sus últimas palabras.

Dante - No dañare a nadie que no lo merezca, pero tampoco abusare de lo que puedo hacer, si quieres hacerle daño a alguien con mi cuerpo, no lo permitiré y ahora con Kendra y Draco, no podrás tomar mi cuerpo, bueno, no es como si te fuera a dejar las cosas tan sencillas.

De un momento a otro Dante abrió los ojos en medio del bosque el cual ahora estaba en llamas, llevó su mano a la cabeza y comenzó a agitarla.

Dante - Después de todo, no fue mala idea alejarme de la ciudad.

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