NarradorAlicia lo miró un par de veces, pero Luka no apartó su vista de la pantalla, hasta que en un momento no pudo resistirse más– ¿Podrías ponerte algo encima?– ¿Algo encima? – preguntó un poco desconcertado– Sí, una camisa o algo– Bien, si te sientes incómoda, lo haré– No es que me sienta incómoda, solo es que me desconcentras– ¿Yo te desconcentro? – y río– Bueno no tú, tus tatuajes son los que me desconcentran– Disculpa, no lo pensé, antes te gustabanY se puso de pie para recoger una sudadera, la cual comenzó a colocarse, pero antes de cubrir su pecho, Alicia acotó– No es que no me gusten, solo me distraenLuka rió maliciosamente y sin bajarla se acercó a ella– Mira, aquí estás tú – dijo señalándose el pecho donde decía AliciaElla lo miró y alzó su mano para tocarlo, pero se arrepintió, entonces él se la tomó en el trayecto y le hizo pasar los dedos por ese tatuaje específico. Alicia siguió el contorno de las letras con la punta de sus dedos mientras él seguía tománd
Alicia:Cuando al fin me dormí, lo hice de una manera tan profunda que no me desperté hasta pasada la media mañana. Me pesaban los ojos y no quería abrirlos. Extendí mis brazos para desperezarme y escuché la voz ronca de Luka‒ Buenos días, bella durmienteMe senté en la cama de golpe, él salía del baño, secándose el cabello con una toalla y vestido sólo de la cadera para abajo con un jean. Lo miré de pies a cabeza, era un espectáculo.‒ Buenos días, Luka‒ ¡Ah, disculpa!, ya me cubroY corrió a coger una camisa– Descuida, ya te dije que no me incomodaba‒ Pero te desconcentraba‒ Cierto, pero eso era anoche que tenía que trabajar, ahora no estoy haciendo nada – cuando me oí, me di cuenta que se había escuchado como una invitación y al ver el brillo en sus ojos, lo comprobé – de todas formas nunca está demás andar vestido – y me volví a tirar en la cama cubriendo mi cabeza con la sábanaPasaron unos largos minutos, creí que iba a decir algo al menos, pero en lugar de eso guardo silen
Luka:Renzo irrumpió en el despacho, su cara estaba desencajada, parecía que lo venía corriendo el mismo diablo‒ Luka… – dijo al entrar con la voz agitada y entrecortada‒ ¡Por Dios, Renzo! ¿Qué es lo que sucede?‒ Me enteré que los Yacuza vienen a hospedarse en el hotel y quería decírtelo inmediatamenteRespiré hondo y sonreí‒ ¡Ah, eso!‒ ¿Te parece poco? – dijo mirándome desconcertado‒ No, no es eso, solo que ya lo sabía‒ ¿Ya lo sabías y no me dijiste nada? – creo que se había enojado‒ Renzo, creí haber sido lo suficientemente claro cuando te pedí que te olvidaras de los Yacuza y te dedicaras en pleno a proteger a mi esposa‒ Sí, lo fuiste y estoy abocado a esa tarea, pero eso implica saber todos los movimientos de aquellos que le quieren hacer daño – mi amigo tenía un punto allí‒ Tienes toda la razón, perdona‒ De todas formas, Luka, asigna a alguien más para custodiarla, aquí está lleno de guardias, nadie vendrá. No me dejes fuera, necesito ponerle las manos encima a esos ma
Narrador:Tal y como le había prometido a Alicia, Luka llevó a su familia de paseo al parque de diversiones. Estuvieron toda la tarde divirtiéndose, y como él bien le había dicho, Alicia era una niña más. Sin embargo también dejó libre a su niño interior y se entregó a la diversión él también. Almorzaron en el parque y siguieron luego yendo a todos los juegos.‒ Los niños están exhaustos, Alicia‒ Sí, creo que deberíamos regresar – él le tomó la mano y detuvo su caminar - ¿Qué sucede, Luka?‒ Tengo una idea‒ ¿Una idea?‒ Sí, que tal si le decimos a David que lleve los niños a casa para que la Nana los acueste y nosotros nos vamos a beber algo, como solíamos hacerlo, ¿qué dices?Alicia quedó paralizada, eso se escuchaba como una cita‒ No sé si esté preparada aún para eso‒ ¡Anda Alicia!, no voy a morderte, estaremos en un lugar público, será divertidoElla lo meditó por unos segundos, hasta ahora él siempre cumplía sus peticiones, tal vez iba siendo hora de que ella cumpliera una suy
Luka:Me levanté sin hacer ruido para que no se diera por enterada. Quería que al despertar ya no me encontrara. No sabía si ella recordaría o usaría como excusa el efecto del exceso de alcohol para desentenderse y fingir que no se había dado por enterada de lo sucedido, o todo lo contrario, lo recordaría y estaría feliz, haciendo que esto fuera nuestro nuevo comienzo. En cualquiera de los casos, dejaría que fuera la propia Alicia que tocara el tema o lo dejaríamos allí, donde quedó. Salí de la habitación con sigilo y, luego de desayunar me encerré en mi despacho, tenía muchas cosas que planificar.‒ Buenos días Luka‒ Buenos días Renzo – había decidido que él también participara en la operación Yacuza – te ofreciste para ayudarme con los Yacuza y, si bien en un principio te había dicho que no, lo he reconsiderado y me vendrías muy bien‒ Tu sabes que puedes contar al cien por ciento conmigo, amigo, también me encargaré de que Alicia esté a salvo‒ Eso es lo primordial para ti – sonre
Alicia:Luego de darme un baño, me paré frente al espejo, me sentía diferente. Como ya dije, sabía que no era virgen, tenía no uno sino dos hijos que lo probaban, pero se había sentido como si fuera la primera vez. Ahora que estoy más relajada, lo pienso y no sé si me atrevería a hacerlo de nuevo. Limpié el vapor en el espejo para poder verme‒ Pero, ¿qué carajos es esto? – dije tocando mi cuelloTenía como una marca morada a la altura del cuello, debajo del lóbulo de la oreja, me lo había hecho Luka, pues recordaba en momento exacto, y que yo se lo pedí‒ Trátame como de tu propiedad y déjame una marca, que todos sepan que te pertenezco‒ Alicia, te desconozco‒ ¿No te gusta? – le susurré al oído‒ Me fascina esta nueva tu – y me marcóAdoré la sensación de sus labios apretando mi carne y succionando a la vez.De pronto sentí un fuerte pitido en los oídos, un sonido insoportable, me llevé las manos a la cabeza para taparlos, tratando de evitar que me taladraran, pero fue imposible, s
Narrador:Con el correr de los días, Alicia se fue recuperando del todo. La pareja no volvió a hablar de lo sucedido en el baño y mucho menos de la noche pasional que habían tenido, pues ambos parecían sentirse más cómodos haciendo de cuenta que eso no había ocurrido jamás. Sin embargo las marcas en el cuello, que ambos tenían, se los recordaba.De todas maneras, Luka no desaprovechaba la oportunidad, cuando estaba al alcance de la vista de Alicia, de abrir un poco su camisa y rascarse cerca de dicha marca, dejándola al descubierto, ya que, a pesar de los días que pasaron, seguía estando allí, un poco más difuminada, pero aún era claramente notoria. Frente a esa situación, la joven se sonrojaba y bajaba la mirada. No lo decían en voz alta, pero ambos tenían esa noche muy presente.– No me puedo creer que aún no hayan hablado, ustedes dos, de lo que ocurrió hace unas noches– Renzo, no es tan fácil– Luka, ¡por Dios!, en ese matrimonio siempre fuiste tú el adulto, compórtate cómo tal y
Luka:Habíamos llegado con Renzo, David y una veintena de hombres al hotel, todos se colocaron en lugares estratégicos, pues los Yacuza no demoraban en llegar. De uno en uno fueron llegando, hasta que el último, su jefe llegó. No quería que me vieran, pues ellos deberían creer que estaría Alicia y no yo.– Jefe, llegó el último – me comunicó uno de los chicos por el intercomunicadorAsí que le solicité a la recepcionista que lo entretuviera un poco en el salón hasta que yo llegara, no para presentarme, mi intención seguía siendo que no supiera que estaba allí, pero sí para poder verle yo y así reconocerle más tarde. Cuando llegué mi sangre se heló, pues en el medio del salón estaba parada Alicia, creo que se había paralizado, pues no se movía y se veía blanca como un papel, de inmediato corrí hacia ella y la llevé al ascensor. Pero allí se desmayó, la cargué en brazos y la llevé a la oficina. La recosté en el sillón y le di unas leves bofetadas para que volviera en sí, últimamente, es