Me lavé la cara para que no se notara tanto que había estado llorando, luego suspire y salí de la habitación. Cuando llegué a la sala, noté que no había nadie. Supuse que Alice se había ido con Devin, así que decidí ayudar a limpiar la cocina. Al entrar, vi que Alice había botado mi comida a la basura y había limpiado todo. En ese momento me puse furiosa. "¿Qué haces?" Le pregunté, ella me miró. Ya que Devin no estaba, sabía que iba a dejar de fingir que era una chica buena. Sabía que estaba enamorada de Devin y que me odió desde el momento en el que Devin me llevó a vivir en su casa, y yo como una estúpida, le había dejado el camino libre al irme. "¿Qué crees qué hago?" Inquirió con un tono muy ofensivo. "Yo me encargo de todas las tareas que una Luna debe hacer, todas." No quería ni pensar que Devin se la estaba cogiendo. "Desde que te fuiste, cuido a la manada y al Alfa Devin, alguien tenía que hacerse cargo porque no se podía quedar solo y estar a cargo tantas responsab
~ Susan ~Me desperté temprano y decidí ir por un vaso de agua. No debí haber tomado tanto alcohol la noche anterior, pero me sentía tan mal de haber perdido a Devin que, en su momento el alcohol fue mi mejor amigo, aunque ahora me sentía terrible.Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina. Me encontré a Devin en el sofá, revisando los documentos que había dejado ahí. No sabía si hablarle o simplemente tomar mi vaso de agua e irme para mi cuarto, para no molestarlo porque él ya tenía suficientes problemas y no quería ser uno más de ellos."¿No pudiste dormir?" Me preguntó rompiendo el silencio, yo asentí."Creo que me pasé un poco con la ginebra." Confesé, me miró con sorpresa."Pero estoy bien, solo quería dormir y eso me ayudó, aunque supongo que fue un poquito demasiado." Le expliqué, a lo que asintió. Luego, soltó la hoja que tenía en la mano, se levantó y caminó hacia mí. Mientras se me acercaba, sentí que se me aceleraba el corazón. Devin acercó su mano con suavidad a mi mej
"Con todas mis fuerzas, traté de no contagiarte de la maldita tristeza que se ha pegado de mí. Sonreía incluso cuando no quería, aunque estuviera destrozada por dentro, hice todo lo posible. No tienes ni idea de todo lo que me ha pasado, mis papás están desaparecidos y nunca he podido saber si están vivos o muertos. El tío Nicolás me crio solo después de que nos fuimos del Norte y nadie habla de eso, pero yo no puedo olvidarlo, no es fácil vivir sin familia, sin un apoyo. Escucho todos tus problemas y escondo los míos porque no quería que, en algún momento, yo mencionara a Sylvester, y eso te molestara o lastimara. Pero te guste o no, él estuvo ahí en todo momento, sé que ya es parte de mi pasado, sin embargo, no es algo que simplemente pueda borrar. Es como Tamia, no puede borrar a Leo de su vida." Dije, secándome las lágrimas."Solo quería un tiempo para poder pensar y meditar, Devin. Pero nunca dije que no te amara o que no quisiera pasar el resto de mi vida contigo, no podría ni p
~ Susan ~Me quedé en el pecho de Devin por un rato mientras lloraba, su abrazo me calmó y pude sacar todo mi dolor. Todo el tiempo me estuvo acariciando la espalda muy suavemente y me apretó más contra su pechoDespués de un tiempo, me aparté y limpié mis lágrimas."Te agradezco de corazón por el abrazo, lo necesitaba bastante." Confesé, luego tomé nuevamente mi maleta para seguir empacando mis cosas.El hecho de que me abrazara no era una señal de reconciliación. Devin era una buena persona y no había cambiado nada en esos tres meses sin vernos. "¿Por qué estás empacando tus cosas?" Me preguntó, algo confundido."No quiero quedarme contigo. Solo volví para arreglar las cosas y ahora, entendí que no hay necesidad de eso, que estas bien con tu nueva vida, así que me iré." Dije con seguridad porque ya había tomado mi decisión. Creía firmemente que cada uno tenía que hacer su vida, y ya era hora de salir adelante por mi cuenta."Alice y yo no somos nada, nunca la he tocado y jamás po
"Pero me la devuelves." Me advirtió antes de que la tomara. Me reí porque yo tenía la costumbre de no devolverle sus camisetas y es que me gustaba tenerlas, llevando su olor en ellas, su aroma embriagante. Igual no creía que se la fuera a regresar porque era negra, y me faltaba ese color en la colección.Me reí un poco, luego sentí algo en mi mano izquierda. Miré mis dedos y lo que encontré allí, me hizo gritar de emoción, todo me parecía un sueño. Era el anillo de diamante amarillo con el que Devin me había propuesto matrimonio hace unos meses. Lo miré fijamente y asentí de inmediato."¡Sí, claro que sí!" Grité y lo abracé, saltando sobre él y besándolo con todas mis fuerzas. Estaba eufórica, ese era lo el mejor momento de mi vida.Me prometí a mí misma no decepcionarlo. Lo solté y me quedé frente a él, mirándolo fijamente a los ojos. Sonreía como un niño y podía ver en sus verdes ojos un amor puro y sincero hacia mí."La Luna Azul es el próximo mes, podemos hacerlo oficial ese día.
~ Leo ~Lo que me dijo Devin me dejó desconcertado. No sabía qué hacer, pero debía tomar decisiones rápido, puesto que si era tan grave como él decía, teníamos que apoyarnos en el Rey. No podíamos enfrentarnos, a esos malnacidos así como así, ya que no estábamos ni genética ni físicamente preparados para ganarles.Después de hablar con Devin, saqué mi celular y llamé a Alexei, ya que era el único con quien podía hablar de eso, él sabía cómo manejar esa situación y con suerte, podría encontrarme con Clay para que me diera más detalles, ya que él estaba en el Sur.Amelia estaba supervisando que las Omegas prepararan las habitaciones de la hacienda para cuando llegaran nuestros invitados. El lugar era demasiado grande y lujoso, pero en ese momento, lo más importante era el espacio para todos nuestros amigos y aliados.Kyle y Max la estaban ayudando con el gimnasio y las salas de entrenamiento. Me alegró que se llevara bien con los Alfas; eso haría mi vida más fácil, porque no habría pelea
"Me dijo que llegaron y les pidieron a los residentes que desalojaran el lugar. Exactamente lo mismo que le hicieron a Kyle, pero el Alfa Michael no quiso irse, al final, por dárselas de valiente, terminó muriendo y no solo él, sino toda su gente." Relaté los hechos.Nos quedamos en silencio. Pasó un rato antes de que Sylvester hablara otra vez. Escuché su voz quebrarse, hablaba pausado, por lo que supuse que apenas estaba procesando la noticia."¿Quiénes se creen esos malnacidos como para segar la vida de tantos inocentes? ¿Por qué esos hijos de puta están jodiendo tanto?" Preguntó. Aclaré mi garganta antes de responderle, por como estaban las cosas, tendría que contarle la verdad en ese momento."Pensaba decírtelo en persona, pero viendo cómo está la situación, mejor te lo digo por aquí, por teléfono." Le dije, se quedó en silencio, escuchando muy atento.Me acomodé antes de recolectar en mis todas las fuerzas para decirle lo que Alexei me había confesado."Alexei vino a mi manada
~ Tamia ~Nunca olvidaré la noche en la que mi maravillosa vida se convirtió en un completo desastre. No puedo sacar de mi mente el momento en que todo cambió.Mi esposo y yo fuimos a una fiesta a la que no quería asistir, pero Casper, un beta amigo de Leo, era el anfitrión y él estaba decidido a honrar su invitación a toda costa. Debí haberle suplicado un poco más que nos quedáramos en casa, pero quería ser una esposa comprensiva, así que decidí seguirlo y ese fue mi peor error.Leonardo Albert era mi esposo y el alfa de la Manada de la Montaña, lo que me hacía ser conocida como Tamia Albert, la Luna de la manada. Leonardo me eligió para ser su Luna cuando tenía diecinueve años. En realidad, empezamos a salir cuando yo tenía diecisiete y él veintiuno, aunque no llegamos a la intimidad física, ya que, aún no tenía la edad para eso, nos enamoramos de todos modos y juramos permanecer juntos.Muchas de las mujeres de la manada me odiaban porque él solo tenía ojos para mí y no es que yo