~ Leo ~Lo que me dijo Devin me dejó desconcertado. No sabía qué hacer, pero debía tomar decisiones rápido, puesto que si era tan grave como él decía, teníamos que apoyarnos en el Rey. No podíamos enfrentarnos, a esos malnacidos así como así, ya que no estábamos ni genética ni físicamente preparados para ganarles.Después de hablar con Devin, saqué mi celular y llamé a Alexei, ya que era el único con quien podía hablar de eso, él sabía cómo manejar esa situación y con suerte, podría encontrarme con Clay para que me diera más detalles, ya que él estaba en el Sur.Amelia estaba supervisando que las Omegas prepararan las habitaciones de la hacienda para cuando llegaran nuestros invitados. El lugar era demasiado grande y lujoso, pero en ese momento, lo más importante era el espacio para todos nuestros amigos y aliados.Kyle y Max la estaban ayudando con el gimnasio y las salas de entrenamiento. Me alegró que se llevara bien con los Alfas; eso haría mi vida más fácil, porque no habría pelea
"Me dijo que llegaron y les pidieron a los residentes que desalojaran el lugar. Exactamente lo mismo que le hicieron a Kyle, pero el Alfa Michael no quiso irse, al final, por dárselas de valiente, terminó muriendo y no solo él, sino toda su gente." Relaté los hechos.Nos quedamos en silencio. Pasó un rato antes de que Sylvester hablara otra vez. Escuché su voz quebrarse, hablaba pausado, por lo que supuse que apenas estaba procesando la noticia."¿Quiénes se creen esos malnacidos como para segar la vida de tantos inocentes? ¿Por qué esos hijos de puta están jodiendo tanto?" Preguntó. Aclaré mi garganta antes de responderle, por como estaban las cosas, tendría que contarle la verdad en ese momento."Pensaba decírtelo en persona, pero viendo cómo está la situación, mejor te lo digo por aquí, por teléfono." Le dije, se quedó en silencio, escuchando muy atento.Me acomodé antes de recolectar en mis todas las fuerzas para decirle lo que Alexei me había confesado."Alexei vino a mi manada
~ Amelia ~"En la mañana, le dije a Macy por el enlacé que preparara a las Omegas para que ayudaran a preparar la casa donde íbamos a mudarnos.El lugar era como una mansión, más grande que la casa de los Clayman en Lucland. Verlo me hizo darme cuenta de que Leo era un hombre muy humilde, había construido ese sitio hace cuatro años, cuando todavía estaba casado con Tamia, porque como Alfa principal, debía tener una propiedad más grande, pero nunca se mudaron ahí.No podía culpar a Tamia por no querer vivir allí, incluso me preguntaba cómo podía soportar vivir en un palacio tan grande en el Norte, pero claro, la gente a veces hace sacrificios por amor.Cuando todo ese problema terminara, no pensaba quedarme a vivir en ese lugar, porque prefería volver a nuestra casita que era más acogedora y donde era más feliz. Pensé que tanto espacio era malo cuando se quería formar un hogar, y ese sitio tenía muchísimo, tenía diecinueve habitaciones, algo muy diferente a lo que me había dicho Leo.Su
La habitación era muy linda y cuando vi la pared entendí lo que quería la Omega. Había fotos de Leo y Tamia colgadas en todas partes. Me acerqué a mirarlas, había unas grandes y otras pequeñas. No tenían polvo, así que significaba que las habían puesto recientemente o tal vez las cuidaban mucho, de hecho, pude oler el aroma de Vanessa en ellas; esa estúpida Omega. "Se supone que esta es la habitación principal, así que no sé qué hacer con las fotos." Dijo la perra y me eché a reír, ¿acaso pensaba que yo era una resentida?"Quita las que tienen a la reina Tamia con Leo y deja solo las que sean de la reina." Le ordené, sin querer que el Rey Sylvester viera fotos de Tamia y Leo juntos. En las que aparecía ella solo eran hermosas y sabía que le gustaría tenerlas en las paredes, tal vez hasta se llevaría algunas al Norte. Solo esperaba que algún día nos visitaran. "¿Y qué hacemos con la ropa y las joyas que están en el armario?" Preguntó Vanessa. "Déjalas ahí. Es la reina y se quedará
~ Leo ~ Me sorprendió ver a Devin con Susan. Recordaba muy bien que la última vez que lo vi, me dijo que ya estaba harto de ella, por lo que me pregunté qué habría cambiado. Sin embargo, se veían bastante felices, así que entendí que habían vuelto y no le preguntaría nada al respecto, aunque me gustaría que él me contara que había pasado con su relación.Amelia estaba sentada en el sofá de nuestra habitación y suspiró con resignación, sabía que necesitaría un tiempo para acostumbrarse al lugar, y no la culpaba. Tamia había sentido lo mismo sobre la mansión, así que nunca nos mudamos, aun después de que la terminaron. Además, me pareció que lo mejor sería que mis oficiales y yo viviéramos en casas de un solo piso, porque nos daba la privacidad que necesitábamos. Vivir en la mansión sería difícil para los dos, pero era algo con lo que teníamos que lidiar por el momento. Por otro lado, aún no le había dicho a Amelia que nuestros amigos del Norte estaban en camino, quería que fuera una
"¡Ay muchas gracias!" Dijo Amelia. Devin me miró, intrigado."Luna, ¿así de rápido? ¿Acaso no podían esperar a la luna azul?" Preguntó perplejo, yo me reí."Amelia y yo somos compañeros destinados." Señalé, por lo que Devin se sorprendió."Guao, pues menuda suerte tienes." Dijo después de un momento de pausa, felicitándome, yo asentí con una sonrisa.Mientras hablábamos, Amelia se levantó y me pregunté qué quería hacer."Ya casi es la hora de la cena, quiero cocinar algo rico para nosotros." Comento Amelia y Susan le sonrió emocionada."Ay sí, me gustaría cocinar contigo, ¿puedo? Tal vez así mejore un poco mi sazón." Preguntó Susan rápidamente, Amelia sonrió y asintió.Normalmente la habría acompañado, pero parecía que Devin tenía algo importante que discutir conmigo y no podía esperar, así que vimos cómo nuestras compañeras salían de la sala y se iban a la cocina. En cuanto se fueron, miré a Devin y él suspiró, hundiéndose en el sillón, apoyando la espalda en el respaldo, luciendo sú
~ Leo ~Amelia y Susan cocinaron una cena deliciosa, luego sirvieron la comida. Era obvio que Amelia era muy cuidadosa con lo que comíamos. El hecho de que no confiara en las Omegas también influía en que no quisiera que nadie más cocinara, pero era mejor porque cada que cocinaba era algo delicioso. Devin estaba encantado con la comida y se los hizo saber, para cuando llegó el momento del postre, estaba más que dispuesto a comérselo todo. Pude notar que estaba haciendo como si nada ocurría por el bien de Susan y lo admiré por eso. No querer preocupar a Susan fue un lindo gesto de su parte, pero a diferencia de él, yo no podía ocultarle mis sentimientos a Amelia. Ella tal vez no preguntaría, pero sabía que podía sentir mi preocupación, estábamos conectados, así que tratar de esconderle mis emociones sería inútil. "¿Las dos hicieron esto?" Preguntó Devin, probando la torta, Susan sonrió. "Amelia es una profesional y ha decidido que soy digna de ser su alumna." Dijo Susan, miran
Aunque eran Omegas bastante atractivas, ellos ni siquiera las miraron, lo que significaba que eran muy serios y no podían ser tomados por sorpresa, esa era una buena cualidad en un aliado, pero no en un enemigo. "Erik y Yuri tienen un problema." Comenzó Andrew, al instante me sentí intrigado. "¿Quién es ese tal Yuri?" Pregunté de inmediato. "Yuri es un primo de nuestro padre, es el hijo del hermano de Adrik, Ighor. La madre de Erik huyó con él al Este, así que los dos crecieron como hermanos, pero en realidad, son primos lejanos." explicó. No tenía nada que decir al respecto, así que me quede callado para que siguiera contándonos. "Yuri fue el que creó el grupo. Era solo un grupo en ese entonces, pero con el tiempo se transformó en una secta. Yuri lo creó para que todos pudiéramos mantenernos en contacto y nos ayudarnos mutuamente. Es por eso que mi padre, el tío Erik y el tío Ilya ayudaron al tío Yuri a encontrar a todos los que huyeron y sobrevivieron a la masacre. Fue