Marcel, Theodore y yo solíamos organizar orgías en ese lugar y pasarla bien toda la noche. Al recordar la vida que llevaba en ese entonces, me sentí bastante avergonzado de mí mismo, pero agradecí que Tamia hubiera llegado para darme amor y darle sentido a mi vida, porque cuando Susan se fue, se llevó todo y yo no era más que un cascarón vacío.

La mayoría de las muchachas me vieron con una mirada seductora, pero las ignoré. Mis ojos buscaron y encontraron a Lily, quien me sonrió, así que le hice una seña para que viniera hacia mí, se acercó con entusiasmo.

"Llévame a tu habitación." Dije.

Al instante, escuché a algunas mujeres jadear. Sabía lo que estaban pensando, pero no tenía por qué darles explicaciones.

Esperamos a Theodore para salir del salón del harén. Podía ver la emoción en los ojos de Lily, pero permanecí en silencio.

"Espero que la luna Tamia no se enoje por esto, Alfa. No quiero molestarla." Dijo con un tono sutil y quise golpearla, pero me contuve. Si lo que Tamia había d