Sentí como la sangre se me helaba. Mis ojos se llenaron de lágrimas, estaba muriendo por dentro, todo a mi alrededor se desmorono como castillo de arena, estaba en un mundo ficticio, una ilusión, una juego sombrío. Estaba volviéndome loca.—¡No, no, no, no, no es verdad! —que había hecho, quiero despertar de esta pesadilla, eso era una pesadilla, mi esposo estaba en la cama recostado, conectados a unos aparatos.Quería salir corriendo, y al caminar hacia atrás me tope con … con el hombre que me trajo aquí, me abrazo y me llevo adelante, para que lo viera bien.—Sí, si es verdad, es cierto, él es el hombre con el que te casaste, Vinicio. Explícame ¿Por qué utilizaron mi nombre? ¿Como lo convenciste de que lo hicera?, dime ¿Por qué le hiciste daño? ¿Por qué traste de matarlo? —abrí los ojos como plato llena de miedo.El hombre con el que viví un infierno, pero era el hombre del que me enamore era ese que estaba respirando con ayuda artificial, llegue junto a él y sentí que el alma se m
“¿Por qué trataste de matarlo?”Despierto, su voz retumba en mis sueños.No creía lo que está sucediendo, quería tirarme en un rincón y llorar, pero ninguno de los dos valía mis lágrimas. Nunca me sentí más humillada y denigrada en mi vida.Imagine que sería difícil abandonar esa casa sin que alguien me detuviera, pero no fue así, como era claro nadie me detuvo ni siquiera el propio Vicenzo, quien se encerró en su habitación cuando salir por la puerta con Peter, de la misma forma en que llegue; sin absolutamente nada. Todos se alegraron de que me fuera, incluyéndome, estaba decidida a romper todo lazo con los Sanlúcar, alguna vez pensé que este momento llegaría, confrontar a Vicenzo… Vinicio, al hombre que me destrozo. Todo fue una mentira, cada paso que di fue una mentira, mi matrimonio construido sobre farsas y dolor.Por momentos extrañamente respiro un aire de libertad, como si acabara de salir de una pesadilla, y de pronto, recuerdo las acusaciones de Vicenzo e imagino que llega
—Hola cariño, —mi padre regreso pronto del trabajo —Hola pequeño Peter, —el voltea a verlo con ojos grandes y curiosos, no está muy familiarizados.Esa gracioso, en cuanto Vicenzo lo cargo Peter se sonrió, en serio creí que reconocía el llamado de la sangre pero mi padre es su abuelo, Vicenzo realmente es su tío, y tuvo mejor reacción con los Sanlúcar.Se desató la corbata y se dejó caer en el sofá, su mirada analítica me incomoda,—Debiste ponerle Steve tiene mas cara de Bennet que de Sanlúcar.—Pensé en Vicenzo…—esta situación me confunde, como debo llamar a mi falso esposo —En el que yo creí que era Vicenzo, su padre habia muerto y yo vi como el se desmorono, a pesar de todo lo amaba. Y de momento fue el primer nombre que vino a mi cabeza.—Aun estamos a tiempo, cámbiale el nombre y listo. —negué, no sabia realmente ni siquiera porque me negaba de esta forma. —¿Lo amas, a pesar de todo lo que paso, después de todo el sufrimiento aun sientes algo por él? no te comprendoNo era mi de
Sali de mi escondite, me acerque a la puerta para escuchar lo que él hablaba con Peter. Todo estaba en silencio, pasaron algunos minutos y no escuchaba nada, ni un balbuceo, ni la sonaja.Abrí de inmediato la puerta y me topé con aquel hombre alto de frente a mí, con Peter en sus brazos.—Helen, debemos hablar —me dijo observándome con bastante molestia pero con una sonrisa en sus labios, esos carnosos y deliciosos labios. —No somos unos niños.Mi corazón palpito fuerte, esas eran las sensaciones que detestaba sentir, debía odiarlo, ser indiferente a su mirada, a ese aroma tan masculino que emanaba de él, ignorar el imponente grosor de su cuerpo, brazos musculosos … aprieto los ojos, recuerdo su cuerpo desnudo sobre mí hundiéndome en la locura. —No—me niego a caer de nuevo —, tú y yo no tenemos nada de que hablar, lo único que te pido es que desaparezcas de mi vida, Vicenzo, no les parece que me han hecho el suficiente daño ya.—Quiero que firmes el divorcio, hay un acta de matrimo
Por un momento me quedé pasmada, pensé que estaba alucinado, el abrió sus ojos y su profunda mirada azul estaban fija en el techo. Su respiración normal, pero no se movía, sumergido en ese intensó sueño, sentia que de proto sus labios se moverían para pronunciar mi nombre,Ha sido mi voz quien ha conseguido despertarlo, ¿soy importante para él de alguna manera?El corazón se me acelero, un sentimiento de alegría rebotara en mi pecho, era la esperanza que volvería a vivir, nunca desee esto, nunca imagine que solo por defenderme acabaría con la vida de una persona.—¿Vinicio?—reaccione, no sabía que hacer mis manos aun sostenían la suya— Vinicio, dime algo Vinicio. mírame, Vinicio.Me acerque a su rostro, esperando que me mirara, su mirada seguía estática fijos en el techo, en seguida sus parpados bajaron lentamente. Mis esperanza se apagaron como su mirada. —No, no, Vinicio abre los ojos, solté su mano y tome su rostro, lo gire hacia mi—Vinicio por favor deber responder por todo lo q
No te lo voy a negar, VicenzoAbro la puerta de su oficina, estoy llena de furia capaz de destrozar a quien se atreviese a mi paso. Tengo una fuerte presión en la cabeza no sé cómo conseguí llegar hasta Vicenzo sintiendo que estoy flotando, el pecho apretado me impide respirar con normalidad. —Canalla, ¿Dime donde esta?—el me observa con una verdadera cara de idiota, ni siquiera se mueve de la silla, solo sus ojos azules se levantan para inspeccionarme. —sabía que no podía confiar en ti, sabia que de alguna manera terminarías traicionándome, embustero.Me detengo del escritorio, todo a mi alrededor se mueve el corazón me palpita en los oídos.—¿Qué te pasa Helen? ¿Te encuentras bien? —se pone de pie y viene hasta mí, me toma de los brazos, yo de inmediato repudio su contacto. No le creo esa actitud de preocupación.Me insiste tomándome de la cintura y me sienta en la silla—¿Que pasa por que entras así a mi oficina?Veo que sus ojos se llenan de preocupación, nunca había visto esa
Con los brazos cruzados y con una actitud arrogante, sus ojos no parpadeaban, ni le desviaba de la mirada fija del detective, Cristal se mantenía en una pieza Drago la examinaba como si pudiera leer sus pensamientos, una sonrisa se esconde en sus labios, puedo ver la satisfacción centelleando de sus ojos, ella tiene a mi hijo. Siento que el tiempo se va como arena en un reloj y que cada segundo estando de pie aquí es tiempo pedido.Mi desesperación, me provoca entrar y sacudirla para que hable de una vez. El silencio me mata y la tranquilidad de Vicenzo me causa una cólera enfermiza, lo observo ecuánime, él está ahí solo esperando y mirando la chusca escena, como si se tratara de una serie de policías y ladrones.—¿Dónde estaba hoy, pasando medio día?— hace la primera pregunta rompiendo la tensión que asfixia, me rio. Siento la mirad de Vicenzo sobre mí, yo mantengo mi vista al frente. —En el café París a unas cuadras de mi boutiqueNo titubea, ella esta relajada sabe que tiene el co
Solo con ver la palidez de mi rostro podía descubrir que algo estaba sucediendo, guarde mi teléfono y subí al auto, le ordene al chofer que me llevara un lugar sin importancia, solo que me alejara de ahí, Vicenzo abrió la puerta y me saco tomándome del brazo.—¿Dime que está pasando?—Tengo que alejarme de ti, de todos, el detective que crees que te ayudara es un inepto, tú no has salido de mis sospechas, tienes tantos motivos para arrebatarme a Peter…—De mí, ¿por qué? ¿quién te lo ordeno?— era fuerte, pero no violento, su voz y su mirada solo exigían de mí, la verdad —, ¡dime!, es mi hijo entiende, no dejare de buscarlo aunque tú me apartes te juro que yo encontrare primero a Peter, decide contarme que está sucediendo o lucharas tu sola contra ese fantasma.Él tenía contactos, era un hombre de poder, un Detective que simplemente dejo cualquiera otra ocupación que tuviera para atender las órdenes de Sanlúcar, siendo o no incompetente, obedecía a Vicenzo sin repelar.Por muy desespera