Capítulo cuarenta y ocho
La cama en la que estoy se siente tan suave, me remuevo un poco y subo mi pierna encima de la persona a mi lado, paso mi brazo por su pecho calientito y suspiro feliz.
Un momento.
¿Cómo es que estoy en la cama?
Me levanto de golpe y tomo el lado izquierdo de mi cabeza en mis manos notando que esta parte arde y duele como si te la quisieran a sacar de un tirón, vuelvo a acostarme lentamente y abro mis ojos de par en par.
Su cabello está desordenado, sus largas y envidiables pestañas reposan sobre su párpado inferior, su nariz respingada me guía hasta sus hermosos labios entreabiertos, bajo por su mandíbula hasta su cuello y paso a sus hombros donde un vendaje sostiene su brazo enyesado.
No recuerdo haberle visto eso antes de quedar inconsciente.
Flashback
Capítulo cuarenta y nuevePov AmirCada paso que doy sobre la calle es un demonio menos, ¿Esto es su ejército? La verdad nunca había visto a alguien tener tantos inútiles, giro comprobando que Irina ya no se encuentra en el auto y sigo mi andar.No soportaría que le pasara algo.La mansión está rodeada de demonios que por su mirada me dejan claro que no son una presa fácil, supongo que tendré que hacer esto como ellos. Cambio a mi forma natural y enmarco mis cejas—¿Todos ustedes contra mí?—sonrío —no sería justo para ustedes.—Eres un tipo muy parecido a mí—giro mi cabeza a mi hombro izquierdo —soy yo, tu abuelo.—¿Mi abuelo? Él murió hace cinco años—volteo completamente y sus ojos me obs
Capítulo cincuentaTrago grueso y salto del inmeso lugar e inmediatamente reacciono en mi cuerpo, mi madre salta de su silla y corre hasta mí, mi brazo es removido y observo un doctor sacarme la inyección.—Listo, su hijo y la futura luna están estable, la chica puede que duerma más debido a que el medicamento es poco por el embarazo, pero no deja de ser fuerte por dosis—muevo mi cuerpo de la camilla y mi brazo derecho comienza a arder, muerdo mis labios fuerte y me acomodo, observo el enorme yeso y junto mis cejas.—No te muevas, tienes ese brazo quebrado en pedazos, déjame ayudarte—Brianna aparece a mi lado y la jalo hacia mí —sí, sé que fue estúpido lo que hice, pero ya estoy aquí y yo también te quiero, hermanito.—Cuando termine de tomar una siesta te quiero a ti y a Omar en el despacho. Sin quejas&md
Capítulo cincuenta y unoPov IrinaCada persona se acerca a nosotras con una petición totalmente distinta. Esto de estar apuntando no es difícil, pero con la cantidad de gente agrupada es algo agotador tanto como para tu mente y mano.—Luna, me gustaría que le haga saber al Alpha que mi hija está un tanto grave en el hospital y necesitamos dinero para sus medicamentos—baja la mirada.—¿No desea nada más?Niega—Nuestro hogar no sufrió muchos daños.—Entonces averigüe cuanto cuesta cada pastilla y saque un aproximado, nosotros le daremos lo que necesita—la madre de ojos azules anota en su libreta—me facilitaría su nombre y el de su hija.Asiente —Soy Kenneth Lonergan, mi hija es Marlena Lonergan —junto mis cejas. Ese n
Capítulo cincuenta y dosEl doctor piensa que estoy invalida o algo así porque ahora tengo que usar una silla de ruedas para moverme y lo peor es que ni siquiera fue Amir quien me dejo así.No podré tener sexo por un buen tiempo.Mi condición ahorita mismo es normal, pero con un ligero estado de riesgo debido a que mis bebés son un tanto distintos a mí. En resumen, son más fuertes y por ende necesito estar totalmente saludable y con alimentos y pastillas en la boca todo el día prácticamente. La chica de servicio gordita me empuja como si cargará una tonelada de peso y su mirada se pierde a cada momento en las paredes de esta inmensa casa.Muerdo mi labio inferior, ¿Estará bien si hablo con ella?Sacudo mi mente —¿Te pasa algo?—digo repentinamente.Niega —No, futu
Capítulo cincuenta y tresPov AmirSu mano deja de apretar la mía y cae tendida sobre nuestra cama.¿Cómo pasó todo esto?Observo a cada maldito y absurdo doctor que mande a llamar corriendo de un lado para otro sin hacer nada con ella todavía en la cama. Me levanto y camino hasta la puerta—Escuchen bien, donde ella se muera o uno de nuestros hijos tenga algún daño, todos me las van a pagar—cierro las puertas de golpe.Esto me está afectando mucho, necesito desahogarme con alguien y ya sé con quién. Sonrío sin gracia y corro hasta las mazmorras de la manada, este no es mi lugar favorito en el mundo, pero me hará bien lo que haré, voy hasta la bodega de armas y tomo un látigo de clavos y hojas de plata, las pinzas y la última cosa, pero no menos importante y es
Capítulo cincuenta y cuatroPov IrinaSu camisa estaba toda ensangrentada, y eso, eso no me gustó mucho.La señora Sara desde hace rato esta diciéndome cosas y yo solo tengo mente para él.¿Qué hizo?¿Por qué estaba así?Tendré que pedirle explicaciones a solas.Trato de colocar mis manos en mi vientre y esta cae. Junto mis cejas y observo como ya puedo ver la punta de mis pies... Un momento.¿YA SOY MADRE?Mi corazón se acelera repentinamente cuando recuerdo como ese cuchillo fue enterrado en mi interior.¿Todos están bien?¿Dónde están?Me levanto tumbando cada cosa a mi paso mientras que los doctores y su madre tratan de devolverme a
Capítulo cincuenta y cincoLe doy una sonrisa de boca cerrada y recuerdo a mis padres cuando ellos me hacían sentir de esta manera, cuidada y protegida. Como daría yo cualquier cosa con tal de volverlos a ver, aunque sea un minuto.Sorbo mis mocos y aguanto las lágrimas que se asoman por mis ojos, observo el lugar entero y lo veo desalojado y despejado totalmente —Me imagino que las familias que estaban aquí ya se fueron a sus casas —doy con sus ojos.—Sí, ya las obras terminaron y lo que falta es poco, pero nada que no puedan ellos mismos resolver.—Oh, ¿Brianna y Omar? El lugar se siente silencioso y no es normal cuando está Brianna —llegamos al ascensor y ella le da al botón de bajada.—Ellos ya están en el mundo demoníaco, ya son los reyes de ese lugar, pero no te preocupes, Brianna viene d
Capítulo cincuenta y seisSus besos son una droga para mí.Lo confirmo.Amir lleva sus manos a mi cintura y lentamente me despega de su cuerpo —tranquila, irresistible —revuelve mi cabello y camina hacia el armario.Junto mis cejas, ¿qué le pasa? Está extraño.Camino detrás de él como puedo y lo veo quitarse la ropa en frente mío —eh, no sé que decir, ¿cómo has estado? ¿Cómo la has pasado sin mí?Voltea y con paso demandante pasa a mi lado, camino detrás de él hasta el baño y me asiento en la encimera, quita la toalla de su cuerpo y se mete a la regadera —mal, lo he pasado muy mal y tengo que contarte cosas, pero primero déjame relajarme, hoy fue un día muy agotador.—Ya veo —obse