Capítulo cincuenta
Trago grueso y salto del inmeso lugar e inmediatamente reacciono en mi cuerpo, mi madre salta de su silla y corre hasta mí, mi brazo es removido y observo un doctor sacarme la inyección.
—Listo, su hijo y la futura luna están estable, la chica puede que duerma más debido a que el medicamento es poco por el embarazo, pero no deja de ser fuerte por dosis—muevo mi cuerpo de la camilla y mi brazo derecho comienza a arder, muerdo mis labios fuerte y me acomodo, observo el enorme yeso y junto mis cejas.
—No te muevas, tienes ese brazo quebrado en pedazos, déjame ayudarte—Brianna aparece a mi lado y la jalo hacia mí —sí, sé que fue estúpido lo que hice, pero ya estoy aquí y yo también te quiero, hermanito.
—Cuando termine de tomar una siesta te quiero a ti y a Omar en el despacho. Sin quejas&md
Capítulo cincuenta y unoPov IrinaCada persona se acerca a nosotras con una petición totalmente distinta. Esto de estar apuntando no es difícil, pero con la cantidad de gente agrupada es algo agotador tanto como para tu mente y mano.—Luna, me gustaría que le haga saber al Alpha que mi hija está un tanto grave en el hospital y necesitamos dinero para sus medicamentos—baja la mirada.—¿No desea nada más?Niega—Nuestro hogar no sufrió muchos daños.—Entonces averigüe cuanto cuesta cada pastilla y saque un aproximado, nosotros le daremos lo que necesita—la madre de ojos azules anota en su libreta—me facilitaría su nombre y el de su hija.Asiente —Soy Kenneth Lonergan, mi hija es Marlena Lonergan —junto mis cejas. Ese n
Capítulo cincuenta y dosEl doctor piensa que estoy invalida o algo así porque ahora tengo que usar una silla de ruedas para moverme y lo peor es que ni siquiera fue Amir quien me dejo así.No podré tener sexo por un buen tiempo.Mi condición ahorita mismo es normal, pero con un ligero estado de riesgo debido a que mis bebés son un tanto distintos a mí. En resumen, son más fuertes y por ende necesito estar totalmente saludable y con alimentos y pastillas en la boca todo el día prácticamente. La chica de servicio gordita me empuja como si cargará una tonelada de peso y su mirada se pierde a cada momento en las paredes de esta inmensa casa.Muerdo mi labio inferior, ¿Estará bien si hablo con ella?Sacudo mi mente —¿Te pasa algo?—digo repentinamente.Niega —No, futu
Capítulo cincuenta y tresPov AmirSu mano deja de apretar la mía y cae tendida sobre nuestra cama.¿Cómo pasó todo esto?Observo a cada maldito y absurdo doctor que mande a llamar corriendo de un lado para otro sin hacer nada con ella todavía en la cama. Me levanto y camino hasta la puerta—Escuchen bien, donde ella se muera o uno de nuestros hijos tenga algún daño, todos me las van a pagar—cierro las puertas de golpe.Esto me está afectando mucho, necesito desahogarme con alguien y ya sé con quién. Sonrío sin gracia y corro hasta las mazmorras de la manada, este no es mi lugar favorito en el mundo, pero me hará bien lo que haré, voy hasta la bodega de armas y tomo un látigo de clavos y hojas de plata, las pinzas y la última cosa, pero no menos importante y es
Capítulo cincuenta y cuatroPov IrinaSu camisa estaba toda ensangrentada, y eso, eso no me gustó mucho.La señora Sara desde hace rato esta diciéndome cosas y yo solo tengo mente para él.¿Qué hizo?¿Por qué estaba así?Tendré que pedirle explicaciones a solas.Trato de colocar mis manos en mi vientre y esta cae. Junto mis cejas y observo como ya puedo ver la punta de mis pies... Un momento.¿YA SOY MADRE?Mi corazón se acelera repentinamente cuando recuerdo como ese cuchillo fue enterrado en mi interior.¿Todos están bien?¿Dónde están?Me levanto tumbando cada cosa a mi paso mientras que los doctores y su madre tratan de devolverme a
Capítulo cincuenta y cincoLe doy una sonrisa de boca cerrada y recuerdo a mis padres cuando ellos me hacían sentir de esta manera, cuidada y protegida. Como daría yo cualquier cosa con tal de volverlos a ver, aunque sea un minuto.Sorbo mis mocos y aguanto las lágrimas que se asoman por mis ojos, observo el lugar entero y lo veo desalojado y despejado totalmente —Me imagino que las familias que estaban aquí ya se fueron a sus casas —doy con sus ojos.—Sí, ya las obras terminaron y lo que falta es poco, pero nada que no puedan ellos mismos resolver.—Oh, ¿Brianna y Omar? El lugar se siente silencioso y no es normal cuando está Brianna —llegamos al ascensor y ella le da al botón de bajada.—Ellos ya están en el mundo demoníaco, ya son los reyes de ese lugar, pero no te preocupes, Brianna viene d
Capítulo cincuenta y seisSus besos son una droga para mí.Lo confirmo.Amir lleva sus manos a mi cintura y lentamente me despega de su cuerpo —tranquila, irresistible —revuelve mi cabello y camina hacia el armario.Junto mis cejas, ¿qué le pasa? Está extraño.Camino detrás de él como puedo y lo veo quitarse la ropa en frente mío —eh, no sé que decir, ¿cómo has estado? ¿Cómo la has pasado sin mí?Voltea y con paso demandante pasa a mi lado, camino detrás de él hasta el baño y me asiento en la encimera, quita la toalla de su cuerpo y se mete a la regadera —mal, lo he pasado muy mal y tengo que contarte cosas, pero primero déjame relajarme, hoy fue un día muy agotador.—Ya veo —obse
Capítulo cincuenta y sieteMuerde el lóbulo de mi oreja y tira de mi cabeza hacia atrás— la idea es que te quede la marca —quita mi cabello mojado de los costados de mi cuello —siempre tan sumisa —coloca su mano libre en mi boca y con su dedo índice viaja hasta mi cuello, baja a mis pecho y toca ligeramente, sigue su recorrido y da dos vueltas hasta llegar a la parte baja de mi ombligo, sigue con su tortura y llega a mi intimidad — pero mira que tenemos aquí — susurra — seria una maldad dejarte así y sabiendo que yo también estoy duro — guío mi mano a su pantalón y siento el bulto en su pantalón a punto de explotar.Sonrío — Pensé que ya había perdido el toque de seducción, pero veo que te afecta el más mínimo movimiento.—Con esas curvas a quien no engatusa
Capítulo cincuenta y ochoCargo al ruidoso Elián de un lado para otro en el pasillo, este niño es muy hiperactivo.Quiero dormir...—¿Tienes hambre, eh? —lo alzo a los aires y sonríe, muerdo mis labios y pego su nariz con la mía.Me encanta esta sensación de felicidad.Camino con él hacia el ascensor y a lo lejos veo sus ojos rojos, una de ellas me mira expectante a la situación y le da una calhada a su cigarro, junto mis cejas al sentir el olor a cigarrillo y presiono el botón de bajada, este abre sus puertas y entro, no despego mi vista de ella y el elevador cierra —hola —apego al bebé en mi pecho y me recuesto de una esquina en el ascensor —¿te asuste?Ruedo mis ojos y miro a la castaña —¿Que quieres?—Nada, ¿me