James estaba tan abstraído en su pena y preocupación por la evolución de su padre, que ni siquiera tomó en cuenta el paso del tiempo. Su madre había ido a descansar, mientras él decidió quedarse junto a Edward, tanto Lucy como Patrick venían en camino desde diferentes lugares del mundo.Cuando fue por un café miró la hora y se dio cuenta del tiempo que había pasado. Le extrañó que Sofia ni siquiera le hubiese enviado un mensaje, eso no era algo propio de ella.La llamó varias veces, pero directamente entraban al buzón de voz. Le envió mensajes, pero tampoco tuvo respuestas. _ Quizás estaba muy cansada y lo apagó para poder dormir tranquila _ musitó, pero dentro suyo sabía que Sofia jamás hacía eso y mucho menos cuando había comenzado su trabajo en el hospital _ no... ella no es así...Comenzó a preocuparse. Miraba insistentemente la pantalla de su celular, pensando en que hacer. Era muy tarde como para ir a buscarla a su casa, además, ¿con qué excusa lo haría? Angelo no sabía sob
Fernando sentía una mezcla de compasión y frustración. Por un lado, entendía el sufrimiento de James; verlo así, completamente roto, le recordaba a las veces que había visto a otros pacientes recibir noticias devastadoras. Pero también estaba el conocimiento amargo de lo que Edward le había hecho a Sofía, de lo que probablemente haría de nuevo si tuviera la oportunidad. Ella no podía seguir soportando eso, razonó Fernando, pero la frialdad de la realidad no hacía que entregar el sobre fuera menos doloroso._ No, James no lo sé. Pero puedo decirte algo, si la amas, respeta su decisión. No la expongas al sufrimiento y a las humillaciones. Sé lo que le hizo tu padre, ¿Crees que un futuro, no se lo volverá a hacer? Piensa bien lo que te digo. Ahora te dejo para que leas tranquilo, y medites por tu bien, pero, sobre todo, por el de Sofia. Mientras hablaba, mantuvo su voz controlada, su tono profesional. Sin embargo, por dentro, no podía dejar de preguntarse si estaba haciendo lo correcto
El avión privado descendió suavemente sobre la pista privada del Aeropuerto Internacional de San Francisco. Desde la ventana, Sofía observaba cómo la ciudad se extendía bajo un cielo nublado, su corazón palpitaba con una mezcla de nerviosismo y determinación. Apenas el avión tocó tierra, un vehículo negro de lujo se acercó a la pista, deteniéndose cerca del jet. Al descender por la escalera del avión, Sofía fue recibida por la brisa fresca del Pacífico, que despeinó ligeramente su cabello. Llevaba un abrigo oscuro que la protegía del viento, y sus pasos resonaron en el asfalto mientras avanzaba con firmeza. En la base de la escalera, un hombre alto y bien vestido la esperaba. Era Jason Bennet el amigo de Fernando, un hombre de unos cuarenta años, con un porte imponente pero una sonrisa cálida en el rostro. _ Sofía, bienvenida a San Francisco _ saludó Jason, extendiendo su mano en un gesto amable pero formal. _ Gracias, señor Bennet. Es un placer conocerlo _ respondió Sofía, estr
James estaba desencajado, no había manera alguna de que entendiera la actitud de Sofia. ¿Cómo era posible que no confiara en su capacidad de solucionar los problemas? ¿Qué era lo que le había llevado a tomar esa decisión tan absurda? Peter lo miraba con seriedad, él no era un hombre que sintiera compasión, pero ver tan mal a su jefe y amigo, le dolía._ No puede ser _ musitó James _ alguien debe haberla ayudado... no puede haber desaparecido en el aire, así como así. No tiene tantos recursos como para hacerlo.Peter carraspeó._ Yo creo que sí señor _ dijo para el asombro de James _ Creo que los tiene, durante todo este tiempo no lo supimos ver._ ¿De qué diablos estás hablando? ¿Me estás diciendo que los Lombardi son millonarios y no lo supimos? _ James hizo una sonrisa irónica._ Ellos no. Pero el tío del amigo de Sofia, el abogado sí. Lo tiene y también muchos contactos e influencia _ dijo Peter con seriedad _ Ese día en que tuvieron la pelea, me pregunté como alguien con re
Un mes después... _ Bueno señor Lee, todo parece estar perfecto _ le dijo Fernando sonriendo _ eso sí debe seguir al pie de la letra todas las recomendaciones, ni sobresaltos.Edward frunció el ceño._ Dígale eso a mis hijos, porque parece que están empecinados en arruinarme la salud para heredarme _ dijo serio, mirando principalmente a James, aun cuando estaban los otros dos presentes._ Oh papá, no empieces con tus dramas desde ahora _ Patrick no estaba dispuesto a ceder ante los chantajes emocionales de su padre _ aquí estamos todos, ¿no? Lucy fue y lo abrazó. Ella era la debilidad de Edward, la única que podía doblegarlo, pero hasta cierto punto._ Ya deja de ser tan cascarrabias, nos diste un gran susto _ le dio un beso en la mejilla _ Prometeme que te vas a cuidar.Él fijó sus ojos en James, quien permanecía serio sin mostrar emoción alguna._ ¿Y tú qué? ¿Sigues con esa absurda idea de tirar todo por esa mujer? _ Edward no perdía tiempo en reprocharle _ ¿qué haces aquí
Cinco años después... La sala de emergencias del Starlight Memorial Hospital, estaba repleta, las constantes entradas y salidas se mezclaban con las conversaciones y sonidos de aparatos médicos. _ Doctora, Lombardi _ gritó Katy la recepcionista _ ¿Alguien vio a la doctora Lombardi? _ ¡Estaba en una cirugía; ya debe estar por terminar! _ le informó una de las enfermeras. Katy asintió y sonrió. _ Hola, ¿Señor O´Neill?, ella aún está en la sala de operaciones _ ¿Quiere dejarle algún mensaje? El abogado esbozó una sonrisa, no le extrañaba en absoluto que Sofia trabajara fuera de horario, amaba su profesión. _ No Katy, en este momento estoy yendo a buscarla y allí la esperaré, no te preocupes _ cortó la llamada. Katy se mordió el labio y sonrió. _ Y a ti ¿Qué te pasa? _ le dijo Rita, otra enfermera _ parece que te comiste un payaso. _ Ay, es que ya quisiera yo tener la suerte de la doctora Lombardi, tener un hombre así de enamorado, el señor Aidan está como quiere por donde se lo
_ Así que...Pamela Hightower ¿eh?, ¿ella es la elegida? _ bromeó Patrick tirándole la revista en la cara a James _ me agrada Pamela, no es tan estirada como Natalie. James esbozó una sonrisa cómplice. _ ¡No seas imbécil! No hay nada entre ella y yo, solo somos amigos eso es todo _ lo miró un momento y siguió trabajando en su computadora _ ¿no tienes nada mejor que hacer además de leer esas estupideces en las revistas? Deberías buscarte un empleo a tiempo completo. _ Hum, demasiado tengo con ir a Nueva York las veces que tú te niegas... _ le reprochó su hermano _ Dime, ¿hasta cuándo tendré que hacerlo? Ya me harté de que los inversionistas me miren como a un bicho raro... Cinco años yendo lo menos posible y regresando inmediatamente aquí como si fueses un fugitivo _ lo miró con compasión _ James, no puedes seguir así. ¿Hasta cuando vas a imponerte este castigo? No entiendo tu actitud. James quien estaba escribiendo concentrado, se detuvo. Lo miró nuevamente, había un destello d
Sofia se encontraba ultimando detalles de la fiesta que había organizado en su casa. Afortunadamente, el clima acompañaba para celebrar en el bello jardín con el que contaba la residencia.Respiró hondo y sonrió. Pensó que cada lágrima derramada, cada sacrificio que había hecho, durante esos años habían valido la pena, y que, si tuviera que volver a hacerlo, lo haría sin dudar. Aun así, el recuerdo de James permanecía en su corazón y sabía que por más esfuerzos que hiciera por olvidarlo, jamás podría hacerlo. Así estuviese casada con un hombre maravilloso que la amara sin condiciones, James seguía inamovible en su mente. Durante cinco largos años había permanecido en San Francisco por miedo a encontrarse con él, y aunque Fernando le había dicho que James se había ido a Singapur y que muy pocas veces viajaba a Nueva York y que era Patrick quien había tomado el lugar de su hermano.Pero parecía que, tanto para James como para ella, Nueva York era un punto de recuerdos dolorosos, don