Durante esos días, ellos no se volvieron a ver. James había tenido que atender muchos pendientes y Sofia no quería forzar la situación, si él no le pedía verla, ella no lo haría. Su inmenso orgullo no la dejaba dar el brazo a torcer, por más que se muriera por verlo, definitivamente no le diría que quería encontrarse con él. Si, se habían enviado mensajes y hablado, pero como él no le había mencionado lo de navidad, ella no le iba a insistir.

James por su parte, además de su trabajo tenía otro frente con el cual luchar: su familia, pero sobre todo su madre quien con insistencia le reclamaba su presencia en Singapur.

Eleanor lo había llamado en la mañana temprano, mientras él aún estaba en una reunión con unos inversores.

_ ¡Madre... estoy ocupado, te llamo más tarde! _ le dijo secamente _ estoy en medio de una reunión.

Eleanor frunció el ceño.

_ ¡Mas te vale que me llames James, porque te juro que iré a buscarte y te traeré a casa te guste o no! _ dijo muy molesta _ Estoy ha