Mateo continuó con su rutina de ir a leerle a su hijo todos los días, teniendo que resignarse a que, ahí estaría ese hombre siempre instalado entre su familia y él y ya estaba resignado a que no podía hacer nada. Llegó el día de la competencia de natación del pequeño y Mateo cuando iba a recoger a sus abuelos, pasó antes a casa de Teseo, de manera rápida.Él, tenía que recoger las invitaciones que, ya estaban terminadas, pues mañana llegaba su prometida y Mateo quería sorprenderla, con ese detalle, demostrándole así que, había cumplido con su palabra de tener listo todo, para que la boda se realizará ese sábado.–Hola, Mateo – Lo saludó Teseo, al verlo llegar – No esperaba verte con ropa sport.Por lo visto a su amigo, se la había olvida lo de la invitación que le había hecho para el torneo de natación, de su hijo, era una pena que no se hubiera acordado, que era para hoy.–Hola, Teseo – Saludó Mateo – Amigo, se te olvidan muy feo las cosas. Me preocupas, ayer que hablamos, te dije qu
Él, ayudó a subir a sus abuelos al vehículo y acomodó a Queen en una pequeña jaula que compró para ella, la tendrían que tener dentro de esa jaula en la competencia, pues bastante trabajo, le había costado a Mateo el que, dejaran entrar a Queen, pues no se permitía en la escuela de natación la entrada a mascotas, pero se haría esa excepción, por ese día.Mateo condujo con calma, hasta llegar a la escuela de natación, en dónde tuvieron que esperar, él y sus abuelos adentro del vehículo a que Matías y Sabella, bajaran y entraran primero, porque él no quería que Matías viera a Queen, hasta que pasara su competencia, pues era la sorpresa para el niño, Sabella ya sabía que Mateo, traería este día a la mascota.–Ahora que entren Sabella y Matías, nosotros bajamos para acomodarnos en los asientos del público – Mateo, les dijo a sus abuelos – Ni se imaginan, quién más vendrá.También a ellos les tenía una sorpresa, pues Teseo, era uno de sus mejores amigos y los abuelos lo conocían desde siem
Mateo, se acercó a Sabella, para presentarle a Teseo, pero más bien era para recordarle de su amigo y presentarle a Atenea, ya que Sabella lo conocía.–Sabella, él es Teseo, no sé si lo recuerdes – Mateo, le hizo referencia a su amigo – Y la pequeña que lo acompaña, es la hermosa Atenea, su hija.Sabella, se acordaba perfectamente del amigo de Mateo, solo que lo había visto muy poco, y ya no había sabido nada de él, desde que ambos habían dejado la ciudad.–Hola, Teseo – Sabella, lo saludó con alegría – Claro que me acuerdo y que hermosa está tu hija.Atenea, era una niña muy educada y se sabía comportar delante de los adultos, así que saludó a Sabella, muy formalmente. Sabella se quedó encantada de verla. –Hola, buenos días, señora – Atenea, saludó a Sabella – Yo soy, Atenea.La niña, le estiró la mano a Sabella, para saludarla y esta se la tomó, pero se puso a la altura de la niña y le dio un beso, en la mejilla.–Mucho gusto, Atenea – Sabella le dio un beso a la niña – Yo soy Sa
Al niño, se le habían iluminado los ojos, ahora podría pasear con su mascota en el parque, como lo hacían los otros niños, él se comprometía a llevarla todos los días a pasear, para que sus amiguitos la quisieran mucho, como él ya la quería.Matías, besaba con toda la alegría que le causaba tener a su nueva mascota, a su nueva compañera de juegos, a la que ya adoraba y claro que la iba a cuidar porque él era un niño muy responsable y Queen desde este momento era su responsabilidad.–Por nada mi amor – Aria lo besó – Es para ti y queremos que la cuides mucho, así como ella, te va a cuidar.Era lo que ya había pensado el pequeño, que tenía que cuidar de su mascota, porque ya era parte de su familia. Atenea, veía que había sido un excelente regalo, para su nuevo amigo y que a ella también le había gustado mucho la mascota, Queen era muy bonita y algún día tendría una igual, tendría que convencer a su padre.– ¿La puedo abrazar? – Pidió Atenea a Matías con inocencia – Está muy bonita.A M
Después de la convivencia que se dio un rato después de la cena, todos los que asistieron, comenzaron a irse poco a poco. Mateo, le tuvo que pedir a Teseo que, llevara a sus abuelos de vuelta a su casa, pues él tenía que quedarse a hablar con Sabella, para lo del día de mañana.Ya no se podía postergar más y él mañana, pasaría por Matías temprano, para que estuviera presente a la hora del almuerzo y que conviviera con Leia, así mismo como el pasaba tiempo con Evan, de igual manera tenía que darle la oportunidad a ella para que se conocieran.–Sabella, ¿Podemos hablar un momento, a solas? – Le pidió Mateo – Por favor, es importante.Lo que había acordado con Sabella, con respecto a la convivencia de Matías, con Leia, se tenía que cumplir, pues era justo que hubiera equidad entre ella y Evan, sabía que eso iba a llevar su tiempo, de que Matías se llevara de la misma forma con Leia.–Está bien Mateo, pero primero, lleva a dormir a Matías por favor – Respondió ella – Para que podamos habl
–Está bien, Mateo – Accedió Sabella – Yo veré que hago, te había dado mi palabra y la pienso cumplir, pero espero que tú, también hables con Leia y le aclares que, tiene que tratar bien a mi hijo.Sabella, no se iba a deslindar de su responsabilidad, la que tenía, que era la de hablar con Matías, pero siempre en esto había una condición, de que la novia de su ex esposo, tratara con respeto a su hijo, porque a la primera queja del niño, ella tendría que hablar con toda seriedad con Mateo, no dejaría que a su hijo se le tratara mal.–Por supuesto Sabella, eso no tienes ni que pedírmelo. Matías es mi vida entera, en caso que, todavía no te des cuenta de eso – Mateo, la tranquilizó – Verás que, ellos dos, se llevarán muy bien.Mateo, esperaba que eso sucediera de inmediato, porque a partir de que él se casará con Leia, Matías tenía que pasar tiempo con él y su esposa, ya que no se iba a poder dividir entre los dos, se tenían que llevar bien desde antes, rogaba porque así fuera.–Eso esper
También lo había hecho, porque se quería dar un último respiro, antes de su casamiento con Mateo, ya que al estar casados no se le iba a despegar ni un momento, pues ella tenía que proteger sus intereses.–Muchas gracias por todos los regalos, sabes que no tienes que molestarte amor. Tengo una sorpresa para ti – Mateo, le dio la caja con las invitaciones – Ya las tengo listas, solo para que las entreguemos a las personas que, nos van a acompañar. Las ha diseñado Teseo, Si no te gustan, dime y lo arreglamos.Leia tomó en sus manos las finas invitaciones de la boda, un trabajo exquisito hecho por Teseo y se quedó perpleja, al ver que Mateo, la conocía ya a la perfección, esas invitaciones eran todo lo que ella esperaba e incluso más que eso. Estaban hermosas, perfectas y muy finamente elaboradas. Ella, sin decir nada volvió a abrazar a Mateo y él, la estrechó nuevamente entre sus brazos, con mucha emoción.–Me han encantado mi amor, están preciosas y apenas tenemos tiempo tú y yo para e
No había ningún problema a la hora que lo fuera a llevar Mateo, ya que Sabella, se daba cuenta qué entre Mateo y el niño se debía dar un acercamiento más prolongado y más ahora que se tenía Matías, que adaptar a la futura esposa de su padre.–Sí, por la tarde que lo traigas, está bien para mí – Sonrío Sabella – Me despediré de él y ya, para que te lo puedas llevar.Siempre que salía Matías, Sabella, mantenía una vigilancia como toda madre lo hacía, no se despreocupaba del todo, era su hijo el que se iba con su padre y una desconocida para él, pues Leia, no estaba entre las personas que le agradaban a Matías y eso lo iba a estar cuidando siempre.–Gracias, Sabella.Sabella se despidió, de abrazo y de beso de su pequeño hijo y lo ayudó a subirse junto con su perrita Queen, al vehículo de Mateo. Los vio irse y Matías, le decía adiós a su mamita bella con la mano y Sabella, le lanzaba besos a su pequeño. Mateo y Matías, iban felices cantando en el camino y Queen se les unía, ladrando una