Giro Inesperado
Emily, calada hasta los huesos, bajo una maloliente tela de lino; que alguien había puesto sobre ella, sentada sobre una vieja silla de madera, en el camarote del capitán, tiritaba mientras observaba aquel antro. Aquel lugar parecía sacado de una película, el escritorio delante de ella estaba repleto de cartas y artilugios de navegación, una vacía botella de ron, un frasco con algunas plumas, algunos libros y diarios viejos, algunas velas sobre éste alumbraban la estancia. Un enorme cofre a la derecha que seguramente contenía algún tesoro y un pequeño plato de comida que estaba en mal esta
La pérdida de un buen amigo.La batalla que en popa tenía lugar, era de todo menos singular, los piratas luchaban con dureza contra sus enemigos, con espada en mano, deseando acabar con la vida de sus semejantes, con la única finalidad de obtener la victoria.William Drake era uno de los piratas más temidos de los siete mares, su reputación le precedía, y ningún marinero se atrevía a enfrentarse a él, excepto, por supuesto, Barba Negra.Dos piratas con un destino común luchando duramente, con espada en mano, en un combate de uno contra uno, con rabia y odio en sus ojos, desde el principio de los días, desde incluso antes de conocerse estaba escrito que sucedería, que serían enemigos de
La venganza de la reina Ana. Un negro navío, con velas rojas, mecido por las olas, navegaba. Un imponente capitán pirata, junto al timón iba dando las órdenes a su tripulación, aquí y allá, y estos le iban obedeciendo. Miró hacia el horizonte, observando la mar calmada, en aquella turbia mañana que los dioses habían propiciado.Un tiempo después, en su confortable y amplio camarote, una joven dama despertaba, observando el lugar en el que se encontraba.Aquella estancia, cubierta por un gran ventanal con forma de sirena, repleta de grandes cofres de tesoros por allá por donde la joven
CAPÍTULO 8Tortuga El capitán Barba Negra caminaba por el muelle, junto a Emily, que llevaba un hermoso vestido blanco que el capitán había elegido para ella y una cinta marrón sobre su cabeza. Tras ellos, la venganza de la reina Ana echaba el amarre, mientras el resto de la tripulación desembarcaba, todos parecían ser feroces piratas.No os separéis, los hombres en este tiempo, no son nada caballerosos – anunció el capitán mirando hacia la joven, y notando en ella el miedo que esperaba sembrar.La muchacha y el capitán caminaron a paso ligero por las pobladas calles de la isla, mientras la tripulaci
El verdadero corazón de un pirata. El capitán Drake corría por el muelle, escuchando como Barba Negra le maldecía desde atrás, observando dichoso, como su nave dejaba el muelle, hizo un último esfuerzo y aceleró la marcha, llegando justo a tiempo, a decir verdad, se lanzó en un salto hacia el navío y se agarró con ansias a uno de los cabos, siendo ayudado después por el señor Smith para subir al barco.William se acomodó bien su vestimenta y miró hacia el capitán Teach, que le observaba malhumorado al presenciar como su enemigo se alejaba más y más del muelle. Sonrió triunfante, mientras cedí
Vida en Alta Mar. Emily se encontraba de nuevo en cubierta, una vez más había cambiado sus ropas, esta vez eran ropas de hombre. El señor Smith le daba instrucciones a su derecha, mientras la muchacha hacía un nudo marinero. Vivir en aquel lugar era más difícil de lo que había esperado: Se pasaba los días limpiando la sucia cubierta con las manos, atando nudos, izando velas, recogiendo el gallardete, haciendo señas a los vigías para cambiar su turno, y a veces también cocinaba. Y la verdad era que los únicos días en los que disfrutaba era los días en los que le tocaba cocinar, ya que después de cocinar pod&iacut
Atracción El capitán salió a cubierta en aquella hermosa mañana, el mar lucía tranquilo, se habían alejado de la costa, ya no había ninguna gaviota que pudiese molestarlo en alta mar. Los marineros reían divertidos mientras desplegaban las velas, Harry el largo subía por la escalera de cuerdas hacia el puesto de vigía, parecía estar disfrutando de las vistas, el señor Smith por su parte recogía un cubo con agua, mientras dirigía su mirada al capitán.Éste le devolvió el saludo, mientras volvía la vista hacia el timón, habían nave
Barco enemigo a la vista.El capitán descansaba sobre su cama, tumbado boca arriba con la camisa desabrochada, mantenía el brazo sobre sus ojos, pronto el sueño lo vencería, pero no estaba preparado para volver a soñar con ella…Caminaba por un extenso sendero, frente a él un espeso bosque en el que se adentraba, podía escuchar los pájaros cantar en aquella mañana de primavera. Marchó a grandes zancadas por el verdoso prado, admirando a su paso las bellas margaritas, a cada paso qu
Presagio de muerte. Con ojos cerrados y con un terrible miedo a las alturas, una joven muchacha se aferraba a las escaleras de cuerda por las que bajaba, temiendo dar un paso en falso y caer al agua. Podía sentir el frío viento sobre su rostro, escuchando un suave tintineo de espadas y a unos jadeantes marinos que arremetían con ellas contra sus contrarios en la batalla que bajo ella tenía lugar. Abrió los ojos despacio, notando como su pie se posaba sobre la superficie plana del navío y saltó hacia el interior de este.Los hombres de Barba Negra parecían mucho más feroces que la última vez, y luchaban fierament