“Cynthia…”.

“No me importa. ¡No me importa!”. Cynthia comenzó a quejarse.

“Muy bien, bajemos y echemos un vistazo”.

...

En el primer piso.

James miró a Sean, Francis y al gerente del hotel, Dominic. Dijo: “Estoy deseando ver cómo acaban conmigo”.

“Lo siento”.

Thea dio un paso al frente, con una mirada de disculpa. Se inclinó profundamente y se disculpó: “Señor Leland, Señor Bertrand, lo siento. Por favor, acepten mis disculpas en nombre de James”.

“Cariño, ¿qué estás haciendo?”. James tiró a Thea hacia atrás, con una mirada molesta en su rostro. “¿Por qué te disculpas? Son ellos los que deberían disculparse”.

Sean dijo fríamente: “¿Pensaste que una disculpa sería suficiente, Thea? Déjame decirte. Esto no ha terminado. No descansaré hasta que James esté muerto”.

Justo en ese momento, un grupo de personas bajó las escaleras.

Dominic se apresuró a acercarse a Zack, señalando a los guardias de seguridad en el suelo y luego a James. “Es él, jefe. El yerno de los Callahan, James”.