Thea tuvo un recuerdo de cuando se reencontró por primera vez con James.

James la llevó a la Casa de la Realeza y curó sus heridas. Recordó cómo la cuidaba meticulosamente.

“¿Boda? ¿Llegará ese día?”.

El rostro de Thea se llenó de tristeza.

Cielo dijo que James había muerto.

Ella sabía que lo más probable era que James estuviera muerto, pero seguía engañándose a sí misma.

Henry la consoló: “Thea, ese día seguramente llegará. Creo que James aún no ha muerto. Seguro que está vivo”.

Thea se secó las lágrimas y respiró hondo para ordenar sus pensamientos. Entonces respondió: “Por favor, ayúdame a resolver el asunto de las armas de alta tecnología lo antes posible. Saldré el próximo lunes”.

“Mmm. Haré lo que pueda”.

Tras hacer el pedido a Henry, Thea se marchó.

Mientras tanto, Henry abandonó rápidamente Cansington y se dirigió de nuevo a la Capital.

Un día después...

Tyrus se reunió con el Príncipe de la Montaña Orquídea en el palacio subterráneo en lo profundo del bosque de la