A pesar de aquella confesión de su madre, Noah sólo la abraza cuando la ve bajar la mirada y estremecerse por el llanto. Silene se aferra a su cuerpo dejando que el llanto salga por completo, sólo que se tarda bastante en que eso pase y para cuando se separa un poco de Noah, nota que tiene la camisa empapada por sus lágrimas.
—Perdóname, hijo, no fue mi intención mojarte… Deberías ir a cambiarte antes de que te enfermes por mi culpa.
—Está bien madre, esto no importa ahora. Sólo quiero que me cuentes qué es lo que sucedió con Cornwell.
Silene, se limpia las lágrimas y se sienta nuevamente. Noah se arrodilla frente a ella y le toma las manos sin dejar de mirarla.
—Tal vez tú no lo recuerdas porque sucedió cuando tú tenías cinco años. Alejandro era un buen compañero de trabajo y el encargado de
El silencio tenso se extiende unos segundos más mientras Silene ve de forma retadora a Jeremiah, hasta que es Henry quien lo corta.—¿Ese imbécil es tu hijo?—Cállate —le responde Jeremiah con voz fría y Henry da un respingo—. No tenía idea de que estuvieran aquí, ¿qué pasó?—¿Cómo? ¿Tu protegido no te lo dijo? —sisea Silene y mira a Henry con desprecio—. Pensé que al menos tendría los huevos para reconocer que mandó a liquidar a mi hijo, pero se equivocó y a quien terminó hiriendo de gravedad es a Elena, la mujer de mi hijo.—No sé de lo que habla, señora… —gruñe Henry, pero Jeremiah se voltea y le grita.—¡Te dije que te callaras! ¡¡Aprende alguna vez en tu vida a hacer lo que te mandan!!—&i
En cuanto Jeremiah sale al estacionamiento, Henry se acerca a él furioso para pedirle explicaciones por haberlo sacado del hospital de esa manera tan humillante para el hijo de un senador, pero antes de que le reclame algo al hombre, recibe un puñetazo que lo manda al suelo y el equipo de seguridad se lanzan sobre Jeremiah para detenerlo.—¡Eres un hijo de puta! —escupe Jeremiah mientras se suelta de los hombres y Henry se coloca tras el auto para que no lo golpee de nuevo—. ¡Querías que te tapara un homicidio frustrado!—¡Entiende que nada de esto es mi culpa! ¡Pero ese imbécil se puso entre mi mujer y yo! ¡¡Y no podía permitirlo!!—¡¿Y qué pensabas hacer cuando mataras a Noah?! ¡¿Llevarte a Elena a casa de tu padre y presentarla como tu prometida?! Porque te recuerdo que ya tienes un compromiso…&mdas
Cuando Noah llega con su madre, ella sólo lo abraza con fuerza porque puede notar la contrariedad en el rostro de su hijo. Al separarse ella le da la mano y lo lleva a sentarse, a Noah no le pasa desapercibida la manera en que el asistente de su padre lo mira, pero en lugar de preguntarle a él, decide hacerlo a su madre.—¿Qué sabes?—Todo —le dice ella algo nerviosa y respira profundo—. Antes de que lo sacaran en la ambulancia hacia acá, le ordenó a su asistente que me contactaran aquí y que me mantuvieran al tanto de todo… y a ti te dejó como responsable de él.—Pero si yo ni siquiera tengo su apellido, ¿cómo demonios puedo tomar decisiones por él?—Pues… ya pregunté y tú siempre has sido su contacto de emergencia —Noah se pasa las manos por el cabello y Silene le dice—. Fue Henry q
Cuando Noah ve el rostro del doctor Castelli al día siguiente, sonríe ampliamente porque sabe que ese rostro sólo son buenas noticias.—Le quitaremos el medicamento que la mantiene en coma, su cerebro está en perfectas condiciones y el resto de su cuerpo se sigue recuperando satisfactoriamente.—Gracias, doctor… gracias por cuidar de ella.—No tienes nada que agradecer, ha sido un gusto cumplir con mi trabajo. Vamos…Noah lo sigue por el pasillo con una sonrisa enorme, todos sienten el alivio al fin de saber que Elena está mejor y que pronto abrirá sus ojos, pero eso sólo trae otra preocupación más: decirle lo del bebé.Llegan a un cuarto regular, Noah observa como un halcón cómo le van quitando todo y la dejan solo con una vía. Se retiran para darles privacidad y él le toma las manos para que sienta su pre
Siempre pensó que aquellos hombres que se quedaban solos exageraban cuando pasaba todo, incluso tres semanas, y seguían diciendo que estar sin la mujer de su vida era un infierno. Pero ahora a Noah le ha tocado vivir de primera mano aquello que muchos describieron como la sensación más horrible del mundo y de la cual algunos no han salido jamás.Luego de que Elena se despidiera de él aquel día en la oficina, corrió a la casa para buscarla, sin embargo, cuando llegó a ella ya su mujer no estaba. Se había llevado lo que según parecen ser las cosas más esenciales, sin embargo, su perfume y su presencia seguían allí.Llamó a Santiago para preguntarle dónde estaban, pero su amigo se negó a hacerlo porque entendía que su hermana necesitara alejarse.Y con todo eso, Noah solo se resignó a que Elena se había marchado p
Elena se pasea por su habitación tratando de decidir si será una buena idea ir a ver a Noah o no. Sabe que su hermano ha cumplido la amenaza de dejar la dirección del hotel, pero aún las dudas la mantienen prisionera en aquel cuarto en donde ya casi está haciendo un hoyo en la alfombra.Se deja caer en la cama mirando a todos lados y una fuerte opresión en el pecho la ataca cuando recuerda la expresión de tristeza de Noah.—Eso se lo provoqué yo —Dice con una certeza que la hace ponerse de pie—. Noah nunca ha sufrido por una mujer… Todas siempre le han dado lo mismo y está yendo a terapia, algo que muchas veces le dije que tenía que hacer por su manera de vivir la vida.Y así comienza a sacar conclusiones de lo que ha visto en él.Cierra los ojos y a su mente comienzan a llegar todos los momentos, desde el instante en que supo que estaba embarazada la ha protegido incluso más de lo que hicieron sus padres con ella en toda su vida, porque siempre le dio la plena libertad de elegir lo q
Cuando Noah llega al hospital gritando por ayuda, Elena abre lentamente los ojos y él respira con algo de alivio, pero de todas maneras arma un enorme escándalo para que la atiendan lo antes posible.—Estás exagerando como siempre —se ríe ella y Noah niega categóricamente.—No puedes vomitar de la nada y luego desmayarte por casi quince minutos. El doctor tiene que hacerte todos los exámenes posibles.—Insisto, exageras…—Tu accidente, ¿recuerdas? El doctor dijo que debemos tener cuidado con estas cosas, porque pueden ser consecuencias del choque… así que no exagero.Ella lo ve angustiado y cuando el médico comienza a pedir antecedentes, ella le da todos, incluidos esos que sabe es imposible que sean relevantes, como la fecha de su último periodo.Noah no se aparta de ella ni un solo segundo y para cuando el m&eacut
Elena, con cierta timidez ingresa a aquella farmacia y le pide al dependiente dos pruebas de embarazo. El hombre con una sonrisa se les entrega y al verla algo indecisa, le dice cuánto es lo que debe pagar por ellas. Con las manos temblorosas, Elena le entrega el dinero y antes de salir de allí se gira nuevamente y le pide tartamudeando un poco.—¿Po-podría prestarme s-su baño, p-por favor?—Sí, claro, pase por aquí —el hombre le indica por donde debe pasar y ella agradece.Una vez que pasa el seguro, mira aquellas cajas y lee atentamente las instrucciones, luego de seguirlas al pie de la letra se lava las manos y espera los minutos que señalan. En ese momento tiene tanto miedo de todo lo que pueda suceder, porque sabe que, si el resultado es positivo, su vida dará un giro totalmente incierto.Cuando el tiempo se cumple, se acerca a ver las pruebas y cae de rodillas en el suelo aterrada, su rostro entre sus manos y comienza a llorar desconsolada. Se abraza el cuerpo y se queda allí un