—Estoy cansada. El señor Harper me ha dado mucho trabajo, y Mónica ni se diga.—Lo sé —responde Dorelis abrigándose un poco más —. Mónica está muy estresada por esas ventas que hizo sin el consentimiento de su esposo, la verdad es que la empresa está en unos aprietos muy grandes.—Si lo sé, el señor Harper siempre está pidiendo llamar a los compradores, haciendo tratos. Y Mónica siempre está yendo a mi escritorio para saber a quién llamo.—No te parece extraño que ella está como que muy preocupada por eso, anteriormente hacia tratos, pero esta vez actúa muy extraño.Ahora que lo pensaba bien, su amiga tenía razón, ella actuaba de una manera bastante nerviosa y no entendía la razón. Al final eran negocios compartidos… en eso Ciana echa la vista a un lado para ver el deportivo rojo de su jefa abandonar el edificio.Ambas chicas lo ven alejarse rápidamente, seguido una enorme camioneta negra sale del estacionamiento la cual conduce un poco más lento hasta que se termina por detener delan
Después de pedir la Ciana vio aquella escena en su casa, ver a Phil compartir su mesa con ella y su hijo realmente era muy extraño. Nunca se imaginó que vería a ese hombre sentado mientras que tomaba la cena.Ciana observa su plato sintiéndose verdaderamente extraña, encima de eso él llevaba como dos horas en su casa, ¿y su mujer? ¿No le importaba los problemas que pudiera tener con ella?—¿Vendrás mañana? —en eso ella escucha la voz de su hijo que la hace levantar la mirada.—Claro, puedo venir mañana también.—¿Podemos cenar pizza?—George, hijo por favor —Ciana interviene.—¿Pizza? Por supuesto que sí.La rubia mira a Phil con ojos de regaño, ella creía que se estaba tomando ciertos atrevimientos sin consultarte primero.—Mi mamá no compra pizza.—¡George! —el niño la observa con ojos inocentes que enternece su corazón.—Yo traeré pizza todas las veces que quieras.—Siii…Ciana admira la sonrisa de su hijo y no puede evitar medio sonreír, había muchas cosas que no podía comprarle a
La voz de George llama la atención de Phil quien baja la vista para ver al pequeño niño correr hacia él.—George —la señora llama su atención.—Él es amigo de mi mami —Phil lo carga en sus brazos mientras que ambos se miran y sonríen —. ¿Vienes a ver a mi mamá? Está enferma.—Sí, la he venido a ver.—En ese caso, pase adelante.Phil pone a George en el suelo y el niño decide tomar su mano para llevarlo al cuarto de su madre con pasos rápidos. Phil se encontraba nervioso por el estado en el que encontraría a Ciana.En lo que George abre la puerta con su ayuda, él la ve acostada en la cama con muy mal aspecto. Parecía dormida, sin embargo su hijo lo hizo entrar en aquel pequeño cuarto.—Mamiiii…—No George, no la despiert…—pero ya era tarde, Ciana había abiertos los ojos.—Tú amigo llego.Ciana ensancha la mirada al mirar la figura de Phil dentro de su cuarto, ella guarda silencio debido a la sorpresa de verlo allí parado.—Phil… ¿tú que haces aquí?—He venido a verte, me preocupe cuand
Mónica no paraba de dar vueltas en la oficina, sus tacones resonaba el piso de tanto dar vueltas. Su marido llevaba fuera toda la mañana y parte de la tarde, todas sus reuniones fueron postergadas mientras que su ira iba en constante aumento.—¿Dónde puede estar metido este hombre? —se detiene a mitad de oficina pensando en la posibilidad de que… —. ¿Una amante? ¿Es posible que exista una mujer? —Mónica muerde sus labios ante la duda.Hasta donde sabia era muy posible que su esposo le estuviera siendo infiel, pero siempre creyó y hasta ni se preocupó porque se enamorara de alguna de esas mujeres. Pero últimamente estaba actuando bastante extraño.Aquella teoría la hizo fruncir el ceño, sabía que a Phil no le convenía para nada un divorcio, por lo legal a ella le correspondía la mitad de todo y ella conocía muy bien a su marido, una separación seria la ruina para sus compañías.—Divorciarse no es opción para él, no perderá lo que tiene por una mujercita. Phil seguirá a mi lado, pero me
Mónica observa el techo con los ojos entre cerrados, los vellos de su cuerpo se erizan de un momento a otro llevándola a cerrar por completo sus parpados, entre abre sus labios al mismo tiempo que frunce el ceño.—¡Ahhhhh! —grita a todo pulmón.Encaja sus uñas con fuerza en la enorme espalda del hombre que se encuentra sobre ella mientras que alcanza el orgasmo.—¡Ahhh! Joder…La pelirroja abre los ojos para luego ver la increíble mirada grisácea frente a ella, muerde levemente sus labios cuando siente que ese hombre ejerce de toda su fuerza para propinarle mucho placer.El cuerpo de ella se balancea de arriba hacia abajo, los vellos de su cuerpo continúan erizándose cada vez más hasta el punto de sentir frío. De pronto siente que la mano de su amante se posa por debajo de su rodilla llevando su muslo hacia arriba.En esa exposición queda más expuesta a él, y es allí cuando él comienza a embestirla con más fuerza y rudeza.—¡Ah, sí! así me gusta…Inclina la cabeza hacia atrás mientra
Era imposible que se resistiera a la cercanía de Phil, ese hombre poseía algo que la enloquecía. Le resultaba difícil mantenerlo alejado, y es que cuando se aproximaba de esa manera ella perdía todas sus fuerza.—Phil…En ese momento siente que la mano de Phil se posa sobre una de sus mejillas mientras que la otra envuelve su cintura, a esas alturas ya había perdido toda fuerza. Ciana termina por cerrar los ojos dejándose llevar por la emoción del momento.En lo que Phil roza sus labios todo su cuerpo se hizo nada, aquel contacto fue tan electrizante que ella no supo más de sí misma, simplemente se rindió al beso.Al sentir que Ciana no objeto ante el beso, Phil estrecha un poco más su cintura afianzando el beso. Seguidamente hace girar el cuerpo de Ciana dirigiéndola hacia el sofá de su oficina, con sumo cuidado recuesta su cuerpo sobre el mueble y de la misma manera él se sitúa sobre ella.Phil se acomoda entre medio de las piernas de Ciana situando una de sus manos sobre la cintura
—Sí, tendrán que dividirse muchas cosas. No creo que el señor Phil este tan dispuesto a eso.—¿De qué hablas?—Los bienes Ciana, la empresa, las mansiones, los coches… todo lo que tengan de bienes tendrán que dividirlos si llegan a separarse.Ciana cae en cuenta de que su amiga tiene mucha razón en todo, ellos dos compartían muchas cosas.—La empresa sufriría una perdida muy grande si se separa Phil de su esposa.—No había pensado en esto.—La situación es complicada, hay mucho en juego.Era un asunto delicado, no se trataba simplemente de Mónica, George y de ella… la empresa y su economía también. Quizás estaba siendo egoísta por desear su felicidad a costa de otras cosas.Ciana parpadea reiteradas veces pensando que lo mejor era mantenerse alejada de Phil, estar a su lado era complicado, era casado y con tantas responsabilidades encima. Cualquier persona con tres dedos de frente pensaría en lo más sensato y aquello era no dejar todo lo que tenía por una amante.—Deberías no hacerte
—Ya te dije que no intentes amenazarme, no conseguirás nada bueno con eso —responde dejando la copa sobre la mesa —. Es evidente que no lograre llegar a un acuerdo contigo de manera pacífica.—No, no lo conseguirás.—Me obligas a acudir a otros métodos Mónica.—Estoy lista para darte guerra mi querido esposo, pero de mí no te desharás tan fácil.Phil observa que su mujer sonríe mientras que toma su copa para darle un sorbo al vino, en su mirada podía ver reflejado aquel brillo marioso y ambicioso que la caracterizaba. La pelea seria dura.[…]Ciana se acuesta en la cama en compañía de su hijo, lo ve dormir plácidamente mientras que sonríe un poco. Cubre su cuerpo con la manta para luego llevar la mirada hacia el techo, la fija y piensa en lo que podría estar haciendo Phil a esa hora de la noche.Se daba cuenta de que no le importaba a ese hombre, no se preocupó por llamarla, ni por explicarle absolutamente nada, y ese hecho le dolía profundamente. Había creído en él, pero todo era men