Era imposible que se resistiera a la cercanía de Phil, ese hombre poseía algo que la enloquecía. Le resultaba difícil mantenerlo alejado, y es que cuando se aproximaba de esa manera ella perdía todas sus fuerza.—Phil…En ese momento siente que la mano de Phil se posa sobre una de sus mejillas mientras que la otra envuelve su cintura, a esas alturas ya había perdido toda fuerza. Ciana termina por cerrar los ojos dejándose llevar por la emoción del momento.En lo que Phil roza sus labios todo su cuerpo se hizo nada, aquel contacto fue tan electrizante que ella no supo más de sí misma, simplemente se rindió al beso.Al sentir que Ciana no objeto ante el beso, Phil estrecha un poco más su cintura afianzando el beso. Seguidamente hace girar el cuerpo de Ciana dirigiéndola hacia el sofá de su oficina, con sumo cuidado recuesta su cuerpo sobre el mueble y de la misma manera él se sitúa sobre ella.Phil se acomoda entre medio de las piernas de Ciana situando una de sus manos sobre la cintura
—Sí, tendrán que dividirse muchas cosas. No creo que el señor Phil este tan dispuesto a eso.—¿De qué hablas?—Los bienes Ciana, la empresa, las mansiones, los coches… todo lo que tengan de bienes tendrán que dividirlos si llegan a separarse.Ciana cae en cuenta de que su amiga tiene mucha razón en todo, ellos dos compartían muchas cosas.—La empresa sufriría una perdida muy grande si se separa Phil de su esposa.—No había pensado en esto.—La situación es complicada, hay mucho en juego.Era un asunto delicado, no se trataba simplemente de Mónica, George y de ella… la empresa y su economía también. Quizás estaba siendo egoísta por desear su felicidad a costa de otras cosas.Ciana parpadea reiteradas veces pensando que lo mejor era mantenerse alejada de Phil, estar a su lado era complicado, era casado y con tantas responsabilidades encima. Cualquier persona con tres dedos de frente pensaría en lo más sensato y aquello era no dejar todo lo que tenía por una amante.—Deberías no hacerte
—Ya te dije que no intentes amenazarme, no conseguirás nada bueno con eso —responde dejando la copa sobre la mesa —. Es evidente que no lograre llegar a un acuerdo contigo de manera pacífica.—No, no lo conseguirás.—Me obligas a acudir a otros métodos Mónica.—Estoy lista para darte guerra mi querido esposo, pero de mí no te desharás tan fácil.Phil observa que su mujer sonríe mientras que toma su copa para darle un sorbo al vino, en su mirada podía ver reflejado aquel brillo marioso y ambicioso que la caracterizaba. La pelea seria dura.[…]Ciana se acuesta en la cama en compañía de su hijo, lo ve dormir plácidamente mientras que sonríe un poco. Cubre su cuerpo con la manta para luego llevar la mirada hacia el techo, la fija y piensa en lo que podría estar haciendo Phil a esa hora de la noche.Se daba cuenta de que no le importaba a ese hombre, no se preocupó por llamarla, ni por explicarle absolutamente nada, y ese hecho le dolía profundamente. Había creído en él, pero todo era men
El silencio de Phil la preocupo mucho y a la vez la decepciono puesto que sabía lo que él estaba callando. Era claro que había estado teniendo s3xo con su mujer, y de solo imaginarlo con ella en la cama la enfermaba.Ciana cierra los ojos y trata de mantener la cordura, pero la verdad es que le estaba resultando bastante difícil.—Anoche estuve bebiendo un poco, no sé qué fue lo que sucedió, pero…—No digas una sola palabra más —Ciana lo detiene antes de que dijera otra cosa más y terminara por lastimarla aún más —. No quiero que me digas nada, por favor no hables más.—Ciana, no sé cómo es que sucedió, te juro que…—¡Cállate! —A ella se le quiebra la voz, sin embargo trata de respirar y mantener la compostura —. Si no necesita nada referente al trabajo entonces dejemos la conversación, tengo trabajo que hacer.Dichas aquellas palabras ella cuelga la llamada sintiendo que su corazón se partía en miles de pedazos. Su amiga tenía mucha razón, Phil jamás iba a dejar a su mujer, era evide
Esa mañana Phil finiquitaba unos asuntos en su oficina para liberar tiempo para conversar con Ciana, a pesar de todo lo que ella dijera no pensaba rendirse.De pronto alguien toca la puerta de su oficina que lo hace fruncir el ceño, Ciana siempre entraba sin esperar su autorización.—Pase.En eso ve al mensajero y aquello le extraño aún más…—Disculpe señor Harper, le traigo una encomienda de planta baja.—¿Qué? —pregunta mientras que toma el sobre inmediatamente —. ¿Qué es esto?Abre el sobre que viene de recursos humanos y comienza a leer la información escrita, de manera inmediata los ojos de Phil se ensancharon enormemente.—Mierda…Con aquella única palabra se pone en pie y con el papel en la mano se dirige hasta la salida, en cuanto abandona la oficina observa el escritorio de Ciana. —¿Dónde carajos esta? —frunce aun má el ceño.Se percata de que el escritorio carecía de objetos personales y aquello le preocupo, así que se encamina hasta planta baja para ver si ella se encontra
Sin haber podido dormir toda la noche, Mónica esperaba impaciente por una respuesta. Mira la hora en su reloj sintiendo más angustias que cuando se levantó de la cama.—Señora Harper, aquí está su resultado.—¡Finalmente! —dice abriendo el sobre con exasperación, en cuanto leyó el contenido ensancha la mirada —. ¡Mierda! —se pone en pie rápidamente y sale de aquel lugar.[…]Le costaba mucho trabajo concentrarse en el trabajo, su mente se encontraba ocupada en Ciana y su hijo. No sabía dónde estaban, si se encontraban bien, le preocupaba mucho la condición de ambos.Es que no entendía porque ella se quiso ir de ese modo. Niega mientras que observa por el gran ventanal de su oficina.De pronto la paz que reinaba en su oficina se vio arruinada por la voz de su mujer.—Qué bueno encontrarte aquí, últimamente ya no se te ve la cara.—¿Qué quieres Mónica?—Han pasado 4 días y no has venido a la empresa, ¿se puede saber que has estado haciendo? ¿Acaso verte con esa mujer es más importante
Al día siguiente Dorelis teclea en el ordenador un informe que debía entregarle a su jefe, con apremio intentaba terminar rápido el documento cuando de la nada la presencia de una figura la desconcierta.La joven levanta la mirada para ver a Mónica delante de ella, Dorelis se sorprende ya que hacía un mes que su jefe no visitaba la compañía.—Señora Mónica.—¿Mi marido se encuentra en su oficina?—Sí, señora.—Tráeme un café con mucha leche y azúcar, este embarazo me tiene con los nervios de punta.En lo que Mónica va de camino a la puerta Dorelis la observa con asombro, ¿embarazo? Se preguntó para sí misma, ¿acaso había oído bien? En cuanto su jefa se encerró en la oficina Dorelis suelta el aliento.—¿La señora Mónica y el señor Phil esperan un bebé? —susurra esas palabras.Le costaba creer que lo que había oído fuese cierto, entonces todo lo que Ciana le contó era cierto. El señor Phil y su esposa llevaban una vida de casados totalmente normal.[…]—Hola querido, que bueno encontrar
—Eres una desvergonzada y mal agradecida, te dimos todo y nos pagaste con un embarazo de un hombre que ni conocías, ¿Qué querías que hiciéramos?—Apoyarme —dice entre lágrimas —. Los padres apoyan y tratan de guiar por el camino correcto a sus hijos.—Nosotros no apoyamos a hijas sinvergüenzas, no te mereces nada. Y no esperes que tu padre y yo queramos a ese niño sin apellido. Eres una vergüenza para nosotros Ciana, y será mejor que vayas pensando pronto en irte, porque los hijos de tu prima necesitan la habitación.Dicha aquellas palabras su madre sale del cuarto lanzando la puerta de un portazo, ella observa a su hijo notando que no lo despertó. Ciana vuelve a tomar asiento mientras que no para de llorar.No ganaría nada con eso, pero al menos se desahogaba.Haber regresado a la casa de sus padres había sido un error, pero hubiera sido el peor error de su vida si hubiese continuado en la empresa de Phil. La verdad se iba a descubrir en cualquier momento y ella no quería ese tipo de