Sofía le dedicó a Darryl una suave sonrisa mientras él reflexionaba sobre eso. “La Maestra de Palacio también me asignó para que me encargara de sus comidas y alojamiento. No voy a cometer ningún error”.

Hacia el final, el rostro de Sofía se enrojeció ligeramente.

‘¡M*erda!’.

Justo entonces, Darryl pareció entender algo y agitó sus manos torpemente. “Ehh... esa segunda parte no será necesaria. Solo tienes que ser mi Asistente de Elixir”.

El pecho de Darryl palpitó con sorpresa.

Sofía era hermosa y Darryl comprendía las intenciones de la Maestra de Palacio de dejarlo pasar un buen rato aquí con buena compañía para que pudiera dar lo mejor de sí mismo ayudando a la División del Yang Puro a fabricar sus píldoras.

Sin embargo, Darryl no era de allí. Eventualmente se marcharía. Bajo esas circunstancias, ¡cómo podría empezar algo con Sofía!

“¡Sí, Maestro de Secta!”, dijo Sofía obedientemente.

Después de pensarlo mejor, Darryl dijo: “Además, en el futuro, a menos que sea un asunto urg