'¡Maldita sea! Yo había sido capturado por el Culto Celestial en su villa el otro día. ¡Parece que aún está molesta conmigo!', pensó Darryl.

“Señorita Newman, de verdad necesito un favor de su parte. Es cuestión de vida o muerte”, él suplicó.

Aunque no conocía a Circe por mucho tiempo, sabía que ella tenía un corazón bondadoso bajo su fría fachada. Si no, ella no se habría disculpado con él por el incidente telefónico.

"¿Cuestión de vida y muerte?", Circe respondió.

Mientras tanto, Evelyn sonrió, pensando en que Darryl levantaba sospechas: “¡Oh, deja de actuar! Puedo ver que solo estás tratando de acercarte a Circe, ¿cierto? ¡Ni siquiera te atrevas a fantasear con eso, imbécil! ¡Piérdete y deja de arruinar nuestro día!".

Evelyn se sintió mejor después de abofetearlo, pero su rostro aún la molestaba.

Darryl no respondió y siguió mirando a Circe con sinceridad.

Al ver a Darryl quedarse ahí parado, Evelyn dijo: “¿Por qué sigues aquí? ¿No te da vergüenza? ¿Esa bofetada no fue