Eran las cuatro de la mañana cuando empezó a lloviznar y Darryl volvió a dormirse. Esta vez, soñó de forma intermitente y vagamente sintió que alguien le pateaba la pierna.

De repente se despertó y miró hacia arriba para ver a Dax de pie junto a la puerta mirándolo con una gran sonrisa en su rostro.

“¿Darryl? ¿Estás tratando de hacerme reír haciendo como si fueras mi guardaespaldas? ¡Jaja!" Dax se rio, balanceándose hacia adelante y atrás.

En ese instante, los ojos de Darryl se llenaron de lágrimas mientras hacía todo lo posible por contenerlas.

'Él estaba vivo. ¡Dax estaba vivo!', pensó Darryl.

Se levantó de un salto inmediatamente y abrazó a Dax con mucha fuerza en sus brazos.

"Diablos. ¡Por qué me abrazas!", dijo Dax con una mirada de disgusto, pero no podía contener la sonrisa en su rostro. Le dio un puñetazo en el pecho a Darryl y se rio: "¡Está bien, estoy vivo! ¡Jaja! ¡Aún sigo vivo! ¡Jajaja!".

Darryl también se echó a reír. Los dos hombres se miraron sin hablar mi