Darryl sonrió pero permaneció en silencio. Él estaba acostumbrado a los regaños de Samantha.

Al ver cómo la ignoró, Samantha se enojó aún más. “¿Cómo te atreves a reír tan descaradamente? ¡No debería haber dejado que te casaras con mi hija! Mira a los otros yernos; tienen éxito y son ricos. ¿Y qué hay de ti? ¡Si pudieras ganar al menos diez mil al mes, no habría tenido que vender la mansión!".

Lily se mordió el labio. "Madre, detente". Ella trató de defender a Darryl.

Samantha se volvió hacia Lily. “Lily, ¿qué te pasa? ¿Por qué lo amas tanto? No me importa, te divorciarás de él mañana".

Fue por él que ella se encontraba en esta situación ahora.

Todos miraron a Darryl y agitaron la cabeza. Todos habían oído que Samantha tenía un yerno inútil.

Lily seguía mordiéndose el labio. Ella intentó cambiar de tema. "Madre, ¿cómo pudiste confiar en estos planes financieros?".

Para recuperar quinientos en siete días con una mera inversión de diez mil, era claramente una estafa.

Darryl suspi