Los elogios no significaron nada para la Madre Abadesa Serendipia. Ella creció en la secta Emei y se crió con un fuerte sentido de la justicia inmerso en ella. El mal no tenía lugar en su vida.

Cuanto más pensaba, más furiosa se ponía. Ella miró a Drake y gritó, “Los Darby son una familia legendaria. Quién diría que una familia tan estupenda podría producir un fracaso como Darryl. No se preocupe, no dejaré que Darryl siga con su maldad. Eliminaré esa plaga”.

Drake miró agradecido a la Madre Abadesa Serendipia. Él asintió con fuerza.

¡RING! ¡RING!

Al mismo tiempo, sonó un teléfono. Uno de los seguidores de Emei se acercó a la Madre Abadesa Serendipia y dijo respetuosamente, “Maestra, es de la Hermana Megan”.

“Hola, Megan”, dijo la Abadesa con suavidad.

Entre todas las seguidoras, la Madre Abadesa Serendipia quería más a Megan. Incluso había considerado a Megan como su sucesora en el futuro.

Megan estaba un poco agitada mientras preguntó, “Maestra, sé que ha estado atrapada como u