Xavier la ignoró. Agarró la mano de Lily y sonrió con suficiencia. “Lily, no seas tímida. Solo me estoy asegurando de que mis alumnos estén bien, eso es todo. Tómalo”.

Le empujó la bolsa a ella. Lily entró en pánico mientras su rostro se sonrojaba y murmuró, “Señor Xavier, por favor suélteme. No...”.

Los ojos de Darryl se encendieron. Ya era bastante malo que tuviera que pasar por bromas y burlas esta mañana, ahora ese desgraciado pervertido estaba acosando a su esposa. ¡Ya tenía suficiente!

“¡Quita tus sucias manos de ella!”, él gritó, empujando a Xavier a un lado.

Xavier casi pierde el equilibrio mientras le gritó, “¡Eres tú de nuevo! ¡No te he vengado la última vez!”.

En la última clase de Educación Física, Xavier se puso celoso de que Lily, Yvonne y Circe hablaran con Darryl. Le arrojó el balón de baloncesto, pero Darryl le pidió que se disculpara. Si no fuera por la Señorita Katherine que los detuvo a tiempo, le habría dado una paliza a Darryl.

Xavier apretó el puño, un aura