Una sonrisa apareció en los labios de Donoghue. Le había mentido a Florian diciéndole que Yumi había muerto no porque le tuviera miedo, sino porque acababa de convertirse en Emperador y necesitaba talentos a su servicio. No había necesidad de terminar estancado con Florian.

“¡Cariño mío!”. Florian se estremeció y gimió; su visión se oscureció y casi se desmaya. “¡Susan, esa p*rra!”. Un segundo después, Florian pensó en algo repentinamente. Apretó los puños y los dientes y dijo: “Si ella mató a mi esposa, entonces yo debo matarla a ella. La mataré personalmente”.

Los ojos de Florian estaban inyectados en sangre mientras lo decía. Todo su cuerpo estaba lleno de intenciones asesinas. No tenía idea de que Donoghue lo había engañado por completo. Yumi no estaba muerta sino encerrada en una habitación privada del palacio.

¡Hahh!

Donoghue suspiró mientras convencía a Florian. “Entiendo tus sentimientos en este momento, pero Susan no puede morir ahora. Necesito que atraiga a Darryl aqu