'¿Qué?'. La mente de Ambrose zumbaba como si hubiera sido golpeado por un rayo. Él volteó la cabeza para mirar a Eira, quien estaba profundamente dormida en un profundo sueño.

‘¿Eira es mi media hermana? ¿Cómo puede ser esto? ¡No! Esto no es verdad; esto debe ser la mala intención de Megan al decir eso para que ella pueda verme sufrir. Me está tomando el pelo para avergonzarme’.

Por un momento, Ambrose estaba enfurecido y gritó a la puerta de piedra. “¡Cállate! Nunca te perdonaré si sigues hablando tonterías”.

‘¡Eira no puede ser la hija de Darryl! No...’. Ambrose tenía un plan la noche anterior. Si lograban irse del Monte Emei, él llevaría a Eira y a su madre de regreso al Palacio del Nuevo Mundo. Luego, le diría al Señor Kenny que les permitiera casarse para que pudieran vivir felices juntos. La noticia llegó tan de repente que la mujer a quien amaba era su hermana menor... ¡Ambrose no podía aceptar la impactante verdad!

“Su Alteza”. Megan lucía encantada mientras decía lentam