El Perro Celestial Aullador gimió mientras el chile en polvo estimulaba sus sentidos. Entonces, su enorme cuerpo se arqueó repentinamente y cayó pesadamente al suelo, donde continuó rodando. El Perro Celestial Aullador no era una bestia divina, después de todo. Era considerablemente más fuerte que las otras bestias encantadas en el mismo reino, y su truco único era su excelente habilidad de rastreo. Pang Tong tenía razón; el Perro Celestial Aullador solo podía rastrear cosas a través de su sensible nariz, así que su nariz era su fuerza y ​​también su debilidad. El chile en polvo era más tortuoso que las heridas abiertas. Darryl se rio entre dientes mientras aplaudía; su estado de ánimo había mejorado.

‘¿Y qué si eres el Perro Celestial Aullador de Yang Jian? Ni siquiera puedes luchar contra mi botella de chile en polvo’.

‘¿Qué?’. Chang Er estaba atónita; no podía creer lo que veía. ‘Ese es el Perro Celestial Aullador de Yang Jian. Incluso yo le tenía miedo cuando se volvió loco, pe