”¡Está bien!”, Debra asintió y aparentemente estaba convencida. ‘Así que, tuve un accidente y perdí la memoria. Bueno, eso explica por qué no puedo recordar nada’. Debra pensó sobre eso antes de hablar respetuosamente a Venus: “Encantada de conocerla, Maestra”. Su personalidad no había cambiado a pesar de que no tenía idea de su pasado. Debra era una mujer sensata y bien informada. Cuando se enteró de que Venus era su maestra, ella admiraría a Venus y la trataría con respeto. Venus asintió con aprobación y sonrió cuando Debra finalmente la vio como su Maestra.

“Debra, deberías descansar. Recuerda quedarte en el valle y no te vayas sin mi permiso”. Venus lucía tranquila cuando dijo eso casualmente, pero estaba indescriptiblemente emocionada.

‘Eso es genial. Le hice pensar a la famosa Maestra de la Secta Artemisa del Gran Este que soy su Maestra sin mucho esfuerzo. Será más fácil para el Valle Olvidado expandirse en el futuro con alguien como ella como una de mis discípulas.

Debra