Isabella, por fin abrió los ojos casi a las doce del día, el día de su boda había sido agotador física y emocionalmente, eso además de las copas de champaña y lo que había pasado con su esposo, fueron la vida de su extremo cansancio— Sus bellos ojos azules se abrieron como dos soles que salen al amanecer, ella se quiso mover pero sentía que su intimidad dolía un poco, de tocó el cuerpo que estaba cubierto por una suave sábana, ella estaba desnuda¡Carajo! ¡fue real! — gritó la bella joven, su rostro parecía un poema, alguien que la observaba de cerca reía — Buenos días esposa, para ser nuestra primera noche juntos no estuvo tan mal ¿verdad? — se escuchó la voz de un sarcástico Valentino, el empresario que ya no se pudo dormir, estaba sentado en su silla de ruedas esperando a que Isabella despertara— ¿Qué... yo? ¡dios mío, tuve mi primera vez contigo! — la chica se llevó las manos al rostro para cubrirlo, esa a bastante avergonzada, ellos no tenían una relación donde se sintiera en
El apuesto empresario salió del baño secándose el caballo, ya llevaba puesto un boxer un shorts y una camisa cómoda, todo de exclusiva marca por supuesto, pudo ver cómo su nueva esposa parecía un pequeño gato montez enojado, pero estaba hambrienta lo que la hizo tomar una fresa y comerla—Los labios rosas de Isabella al comer la dulce fruta se volvían más antoja les para el hombre, pero sabía que su condición no era del todo buena, no podía excederse y el sentirse limitado lo frustraba , de pronto su rostro se endureció de nuevoQué descortés de tu parte no ofrecerle fruta a tu esposo, no te quita nada ser considerada — dijo el malhumorado hombre a la confundida joven— Oh, lo siento, ¿quieres que te ponga un poco de fruta en un plato? — Isabella, pensó que si había sido desconsiderada por qué el hombre estaba impedido de las piernas, estaba molesta con él, pero si discapacidad era otra cosa—¿Si no es demasiada molestia para ti? — respondió seco el joven empresario— Después de servi
La bella Isa, entró a hurtadillas a la pequeña pero elegante casa, ya estaba oscureciendo y con las luces apagadas no se veía casi nada, ella sostenía en sus brazos al cachorro Teodoro, el perrito parecía estar asustado y permanecia callado pero la imponente voz de Valentino los hizo temblar a los dos—¡¿Qué son estas horas de llegar, Isabella?! ¿estoy pintado o muerto para ti?! — el hombre que había encendido la luz, estaba sentado en la silla de ruedas como usualmente se encontraba, pero además si atractivo rostro de encontraba bastante tensoEl empresario, estuvo de acuerdo en que su esposa saliera a dar un paseo, pero el supuso que serían un par de horas a lo mucho las que se demoraría, pero pasaron tres, cuatro, seis y hasta las ocho horas después de haberse marchado había llegado como los ninjas, entrando de puntitas y tratando de pasar desapercibidoLa razón de su grande enfado es por qué pensó que había escapado, que se había atrevido a huir de él, cuando una noche antes le ha
Todo era nuevo para Valentino, sus emociones, esas que había tenido reprimidas por meses, quería salir de él incluso sin su permiso, — ¿Qué no se suponía que el abuelo y mi madre, habían elegido a una esposa dispuesta y obediente? apenas le quito los ojos de encima y ya está de paseo con el vecino, es intolerable ese comportamiento, iré a decirle que no se lo voy a permitir Mientras Isabella, se duchaba y se movía por el cuarto de baño poniéndose crema y peinandose el cabello, el cachorro la perseguía jugueteando con ella, cundo quiso comerse el papel de baño, la bella Isa, lo tuvo que sacar, si se enfermaba por esa razón, Romeo se enfadaríaCon lo que Isabella, no contaba, era con que el 🐕 teodoro, era un diablillo disfrazado de ángel, por más que Romeo, lo intentaba educar y entrenar para que no anduviera destrozando las cosas, el perrito terminaba haciendo lo que quería— Valentino iba entrando a la habitación, cuando vió que el cachorro había tomado uno de sus costosos mocasine
Isabella le preparó dos deliciosos sandwiches de pavo a su exige te marido, de preguntaba cómo demonios es que había pavo en la nevera, pero después recordó con quién se había casado y no le pareció tan descabellado— Quisiera beber un café con leche sin azúcar, pidió el hombre sin temblor en su voz, cómo si estuviera habituado a ordenar a todo el mundo— ¿Algo más, jefe? Isabella, rodó los ojos, no le molestaba hacer un par de sándwiches, lo que le molestaba era la actitud del empresario, en verdad que tenía mal carácter, ¿así quién lo iba a aguantar?— ¡Es lo menos que merezco después de que me dejaste aquí solo todo el día sin comer! bramó el hombre, más el ladrido del cachorrito Teodoro, interrumpió el comienzo de la peleaEl alargado perrito le movía la cola al hombre que comía el sándwich para que le convidara un poco, su desarrollado olfato le dijo que ahí había un delicioso pollito, y venía a ver si le daban un poco, inocente teodoro, ¿que no ves que el hambriento señor no lo
Desde ese día , el empresario que estaba acostumbrado a levantarse temprano, iba a la cocina y se servía el cereal el mismo, ya esperaba a Isabella, para desayunar, estaba bastante claro cuál había sido su elección, y está era que su esposa no le prepararse el desayuno— Los días pasaron, Valentino e Isabella, comenzaron a hacer cosas juntos, salían al jardín a pasear a Teodoro, el perrito salchicha de estaba adaptando a la pareja muy rápido, si Romeo lo viera como le movía la cola feliz a Isabella, seguro se ponía celosoEl empresario ya estaba tolerando más la presencia del salchicha, y es que en realidad Teodoro, era muy simpático, muy cariñoso y obediente, de niño él siempre había querido tener un perrito, pero su padre no se lo permitió, dijo que debía concentrarse en sus estudios y que un cachorro le quitaría tiempo— Para el octavo día que pasó, Teodoro, ya de paseaba por todas partes en las piernas de Valentino, se habían vuelto casi amigos, solo que el empresario seguía tenien
Los recién casados llegaron a la mansión Lombardi, dónde el viejo amo Demian y su nuera Melina, los esperaban gustosos, Isabella, era una joven muy hermosa, su blanca piel, sus ojos grises, su largo cabello que acababa en ondas y su bellísima sonrisa, la hacía ser el centro de atención en donde quiera que llegara— La bella Isabella, estaba diferente, su mirada tenía un brillo especial, sus labios estaban ligeramente hinchados por la sesión de besos que Valentino, le había dado en el avión, el intercambió para traer con ella a Teodoro, le iba a costar bastante, el empresario era un hombre joven, con un gran impetu y su esposa era su lugar favorito, dónde se volvía a sentir como un hombre de nuevoIsabella, era inexperta en las artes del amor por eso es que no llegaba a comprender lo que para un hombre en las condiciones de Valentino, significaba poder disfrutar de una mujer, sobre todo de una mujer tan hermosa que le había entregado su pureza— En el fondo Valentino, agradecía a su abu
En la mansión, Lombardi, como todos los días, Valentino, se había despertado temprano, a diferencia del bungalow del hotel en México, aquí si había más de unas docena de sirvientes que estaban a su completa disposición, no es que no los pudiera pagar allá, era que quería tener privacidad con su esposa, no quería miradas curiosas a su alrededor preguntándose si iba a ser capaz de consumar el matrimonio— El terapeuta físico Dan Gray, llegaba para realizarle la terapia, ya eran muchos los días que la había dejado de hacer y era de suma importancia que la retomara, su rehabilitación dependía mucho de esoCuando Valentino, recibió la terrible noticia de que sus piernas habían quedado seriamente lastimadas en el accidente de auto que sufrió, el mundo se le vino encima, deseó meterse en el agujero más negro de la tierra y no volver a salir de ahí nunca más, ni siquiera había podido escuchar las palabras del médico, el hombre estaba devastadoAhora que tenía una motivación con su reciente ma