Jade apretó las manos sobre sus muslos. Después de lo que le había dicho se sentía verdaderamente avergonzada. No había planeado que aquello se tornara de esa manera. Ahora tenía que atenerse a las consecuencias. Su mente empezó a procesar demasiadas cosas. Vinculados y solos en una misma habitación, ella con los impulsos de tocarlo, solo podía significar una cosa.
-Es para que estés segura- escuchó decir a Vladek interrumpiendo así sus pensamientos.
Jadeaba. El dolor no era constante, solo venía en oleadas que desparecían. Aun así Izen la terminó de llevar hacia su habitación dejándola sentada en la cama.Se paseó por el cuarto de un lado a otro sin saber qué hacer. Podría ir a descansar pues estaba agotado pero no quería dejar a la humana sola ¿Y si se ponía peor? No es que él pudiera hacer mucho.Un fuerte estruendo iluminó la vieja ventana cubierta por una leve tela de gasa. Afuera se escuchaba las gotas romper contra las paredes y la madera. La lluvia había comenzado.-Lo que faltaba ahora- protestó Izen. Odiaba la lluvia. No estaba hecho para él, era fría, molesta y húmeda, si, húmeda, como lo decía vulgarmente cada vez que hacía acto de presencia.
Solo, vacío, no había absolutamente nadie en aquel cuarto. ¿Qué demonio?Los vellos de la nuca de Vladek se erizaron. Entró a la habitación, la cama algo desordenada no había sido usada pero no tenía su olor. Por el contrario, la silla a un lado estaba aún caliente. La vieja cortina se agitaba violentamente por la lluvia dejando ver la ventana sin persianas, simplemente un agujero sin nada de seguridad. Se gruñó así mismo, había sido muy descuidado.-Izen- solo murmuró con un tono grave, en menos de un minuto el lobo menor aparecía por la puerta con los ojos rojos pero agitando la cabeza para quitarse el sueño. No era normal que lo llamara de aquella forma.Pero cuando fue a hablar también notó la habitación vacía. Su rostro palideció.-Le juro que la dejé sentado allí mismo- señal&oa
Enterró su rostro en el cuello de Vladek. Al menos en ese momento el hombre era su única ancla. Y su olor fue un gran alivio para ella. El lobo avanzó cada vez con más dificultad. La lluvia solo amenazaba con ser aún más fuerte y sin evidencias de detenerse en algún momento. Ya había perdido hasta su propio rastro por lo que volver en esas condiciones y con la humana en sus brazos calándose hasta los huesos solo empeoraría la situación.Por lo que después de caminar al menos un kilómetro y medio más vio una cabaña con un establo. Parecía vieja y abandonada pero al menos era un techo en el que se podían refugiar. Por primera vez agradeció que algo así se cruzara en el camino. Si fuera él solo podría regresar sin problemas pero no sabía cuánto la chica podría aguantar.Acercándose se percató
Vladek notó el cambio en la reacción de su pareja hacia con él. La sentía ansiosa, nerviosa y confundida en partes iguales. Era natural. Estaba pasando por el proceso de adaptarse a su marca. Había hecho un esfuerzo llenado la habitación con su olor en busca de calmar un poco el austero ambiente y que la mente de la humana se desviara un poco de la reacción de su cuerpo así como del frío que estaba haciendo, aunque sabía que no era la acción más sana. Mientras más fuerte fuera la presencia de él, más los instintos primitivos de Jade se reforzaría.-Deberías descansar un poco, la lluvia no parará en buen rato y no dormiste en toda la noche- Vladek habló como algo normal que debía hacer. Él podía pasar días sin dormir si era necesario pero Jade no lo había hecho y además se había alejado bastante de
Vladek conocía bien aquella reacción por parte del cuerpo de Jade y llevaba esperando que ocurriera. Pasó la mano apartado el cabello mojado del rostro de ella dejando ver su rostro contorsionado en una extraña mueca.-Respira, pasará pronto-A quien quería engañar. Él era un lobo y no precisamente un aficionado en cuanto a creación de vínculos se trataba y sabía perfectamente la manera de aplacar el estado de la humana. Agarró los brazos de ella y la atrajo contra él.Sentándola en su regazo, su delgada espalda recostada contra el pecho masculino y fornido, que ahora se encontraba frío después de estar tanto tiempo al intemperie. Jade dejó salir un gemido lastimero de sus labios y Vladek se encontró utilizando todo su control a flor de piel para no pasarse de la raya.-Tranquila- Vladek continuó acariciando su cabeza y ech&
Los brazos de Jade temblaron cayendo hacia adelante jadeando. Las olas de placer que la recorrieron la hicieron temblar tanto que pensó que se desmayaría. Todo su cuerpo estaba tenso, esperando la liberación pero faltaba algo más, necesitaba más.Vladek sintió la desesperación de ella, él estaba igual. Desplazó la mano hacia el borde de su propio pantalón y lo bajó hasta la mitad de sus muslos dejando su erección por fin libre. Estaba extremadamente duro y las venas se marcaban por todo su pene. El líquido preseminal chorreaba de su glande anunciando que pronto tendría un poderoso orgasmo.Forzó el cuerpo de Jade a poner su torso sobre el heno y levantó su cadera con las rodillas abierta donde rozó su ingle con los suaves montículos femeninos. En ningún momento soltó su nuca, se negaba a hacerlo aun cuando había leves hilos
Vladek se levantó de golpe antes de que atacara nuevamente a la joven y le lanzo su ropa al pecho-Vístete, te espero afuera- él tomó la suya y salió del establo acomodándose los pantalones.Jade se sentó viendo como él salía del granero y frunció el ceño. Que estaba mal con aquel lobo. Después de lo que le había hecho la noche anterior y ahora la trataba así. Pasó la mano por su pecho notando la textura áspera de sus cicatrices y una expresión de dolor se posó en los labios.-Así que era esto- las uñas casi se enterraron en aquella piel que ansiaba arrancarse, la odiaba, la aborrecía. No lo culpó, quien quiere a alguien con este cuerpo- de ser una persona que normalmente estaba de buen humor había pasado a alguien que apenas si se quería.Suspiró y comenzó a vestirse dilatand
Jade siguió a Vladek escaleras arriba sin preguntar mucho. Se mantenía detrás de él mirando hacia los lados con disimulo verificando la enorme cantidad de personas que estaban en la posada y que no recordaba el primer día que habían llegado. Sobre todo era resultado la forma de vestirse de algunos de ellos, cubiertos con gruesas telas oscuras marrones y armas colgando en sus espaldas o caderas. Frunció el ceño preocupada, esperaba que solo fuera paranoilla suya.Su mirada de pronto se encontró con la de uno de ellos, cubierto de pies a cabeza con una capucha, solo dejando su duro rostro con barba. Un escalofrío la recorrió debido a la intensidad de sus ojos. Jade cubrió la distancia que la separaba de Vladek y apretó su mano alrededor de la túnica en su espalda llamándole la atención.
Último capítulo