Solo, vacío, no había absolutamente nadie en aquel cuarto. ¿Qué demonio?
Los vellos de la nuca de Vladek se erizaron. Entró a la habitación, la cama algo desordenada no había sido usada pero no tenía su olor. Por el contrario, la silla a un lado estaba aún caliente. La vieja cortina se agitaba violentamente por la lluvia dejando ver la ventana sin persianas, simplemente un agujero sin nada de seguridad. Se gruñó así mismo, había sido muy descuidado.
-Izen- solo murmuró con un tono grave, en menos de un minuto el lobo menor aparecía por la puerta con los ojos rojos pero agitando la cabeza para quitarse el sueño. No era normal que lo llamara de aquella forma.
Pero cuando fue a hablar también notó la habitación vacía. Su rostro palideció.
-Le juro que la dejé sentado allí mismo- señal&oa
Enterró su rostro en el cuello de Vladek. Al menos en ese momento el hombre era su única ancla. Y su olor fue un gran alivio para ella. El lobo avanzó cada vez con más dificultad. La lluvia solo amenazaba con ser aún más fuerte y sin evidencias de detenerse en algún momento. Ya había perdido hasta su propio rastro por lo que volver en esas condiciones y con la humana en sus brazos calándose hasta los huesos solo empeoraría la situación.Por lo que después de caminar al menos un kilómetro y medio más vio una cabaña con un establo. Parecía vieja y abandonada pero al menos era un techo en el que se podían refugiar. Por primera vez agradeció que algo así se cruzara en el camino. Si fuera él solo podría regresar sin problemas pero no sabía cuánto la chica podría aguantar.Acercándose se percató
Vladek notó el cambio en la reacción de su pareja hacia con él. La sentía ansiosa, nerviosa y confundida en partes iguales. Era natural. Estaba pasando por el proceso de adaptarse a su marca. Había hecho un esfuerzo llenado la habitación con su olor en busca de calmar un poco el austero ambiente y que la mente de la humana se desviara un poco de la reacción de su cuerpo así como del frío que estaba haciendo, aunque sabía que no era la acción más sana. Mientras más fuerte fuera la presencia de él, más los instintos primitivos de Jade se reforzaría.-Deberías descansar un poco, la lluvia no parará en buen rato y no dormiste en toda la noche- Vladek habló como algo normal que debía hacer. Él podía pasar días sin dormir si era necesario pero Jade no lo había hecho y además se había alejado bastante de
Vladek conocía bien aquella reacción por parte del cuerpo de Jade y llevaba esperando que ocurriera. Pasó la mano apartado el cabello mojado del rostro de ella dejando ver su rostro contorsionado en una extraña mueca.-Respira, pasará pronto-A quien quería engañar. Él era un lobo y no precisamente un aficionado en cuanto a creación de vínculos se trataba y sabía perfectamente la manera de aplacar el estado de la humana. Agarró los brazos de ella y la atrajo contra él.Sentándola en su regazo, su delgada espalda recostada contra el pecho masculino y fornido, que ahora se encontraba frío después de estar tanto tiempo al intemperie. Jade dejó salir un gemido lastimero de sus labios y Vladek se encontró utilizando todo su control a flor de piel para no pasarse de la raya.-Tranquila- Vladek continuó acariciando su cabeza y ech&
Los brazos de Jade temblaron cayendo hacia adelante jadeando. Las olas de placer que la recorrieron la hicieron temblar tanto que pensó que se desmayaría. Todo su cuerpo estaba tenso, esperando la liberación pero faltaba algo más, necesitaba más.Vladek sintió la desesperación de ella, él estaba igual. Desplazó la mano hacia el borde de su propio pantalón y lo bajó hasta la mitad de sus muslos dejando su erección por fin libre. Estaba extremadamente duro y las venas se marcaban por todo su pene. El líquido preseminal chorreaba de su glande anunciando que pronto tendría un poderoso orgasmo.Forzó el cuerpo de Jade a poner su torso sobre el heno y levantó su cadera con las rodillas abierta donde rozó su ingle con los suaves montículos femeninos. En ningún momento soltó su nuca, se negaba a hacerlo aun cuando había leves hilos
Vladek se levantó de golpe antes de que atacara nuevamente a la joven y le lanzo su ropa al pecho-Vístete, te espero afuera- él tomó la suya y salió del establo acomodándose los pantalones.Jade se sentó viendo como él salía del granero y frunció el ceño. Que estaba mal con aquel lobo. Después de lo que le había hecho la noche anterior y ahora la trataba así. Pasó la mano por su pecho notando la textura áspera de sus cicatrices y una expresión de dolor se posó en los labios.-Así que era esto- las uñas casi se enterraron en aquella piel que ansiaba arrancarse, la odiaba, la aborrecía. No lo culpó, quien quiere a alguien con este cuerpo- de ser una persona que normalmente estaba de buen humor había pasado a alguien que apenas si se quería.Suspiró y comenzó a vestirse dilatand
Jade siguió a Vladek escaleras arriba sin preguntar mucho. Se mantenía detrás de él mirando hacia los lados con disimulo verificando la enorme cantidad de personas que estaban en la posada y que no recordaba el primer día que habían llegado. Sobre todo era resultado la forma de vestirse de algunos de ellos, cubiertos con gruesas telas oscuras marrones y armas colgando en sus espaldas o caderas. Frunció el ceño preocupada, esperaba que solo fuera paranoilla suya.Su mirada de pronto se encontró con la de uno de ellos, cubierto de pies a cabeza con una capucha, solo dejando su duro rostro con barba. Un escalofrío la recorrió debido a la intensidad de sus ojos. Jade cubrió la distancia que la separaba de Vladek y apretó su mano alrededor de la túnica en su espalda llamándole la atención.
El rostro de Jade estaba muy cerca de el del lobo, tanto que sus respiraciones se entremezclaban. Las manos de Vladek se detuvieron y le tomó todo su autocontrol no hacer nada. La humana era totalmente vulnerable delante de él y no ponía ninguna resistencia.-¿Qué quieres?- su aliento caliente acarició la mejilla de la chica que no podía apartar la mirada de los labios gruesos del hombre mayor.-Yo...- su voz era casi un murmullo.-Tú, te estarás tranquila por el momento- las manos de Vladek le hicieron mirar de nuevo hacia adelante dejándola algo desconcertada- Sé muy bien lo que quieres, espera a que volvamos a mi casa. Me encargaré de atenderte debidamente-Vladek sabía mejor que nadie que Jade quería que la tocara. Se lo imaginaba. Era natural en los primero meses de la unión donde ellos podrían estar teniendo sexo hasta por gusto. Pero no q
El lobo besó primero los omoplatos, el centro de su columna, dejando varias marcas en su camino, cada una recibiendo un leve gemido. Vladek notó que el tiempo se estaba acabando, quería extender más aquello, se estaba excitando con la imagen sumisa de su pareja imagen que nadie antes había puesto con él y eso reconfortó a su parte lobuna. Si solo no fuera por aquellos extraños hombres debajo ya la tendría en la cama comiéndose aquel húmedo y cálido lugar que sus dedos acariciaban, más o era así. Presentía el peligro y no podía dilatar más aquel momento.Dejó que su mano libre se empapara de uno de los aceites y la desplazó hacia adelante buscando uno de sus senos y apretó el erecto pezón. Un gemido lastimero salió de la boca de Jade y dejó caer la cabeza hacia adelante.Vladek reforzó su toque entre los suaves muslos aun cuando quería que estos se enterraran entre las suaves y cálida paredes. Aquello sería la forma más rápido. Estímulo con más fuerza apretando el peque