Todo el camino fue en silencio. Jacob manejando su carro, Alessia a su lado mirando por la ventana y Paul en los asientos de atrás, mirando sus manos y jugueteando con sus dedos sin parar para poder intentar relajarse, pero era casi una misión imposible en esas circunstancias. -Entonces... ¿Paul, no? Tienes una muy prestigiosa empresa. Jacob intenta iniciar una platica para hacer el ambiente más ligero, pero ¿con Paul? Algo así jamás podría suceder... -Si. Respuestas en monosílabos, típico de Paul. -Que interesante, ¿hace cuanto comenzaste a construir ese enorme imperio tuyo?-Jacob medio bromea con Paul pero él no parece corresponderle. -Hace mucho. Alessia exhala un suave suspiro y mira a Jacob de reojo negando con la cabeza lentamente, solamente para advertirle casi en lenguaje de señas que por favor detuviera la platica, ya que Paul no está de buen humor.-Siento mucho lo de tu hija. -Gracias.Un silencio incómodo se formó en el ambiente pero Jacob finalmente captó que Paul
Jacob estaba saliendo de la casa tomado de la mano de Amelia, quien tenía una mirada asustadiza y parecía muy nerviosa, con cualquier ruido saltaba un poco o soltaba un gritito. Alessia salió corriendo del auto para ir apresurada a abrazar a su pequeña niña. Jacob estaba sonriendo orgulloso de su trabajo y se unió al abrazo de ambas chicas para hacerlas sentir más protegidas. En eso Paul llega también muy apresurado con el rostro iluminado al ver a Amelia.-¡Mi niña!-hace a un lado a Jacob y Alessia y abraza a Amelia con mucha fuerza. Amelia sonríe con el rostro lleno de lágrimas de alegría y hace un puchero. -Papi, papi...-murmura todavía llorando y se aferra a Paul como si fuese un koala. Alessia observa la escena con una media sonrisa y siente como su corazón va recuperando su forma poco a poco. El alivio llena su mente y todos esos pensamientos nefastos que había tenido antes se desaparecen. Un par de segundos después, sacan esposada a Hally, quien tiene el rostro sonriente y
Alessia se había quedado a dormir una noche más en la mansión, había querido con todas sus fuerzas dormir con Amelia, pero Paul se la había llevado a su habitación. Y para su propio alivio, no había señales de Haley. Había oído que estaba de viaje y supuestamente era un viaje de negocios, así que podía dormir un poco más tranquila. Sin embargo, había algo que no la dejaba conciliar el sueño por completo.Imaginar todo lo que su pequeña había tenido que pasar la mantenía en constante alerta, pero un sentimiento de culpa lograba abrumar hasta el más mínimo rincón de su mente. Si ella no hubiera ideado todo este plan contra Paul, si ella no hubiera regresado a este país, si ella no hubiera guardado las fotos de Paul y ella juntos... Amelia no habría tenido que pasar por todo lo que pasó. Es una niña muy dulce, muy pequeña y vulnerable que no merecía que se la llevaran. Y allí comenzó a pensar con más profundidad, ¿cuántos niños son raptados a diario? ¿Cuantas veces has pasado en frente
Después de que Jacob atrapara a Alessia en sus brazos, ambos se quedaron mirándose fijamente, sin poder creer lo que acababa de pasar. Alessia se sentía muy agradecida de que él la hubiera salvado de una caída dolorosa, y también muy avergonzada por su torpeza. Jacob se sentía muy feliz de tenerla entre sus brazos, y también muy divertido por su ocurrencia. Ninguno de los dos sabía qué decir, así que solo se sonrieron con ternura. -¿Estás bien? -preguntó Jacob con suavidad, acariciando el cabello de Alessia. -Sí, gracias a ti -respondió Alessia con un suspiro, abrazándolo con fuerza. -No hay de qué, bonita. Eres muy valiente por saltar por la ventana. -No fue tan valiente, fue más bien una locura. -No, fue una locura romántica. Y me encanta que seas así. Jacob se acercó más a ella y le dio un beso suave en los labios. Alessia se estremeció al sentir el contacto y le devolvió el beso con pasión. Se olvidaron por un momento de todo lo demás, solo existían ellos dos y su amor. Des
Ya se había hecho demasiado tarde como para seguir admirando las estrellas, Jacob sabía que debía llevar a Alessia de vuelta a la mansión, sin embargo, eso lo tenía triste y decaído. No quería que esa noche mágica terminara tan pronto. Las horas se habían convertido en delicados segundos. Todo había sucedido demasiado rápido. Habían llegado, se habían besado y de repente el tiempo pasó con demasiada velocidad. No es justo. Los momentos buenos son los más cortos pero los momentos malos suelen tener una larga duración, o quizás, es solo así como lo percibimos. Como momentos eternos. Supongo que, eso sucede debido a que los momentos buenos no queremos que se acaben nunca, pero para los momentos malos no queremos existir y por ende, se convierten en días eternos. -Debemos irnos, bonita. Alessia se toma un segundo para contemplar el cielo estrellado una vez más, luego exhala un suave suspira y mira a Jacob a los ojos con mirada triste. -Lo sé. Así que recogieron todas las cosas y se
-No, no quiero que te detengas-susurra Alessia con mirada suplicante, y comienza a tocar a Jacob de nuevo, pero él está dubitativo entre continuar o parar, sin embargo, Alessia le da la confianza otra vez para seguir. -¿Segura?-le pregunta dudoso y nervioso. Ella asiente completamente segura y le besa con más pasión aun. Así que Jacob la toma de la cintura y la pega contra si, permitiendo que ella sienta todo su calor y su deseo de estar con ella. Jacob acaricia su cintura con los dedos, trazando un camino hasta el borde de sus bragas, al llegar allí, Alessia suelta un suspiro en sus labios y abre la boca ligeramente para respirar, porque con ese simple acción la dejó sin aliento. Jacob la mira de nuevo, pidiéndole permiso para continuar y ella asiente. Así que él le baja con una sola mano las bragas con demasiada lentitud, hasta quitarlas por completo y dejarla expuesta ante él. Ella sonríe por los nervios, y él detiene sus toqueteos para acariciar su rostro suavemente. en un ge
Mientras riega las plantas comienza a pensar seriamente en algo en lo que no había pensado desde hace mucho. En Annie, su mejor amiga. Esa mujer había desaparecido del planeta (no tan literal) de vez en cuando Alessia va al apartamento donde vive para visitar a su hijo y pasar días enteros con él, pero cuando se trata de pasar un poco de tiempo con Annie ella simplemente la evade o se esfuma y ni siquiera le da tiempo de entablar una conversación como antes. La extraña un poco, siente que desde que entró a trabajar a la mansión ella se alejó demasiado, pero no sabe exactamente cual era la razón. Ya que a pesar de trabajar muy duro y pasar por situaciones dolorosas, Alessia la siguió frecuentando y visitando como antes. De vez en cuando la invitaba a algún café o simplemente a pasar por alguna vereda, pero Annie siempre tiene una excusa nueva. ¿Pero por que? Así que decide llamarla para saludarla y saber sobre su hijo. Ring... Ring... Ring...-¿Hola? La voz de Annie suena a tra
Annie mira detrás de su espalda para ver a ambos niños jugando y riendo felices, así que suspira y mira a Alessia de nuevo con nerviosismo evidente. ¿Qué explicación va a darle si no tiene ninguna razonable? Sin embargo, cierra la puerta detrás de sí y enfrenta a Alessia con una de sus peores excusas. -Es que he estado enferma-finge estornudar y sorbe por la nariz con fuerza, pero Alessia sabe que ella está fingiendo-. ¿Ves? Solo no quería contagiarte. -Annie, estuve contigo cuando te dio viruela, cuando te ha dado gripe, cuando has tenido alergias, ¡¿y crees que me voy a creer una estupidez como esa?!-exclama Alessia llena de incredulidad e indignación. Es increíble que su mejor amiga crea que puede verle la cara de tonta. -Ay, por favor. Es la verdad, me creas o no-Annie responde y se cruza de brazos fingiendo estar molesta también, pero lo cierto es que está llena de miedo, no quiere que Alessia descubra todo lo que ha hecho en su contra. -Si no me dices tú misma que es lo qu