Ya se había hecho demasiado tarde como para seguir admirando las estrellas, Jacob sabía que debía llevar a Alessia de vuelta a la mansión, sin embargo, eso lo tenía triste y decaído. No quería que esa noche mágica terminara tan pronto. Las horas se habían convertido en delicados segundos. Todo había sucedido demasiado rápido. Habían llegado, se habían besado y de repente el tiempo pasó con demasiada velocidad. No es justo. Los momentos buenos son los más cortos pero los momentos malos suelen tener una larga duración, o quizás, es solo así como lo percibimos. Como momentos eternos. Supongo que, eso sucede debido a que los momentos buenos no queremos que se acaben nunca, pero para los momentos malos no queremos existir y por ende, se convierten en días eternos. -Debemos irnos, bonita. Alessia se toma un segundo para contemplar el cielo estrellado una vez más, luego exhala un suave suspira y mira a Jacob a los ojos con mirada triste. -Lo sé. Así que recogieron todas las cosas y se
-No, no quiero que te detengas-susurra Alessia con mirada suplicante, y comienza a tocar a Jacob de nuevo, pero él está dubitativo entre continuar o parar, sin embargo, Alessia le da la confianza otra vez para seguir. -¿Segura?-le pregunta dudoso y nervioso. Ella asiente completamente segura y le besa con más pasión aun. Así que Jacob la toma de la cintura y la pega contra si, permitiendo que ella sienta todo su calor y su deseo de estar con ella. Jacob acaricia su cintura con los dedos, trazando un camino hasta el borde de sus bragas, al llegar allí, Alessia suelta un suspiro en sus labios y abre la boca ligeramente para respirar, porque con ese simple acción la dejó sin aliento. Jacob la mira de nuevo, pidiéndole permiso para continuar y ella asiente. Así que él le baja con una sola mano las bragas con demasiada lentitud, hasta quitarlas por completo y dejarla expuesta ante él. Ella sonríe por los nervios, y él detiene sus toqueteos para acariciar su rostro suavemente. en un ge
Mientras riega las plantas comienza a pensar seriamente en algo en lo que no había pensado desde hace mucho. En Annie, su mejor amiga. Esa mujer había desaparecido del planeta (no tan literal) de vez en cuando Alessia va al apartamento donde vive para visitar a su hijo y pasar días enteros con él, pero cuando se trata de pasar un poco de tiempo con Annie ella simplemente la evade o se esfuma y ni siquiera le da tiempo de entablar una conversación como antes. La extraña un poco, siente que desde que entró a trabajar a la mansión ella se alejó demasiado, pero no sabe exactamente cual era la razón. Ya que a pesar de trabajar muy duro y pasar por situaciones dolorosas, Alessia la siguió frecuentando y visitando como antes. De vez en cuando la invitaba a algún café o simplemente a pasar por alguna vereda, pero Annie siempre tiene una excusa nueva. ¿Pero por que? Así que decide llamarla para saludarla y saber sobre su hijo. Ring... Ring... Ring...-¿Hola? La voz de Annie suena a tra
Annie mira detrás de su espalda para ver a ambos niños jugando y riendo felices, así que suspira y mira a Alessia de nuevo con nerviosismo evidente. ¿Qué explicación va a darle si no tiene ninguna razonable? Sin embargo, cierra la puerta detrás de sí y enfrenta a Alessia con una de sus peores excusas. -Es que he estado enferma-finge estornudar y sorbe por la nariz con fuerza, pero Alessia sabe que ella está fingiendo-. ¿Ves? Solo no quería contagiarte. -Annie, estuve contigo cuando te dio viruela, cuando te ha dado gripe, cuando has tenido alergias, ¡¿y crees que me voy a creer una estupidez como esa?!-exclama Alessia llena de incredulidad e indignación. Es increíble que su mejor amiga crea que puede verle la cara de tonta. -Ay, por favor. Es la verdad, me creas o no-Annie responde y se cruza de brazos fingiendo estar molesta también, pero lo cierto es que está llena de miedo, no quiere que Alessia descubra todo lo que ha hecho en su contra. -Si no me dices tú misma que es lo qu
-Mami, ¿por qué nos fuimos de la casa de la tía Annie? ¡Ella es mi tía favorita mami!-chilla Amelia comiendo de su helado y Alex le da un pequeño golpecito con el codo intentando callarla. Parece que Alex entiende mejor la situación que su hermanita-. ¡Auch!-Alex...-Alessia dice su nombre en tono de advertencia-. No le pegues a tu hermana. Alex baja la mirada y hace una mueca de fastidio. -Okay, mamá... lo siento. Minutos más tarde, ya se terminaron sus helados y ahora ambos están cantando una divertida canción que Alessia les solía cantar siempre antes de dormir. Pero esta vez no tenía tantos ánimos. Sólo podía pensar en dónde dejaría a Alex, su preocupación era tanta que aveces las lágrimas caían solas por su rostro pero se las limpiaba de inmediato para que sus hijos no la vieran en ese estado. Por suerte, ellos estaban muy ocupados hablando sobre una ardilla que habían visto en un árbol hace unos minutos, así que no le hacen caso al estado de ánimo de mamá. Es duro ser madre
-¿Qué pasa, cariño?-Alessia está acomodando algo en su closet, así que se gira para ponerle atención a lo que su hijo le pregunta. Al ver la foto que tiene entre sus manos, ella medio sonríe y kuego se ruboriza, pero intenta disimularlo lo mejor posible para que Alex no lo pueda notar. -¿Por qué pones esa cara, mamá? -Es un amigo, cariño-le afirma aunque está evadiendo la verdad.Ella todavía no está lista para contarles a sus hijos que esta intentando tener una relación con otra persona, los conoce perfectamente. Saben que están aferrados a esa esperanza de que ella y paul regresen, ¡pero eso jamas pasará! Alessia ya no quiere estar más nunca con él, y ni siquiera quiere verlo. Y mucho menos después de la noche tan mágica que pasaron juntos, sin embargo, conoce a sus hijos, son igual de tercos que Paul y sabe perfectamente que ellos están planeando algo. Lo había visto en sus miradas cuando les confesó que su padre tiene una nueva familia que atender, había visto ese brillo que lo
Ya había transcurrido una larga semana y nadie se había percatado de la existencia de Alex en la mansión. Él sólo salía por las noches cuando todos dormían y al mediodía cuando Alessia sabía que a esas horas Paul y Haley salían a almorzar con las niñas. A Alex le encantaba vivir en la mansión, se la pasaba diciendo que era vivir como en un cuento de hadas, ya que la mansión era tan grande que tenía la apariencia de un castillo. Sus palabras, no de Alessia. Era muy lindo poder tener a sus dos hijos juntos de cierta manera, no estaban juntos quizás de la forma en la que ella hubiera esperado pero no podía pedirle más al universo. El universo ya debe estar harto de ella y de sus absurdas peticiones diarias. También hacia una semana que no veía a Jacob. Él quiso dormir de nuevo en la mansión después de pasar esa noche juntos pero Alessia no se lo permitió, por supuesto que le dio una buena explicación y él la entendió a la perfección. Ahora sabía que alessia estaba con sus 2 hijos, al
Ya comenzaba a hacerse de noche en la ciudad, casi se acerca la hora de salir con Jacob y Alessia todavía no se lo contaba a su hijo. ¿Oops?Pero no fue a propósito, es solo que al estar acostada entre esas suaves cobijas se quedó un rato dormida mientras Alex veía las caricaturas. Además, tuvo un largo día en la mansión, ella también se merece tener descansos. Paul y Haley todavía no llegaban con Amelia, así que suponía que estaban en algún otro lugar disfrutando, o quizás se quedaron en un hotel con piscina. Desde que Amelia le dijo a Paul que le gustan las piscinas de los hoteles, la lleva con más frecuencia a uno para que pueda disfrutarlo. Así que Alessia se levantó de la cama de un salto y miró a su hijo, quien seguía embelesado mirando su programa. -Cariño-le llama suavemente, y él la mira con curiosidad-. Voy a salir con mi amigo, ¿te gustaría ir con nosotros?No le dice directamente "vamos" porque Alex es un niño muy complicado, para el la palabra "vamos" significa una or