Pov Haley -¡Ya, ya, silencio! ¿Es que no te cansas de tanto llorar y llorar? Y si, esta soy yo. Furiosa con el bebé que salio de mi hace tan poco que apenas puedo procesar que lo tuve. No quería tenerlo, pero las cosas así se dieron y tengo que aceptarlo. Sin embargo, es frustrante. Se supone que Mariah debería estarme ayudando pero en cambio se está recuperando de su accidente. Que tonta. La detesto. -Haley...-llama Paul desde la sala y yo cierro los ojos con fuerza y reprimo un grito-. ¿Puedes bajar un segundo, por favor? Quiero decirte algo. -Agh...-resoplo rodando los ojos. ¿ahora que querrá? Si es para más reclamos, ¡No gracias! -Estoy cuidando al bebé-me excuso con la esperanza de que desista, pero tiene el efecto contrario. -Traelo, no importa.
POV HALEY-¿Qué es lo sucede ahora? Termino de bajar las escaleras con toda la delicadeza y glamour del mundo. Porque si, el hecho de ser mamá no significa que vaya a perder toda la elegancia que caracteriza mi persona. Paul está sentado en el sillón de la sala de estar con un papel entre sus manos, parece estar preocupado o ansioso. No lo sé muy bien, lo único que se es que ahora ha despertado mi curiosidad y me encantaría saber que es lo que tiene allí, pero sigue sin hablarme, solo observa el papel y me observa a mí.
POV HALEY -Estamos en bancarrota-dice con voz baja y frunzo el ceño extrañada-. La acciones de la empresa cayeron demasiado, no puedo mantenerla. En ese momento todo hace chispa en mi mente y casi caigo al borde de la locura, por poco suelto al bebé en mis brazos pero mantuve la calma. -¿Y ahora qué carajos haremos?-le pregunto con el rostro enfurecido como si fuese su culpa. Aunque si, es más fácil culparlo de todo que buscar otros culpables, al fin y al cabo, el es quien está más a mi alcance para culpar. -¿Por qué rayos te enojas? ¡Deberías apoyarme!
POV HALEY Hay momentos en la vida donde te cuestionas absolutamente todo. Los pensamientos, las decisiones, los errores, ¡todo! Y es precisamente en ese instante donde los cuestionamientos más profundos llegan a mi mente. Después de haber pasado todos estos días recordando mi triste, nefasta e inepta adolescencia, y después de recordar la cantidad de diagnósticos que le dieron a mi salud mental me cuestiono. ¿Y es que acaso mi vida llegó a esto gracias a mis malas decisiones? Delante de todo el mundo podré ser una arpía sin corazón, y claro que me encanta que me tengan en esa posición, pero en el fondo (muy en el fondo) me arrepiento de haber tomado decisiones que jamás en la vida debí tomar. De haber llegado a conclusiones a las que nunca debí, pero es tarde. Demasiado tarde para ello.
POV HALEY Fingir preocupación no está dentro de mis planes. En realidad poco me importa. Tengo el montón de dinero que robé de la compañía, con eso puedo vivir unos cuantos años en paz mientras busco la manera de conseguir aún más dinero. -Por favor, por una vez en tu vida deja de ser tan insensible y ayúdame. -¿Ayudarte en qué? Es asunto tuyo. -Tu cinismo no tiene limites, ¡somos esposos! Y con esa frase volteo a mirar su rostro lleno de angustia y estrés, solo para hacer una mueca de aburrimiento y hacer ademanes con las manos. -Asunto tuyo.
POV PAUL Casarme con Haley ha sido uno de los más grandes errores que he podido cometer durante toda mi vida, pero honestamente, es como si ya estuviera resignado a continuar compartiendo mi vida con ella. Es la condena que debo pagar por mis malas acciones. Me lo merezco...-Haley-digo su nombre con insistencia ante su indiferencia-. No te pongas en esta actitud, por favor...-¿Cuál actitud, querido?-me responde batiendo las pestañas.-Esta actitud tan déspota. Necesito apoyo ahora.-No seas melodramático, ¿si? Es una tontería. Escuchar sus palabras solo me hace suspirar de la rabia.-No es ser melodramático, Haley.
POV HALEY Verlo lloriquear es molesto hasta cierto punto, por poco siento empatía hacia él, pero por supuesto, mi lado orgulloso y narcisista siempre tiene que salir a relucir. Dentro de mi ser no puede caber esos sentimientos tan inútiles que te convierten en alguien débil. Debía ser fuerte, tal cual como lo fui en aquel internado para poder sobrevivir.-No entiendo como es que todavía ni si quiera te inmutas, creí que la bebé te haría cambiar aunque fuese un poco.Hago una mueca de incredulidad y le echo un vistazo a la bebé, reprimiendo unas risitas. -¿Creías que esto me iba a cambiar? Por favor.
POV HALEY -No te refieras a ella, no tiene la culpa de nada, Haley.Ruedo los ojos llena de fastidio por todo su dramatismo. Paul me mira directamente a los ojos y suspira profundamente. Posa uno de sus delgados y largos dedos en su barbilla pensativo y luego veo como una lágrima solitaria corre por su mejilla. Tomo un pañuelo de seda que llevo siempre conmigo en el bolsillo de mi falda y me acerco para limpiarle esa pequeña lágrima. Se queda sorprendido ante mi movimiento pero guarda silencio y deja que lo limpie. Lo miro a los ojos fijamente, poniendo mi mejor cara seductora y suspiro. -Te ves tan guapo cuando tienes esa mirada. -¿Cuál?-Esa-señalo evidentemente-. Esa que pones cuando estás preocupado. Te ves... guapísimo.