POV HALEYLo único que espero es que la tarde transcurra con toda la normalidad del mundo. Enserio ya no quiero tener que vivir tantos dramas en mi vida, solamente quiero tener una vida tranquila, libre de preocupaciones, libre de estrés, libre de cualquier sentimiento intrusivo que quiera dañar mi estabilidad. Solo soy una jovencita en busca de la felicidad, pero es tan difícil encontrar esa dicha felicidad. Aunque, como me dijo un buen amigo una vez."La vida está llena de momentos. Momentos felices y momentos tristes, los momentos felices son fugaces y por ello son tan valiosos. Los momentos tristes te enseñan a valorar la felicidad, así que cuando estés teniendo un pequeño momento feliz, por muy diminuto que sea, disfrútalo mucho. Son momentos lindos, y son los que vas a conservar para siempre"—No se que carajos le está pasando a tu hermana, Amy. Pero estoy harta de su actitud tan niñata—habla mi abuela con algo de amargura en su tono de voz mientras que niega con la cabeza mira
El chico de los ojos celestes me mira con seriedad, pero se me hace completamente imposible tomarlo enserio. Por que realmente aunque intente poner todo mi esfuerzo para creerle enserio no puedo. Por que todas mis creencias están en contra de todo lo que el me esta diciendo, y mi mente insiste en creer que es solo un truco de magia muy barato. Pero las señales son claras, las demostraciones no mienten, y no puedo creer que en verdad me he convertido en una chica joven loca que no puede controlar su mente. Quiero intentar creer que quizás tiene una pizca de realidad.-Y bueno, yo no estoy muy vivo que digamos-bromea y chasquea su lengua al ver mi cara.—Entonces, supongamos que es verdad—le doy inicio a una nueva y renovada conversación, el asiente con anticipación ante lo que digo—. ¿Que es lo que estás haciendo aquí? ¿Por qué de repente el "cielo" te envió para cuidarme? ¿Cuidarme de que?— le cuestiono haciendo comillas con los dedos y el se queda mirándome unos cortos segundos, quiz
Todo perfecto. Ahora me encuentro acostada, casi incapacitada por que me siento algo mareada todavía y con un fantasma hablándome, simplemente genial. —No soy ningún fantasma, soy tu ángel guardián. Ten más respeto—me replica con irritación y rueda sus ojos al mismo tiempo. Uuuuups, de nuevo pensé en voz alta y no me di cuenta. Es que a veces los pensamientos son tan fuertes y tan grandes que no los filtro. Pero recuerda Haley, recuerda. Filtra la estupidez y deja salir lo bueno. Te lo he repetido centenares de veces. Si, si, si. Me lo repites y siempre dices algo estúpido, ni siquiera me dejas procesar y analizar lo que voy a decir a veces. ¿Oops? Si, oops. —Deja de murmurar tanto, ¿que es lo que murmuras?—me pregunta algo confundido y sacudo mi cabeza para disipar todos esos pensamientos tan irracionales.Como no quería entrometer a mi familia en absolutamente nada de lo que estaba sucediendo ahora mismo, decidí guardar silencio respecto a esa pequeña o mejor dicho, relevante
A pesar de todo el caos de ayer, hoy he decidido relajarme. Creo que me golpee la cabeza y por ello es que he estado pensando en tantas absurdas al mismo tiempo. Primero en el chico que dice ser mi ángel guardián, y luego en mi padre muerto. Ni siquiera me he tomado la debida molestia de pensar tanto en mi padre, tengo tantas cosas juntas en la cabeza que en realidad, mi mente está hecha un desastre. Así que me levanto muy temprano por la mañana para ir a caminar un rato con Jackie y encontrarme con Emelie y Carlos en nuestra cafetería favorita para desayunar. Me levanto a las 9:00 AM en punto, de un salto me levanto de la cama para dirigirme al baño, me cepillo los dientes, peino un poco mi cabello y lo recojo en un moño alto para no mojarlo mientras me baño, ahorita por el clima invernal el agua esta demasiado helada como para lavarme el cabello, además, lo lavé ayer, así que esta todo bien. Comienzo a despojarme de toda mi ropa para comenzar a darme una larga y merecida ducha, e
Al cabo de unos minutos, ya me encuentro totalmente lista para salir por fin con mis amigos Emelie y Carlos. Lamentablemente tengo que tener detrás de mi acompañándome todo el tiempo a este chico que ya ha comenzado a fastidiarme un poco sin embargo hago mi mayor esfuerzo para poder ignorar por completo su existencia e intento hacer que no me afecte en lo absoluto. Vamos en silencio, aunque el va detrás de mi, a veces cuando pasamos por lugares, o mejor dicho, frente a tiendas donde tienen espejos camino un poco más lento para asegurarme de su reflejo, y efectivamente, su reflejo no se ve, nada más aparezco yo sola. Quisiera sentir que estoy caminando sola. Pero tal parece que no podré nunca más. Es ocasiones me hace algunas preguntas y quiero abstenerme por completo de responder por que todo me parece demasiado absurdo pero al parecer le parece muy entretenido preguntarme sin parar tantas estupideces. Pero por supuesto que voy a seguir ignorando todo lo que me diga por que nada más
¿Acaso la vida misma era cierta? ¿Y si todo lo que vemos a nuestro alrededor es simplemente una imaginación? O una simulación que está guiada por otras personas o por unos seres superiores a nosotros que hacen lo posible para tenernos bajo una burbuja con nuestro propio ecosistema. ¿Y si solamente están protegiéndolo todo de algo mucho más allá que no nos imaginamos en lo absoluto? —Vaya. Enserio que puedes llegar a pensar en muchas cosas que ni siquiera yo mismo me he cuestionado, ¡y hey! Estoy muerto, puede salir de la tierra si así lo deseo para visitar a otros planetas y créeme que jamás había pensado en nada de lo que pensaste ahorita. Y de nuevo mis pensamientos se ven completamente interrumpidos por una sola persona en este planeta capaz de leer mi mente sin necesidad de estar tan cerca de mi, inclusive estando a cien millas de distancia el uno del otro es capaz de escuchar todo lo que estoy pensando. Pero bueno, decido ignorarlo para seguir con mi caminata para encontrarme
A pesar de que Owen tenía perfectamente claro de mi parte que no podía hacer nada contra nadie y que tampoco tenía el derecho de molestarme por que se lo pedí de diferentes maneras y millones de veces, aun así se sintió con todo el derecho de iniciar una guerra de comida en la cual todos íbamos a terminar perdiendo, por el simple hecho de que en lo absoluto podía decirle a esos chicos de la mesa de enfrente que no había sido Carlos quien les lanzó las papas fritas si no un fantasma, o peor aún, un ángel de la guarda. Solamente iban a reírse en mi cara o quizás iban a internarse en un hospital psiquiátrico. En el momento que veo que uno de los chicos de aquella mesa se levanta ahí es cuando comienzo a preocuparme seriamente por la vida de Carlos. Es un chico muy alto y corpulento que tiene aspecto de que con un solo puñetazo podría matar a cualquiera, así que me hago casi bolita en mi asiento y Carlos traga grueso cuando ese chico se acerca por fin con una mirada de evidente enojo. C
—¡Toma esto, poste con patas!—le grito al moreno al mismo tiempo que tomo entre mis manos otro puñado de spaguetti con extra de salsa pero fue mucho más rápido que yo y se se agachó para que la pasta no cubriera su rostro. A cambio de eso bañé de salsa a una pobre señora que estaba allí tranquilamente comiéndose una dona. La señora nos mira con enojo y se levanta de la mesa y se retira del lugar. Creí que haría algún problema pero en realidad solamente tomó sus cosas y se fue. Que extraño, ¿no parece eso muy raro? Que solamente se haya ido así como así. Pero bueno, en fin. El caso principal no es ese, de hecho es otro muy distinto. Mi sexto sentido dice que hay que lanzarle más spaguetti por que si no no puedo estar en paz conmigo misma, necesito lanzarle más pasta. Pero el chico parece que practica ballet por que da unos saltos demasiado artísticos y se ve que es demasiado ágil cada vez que le lanzamos algo sabe como evadirlo por completo. Vaya, nos ha salido bastante mal todo el