POV JACOB A veces en la vida conocemos personas que causan un impacto enorme en nuestro corazón, en nuestra mente y marca nuestra alma. Vienen como un huracán y de repente al esfumarse se siente un vacío. Es exactamente como me siento ahora mismo al recordar a Alessia allí acostada en la camilla como si estuviese muerta en vida. Ya no tengo más lágrimas por derramar, me he quedado seco de tanto llorar y llorar rogándole al cielo que despierte, pero con cada minuto que pasa mis fuerzas desfallecen y me siento al borde de la derrota. Suelto un suspiro y pago el café que había pedido, para proceder a sentarme en una de las mesas vacías de la cafetería. No habían tantas personas, pero las pocas que habían parecían realmente angustiadas. En sus rostros se notaba la ansiedad. Ansiedad por respuestas, porque no hay nada peor que caminar entre oscuridad, nadar en las grandes olas de la incertidumbre, de no saber qué sucederá, sumergirse en ese oscuro y terrorífico mar de emociones es algo
POV JACOB Allí sentado observando a las demás personas comienzo a pensar detenidamente y le doy un sorbo a mi café con lentitud, ¿alguna vez me había imaginado encontrarme en una cafetería de hospital esperando a que me den una maravillosa o tal vez terrible noticia? ¡Por supuesto que no lo había imaginado! Es algo que le puede poner los pelos de punta a cualquier persona, porque no es algo con lo que sueñas y mucho menos esperas que le suceda a alguien que amas. Suelto un suspiro y miro a un costado por inercia, pero me topo con la mirada curiosa de un pequeño niño que tamborilea sus pies al ritmo de una suave y relajante música de piano que hay en el lugar. Nos miramos un par de segundos pero no le pongo mucha atención, así que desvío mi mirada. Sin embargo, ahora siento como si su mirada me quemara, así que vuelvo a observar con cautel, por si acaso, quien sabe si sus padres están allí y se dan cuenta de que estoy mirando a su hijo y piensan que lo estoy acosando. ¡Hasta yo lo
POV JACOBEl niño llevaba puesto un gorrito de esos típicos que se utilizan en navidad o en las épocas de invierno. Mi ceño se frunce ligeramente al verlo mirándome con tanta curiosidad, como si me conociera de algún lado. Tomo un sorbo de café y respiro hondo. El niño comenzaba a acercarse a mí con cuidado y como si caminara de puntitas, de inmediato miro hacia varios lados intentando buscar a alguien que estuviera mirando al niño desde algún punto lejano. Pero nadie le pone atención, es como si nadie lo viera o como si estuviera solo andando en la cafetería. Quizás se le escapó a sus padres en la sala de espera o aburrimiento. Pero luego detallo una cosa que no había percatado antes. Lleba puesta una bata de hospital y ahí comprendo todo. Quizás se escabulló de su habitación e incluso puede que lo estén buscando en este preciso momento. Termino de tomar mi café y me levanto de la mesa dejando unas cuantas monedas para la propina. Dispuesto a salir de ahí lo más rápido posible pa
POV JACOBY de repente otra vez estoy sentado en la sala de espera, cabeceando y con un café en la mano a medio terminar. Relamo mis labios resecos y respiro hondo. A mi alrededor ya no hay nadie, ni siquiera está Paul...Supongo que se habrá ido, pero realmente no me importa demasiado, así que me levanto para estirarme un poco. Mi cuello está adolorido por la incómoda posición en la que estaba y es que ni siqueira sé en que momento me quedé dormido. Solo recuerdo haber ido a la cafetería para comprar el café y luego... ya no sé más.
POV JACOB -Y luego ese niño me dijo que podías oírme, así que prometo hablarte todos los días hasta que despiertes. Había entrado en la habitación donde está Alessia conectada a ese montón de maquinas para hablarle y contarle el extraño sueño que había tenido con ese pequeño, que me había dicho que esta había sido su habitación. Desde el sueño con ese pequeño niño la habitación se siente fría y apenas entré todos los vellos de mi cuerpo se erizaron. Un escalofrío recorrió mi piel y es como si pudiera sentir aquella presencia. Todavía me pregunto si solo fue un producto de mi imaginación, quizás la preocupación y el estrés es tan desgastante que mi cerebro lo presenta con sueños extraños o que quizás, ¡exista la pequeña posibilidad de haber hablado con un niño fantasma! POV ALESSIA Mi cuerpo... rígido como una roca. No puedo ver, ni hablar, ni moverme. Solo puedo oír las voces de las personas que me visitan, los sonidos de las máquinas que me mantienen con vida, y los latidos de m
POV JACOB-¿Y por qué no la traes aquí?-le sugiero en un disimulado intento para que le traiga y que yo también pueda verla. Quiero ver a ambos niños, les he tomado mucho cariño y no quiero que sufran. -Haley no...-susurra para si mismo con amargura y luego niega con la cabeza-. No puedo traerla, no puedo estar aquí mucho tiempo y no podré cuidar de ella. -Yo la cuidaré-me apresuro a responder-. Puedo cuidarla, ya me conoce y...-No-se niega rotundamente pero antes de que pueda seguir hablando continúo:-Entiendo que no nos llevamos de maravilla pero... ¿y por ella? ¿No podríamos intentarlo?
POV JACOB -Mira... no lo sé, no te conozco muy bien y no creo poder confiar en ti para dejarte a mi hija así como así, lo siento. Suelto un suspiro por su comentario tan desalentador, y aunque una pequeña parte de mi puede entender su posición, otra parte se siente realmente ofendida. ¡Llevo meses conviviendo con su hija! ¿Y no puede confiar en mí? Por favor...-¿Es eso o por qué te dan celos?-le pregunto de repente y él me mira sin entender-. Se que sientes algo por... Mariah. Abre los ojos de par en par. -Claro que no-exclama ofendido.
POV JACOB -He visto como la miras-aclaro mirándolo fijamente-. y sé que la forma en la que miras es porque sientes algo más que solo una relación profesional. De inmediato Paul se pone nervioso e intenta escapar de mi pero lo intercepto. -En estos momentos lo que menos me importa son tus sentimientos por ella-le digo con firmeza-. Me importa esa niña, ¿está bien? Mariah le ha tomado un cariño enorme y yo... también. Paul se sorprende ante mis palabras pero guarda silencio. -Por favor. Es muy importante para ella. Paul mira la puerta de la habitación y suspira, en modo de rendición. -La traere hoy en la tarde.