CAPÍTULO 87: ESPECIAL II

Calliope

Durante días sopesé la idea de acabar con la vida de mi hermana. ¿Cómo podría escoger entre mi vida y la suya? Yo la había visto crecer, habíamos compartido mil cosas juntas. A veces era una molestia, como cualquier hermano, pero en realidad la quería.

Mi embarazo avanzaba a pasos acelerados, aunque por fortuna para mí, todavía no se habían manifestado los síntomas del cáncer, cosa que me daba esperanzas de que, tal vez, no iba a necesitar sacrificar a nadie, después de todo.

Gael regresó a la cabaña poco tiempo después de fingir mi muerte con una noticia que empezó a hacerme ver las cosas de manera diferente.

—Dime Gael, ¿cómo están las cosas en el palacio? Imagino que todos deben estar devastados.

—En realidad no, la vida ha continuado como si nada hubiera pasado.

—¿Qué? No me mientas así, no estoy para esas bromas.

—No miento, lo que digo es la verdad —afirmó con una frialdad que me dejó helada.

—¿Qué es lo que está sucediendo?

—El rey Théo ya te