CAPÍTULO 92: UN PUÑAL EN LA ESPALDAThéoLa nieve cae en copos silenciosos mientras mi visión se nubla en medio de la batalla. La fuerza invisible con la que me somete me atrae contra el suelo sin que pueda hacer nada, no puedo mover ni un solo músculo.De repente siento la misma fuerza obligarme a quedar boca arriba. Por más que rujo y clavo mis garras en la roca dura, no soy capaz de liberarme.—¡Déjame ir, maldit0! —bramo con furia. Mi garganta se desgarra debido a los gritos, pero él no está dispuesto a obedecerme.—Por supuesto, en cuanto obtenga lo que quiero —asegura con una sonrisa macabraMe somete con violencia, hundiendo sus garras en mi pecho. Un corte profundo se abre, y la sangre brota como un tributo al sacrificio que exige. Trato de no gritar, pero es difícil contener el alarido de dolor que desea abrirse paso desde lo profundo de mis pulmones. La herida arde y solo me queda ver impotente cómo mi sangre se derrama en el círculo de magia negra que Gael ha tallado en la p
CAPÍTULO 93: EN MEDIO DEL CAOSEvadneEl dolor se retuerce en mi vientre como una bestia salvaje, desgarrándome desde adentro. Gimo y grito en un intento desesperado de liberar la agonía que me consume. Thalia, la Omega Kat y la bruja Rosalind se apresuran a mi lado, intentando mitigar el tormento que se desata en cada contracción.—¡Evadne! ¡Tienes que aguantar! —exclama Thalia con urgencia en su voz.—¡No puedo! ¡Esto ya no se puede detener! —respondo con agitación. Mis ojos se nublan cargados de lágrimas, el dolor es tan insoportable que ni siquiera puedo pensar en todo lo que ocurre a mi alrededor.—¡Rosalind, haz algo! —grita Kat.Veo a la bruja caminar como un zombi hacia mí, parece impactada por todo lo que ocurre a su alrededor, como si fuese incapaz de reaccionar.—¡Rosalind, reacciona! ¡Evadne está a punto de dar a luz, por favor!—Ah… s-sí, ya voy —tartamudea la chica.Sé que la urgencia de la situación requiere que actúe rápido, pero ella es una bruja que nunca había visto
CAPÍTULO 94: ÚLTIMA OPORTUNIDADThéoLos gritos de Evadne están por acabar con mi cordura. Puedo sentir su dolor a través de lo desgarradora que suena su voz. Estoy desesperado por liberarme, pero la magia de Gael sigue siendo más fuerte que yo.—Bien, si eso es lo que quieres, Calli, eso es lo que tendrás —amenaza.Solo me queda ver como un inútil espectador, la forma en la que él la amenaza. Calliope se transforma en loba y le enseña sus colmillos con furia. Gael le sonríe e incluso le hace una seña para que se acerque; como si tuviera alguna oportunidad.—¡No Calliope! ¡Es una trampa! —aviso, sin embargo, mis palabras no sirven de nada para detenerla.Es evidente que esto es algo personal. Ella creía que él era su Mate, se enamoró y le dio un hijo. Uno que iba a hacer pasar como mío. Realmente no entiendo el objetivo detrás de todo lo que hizo, pero sea como sea, en el momento más crucial, Calliope decidió hacer lo correcto.—¡Voy a hacerte pagar todo lo que me hiciste! ¡Maldit0 tr
CAPÍTULO 95: FELICIDAD EN MEDIO DE LA TORMENTAEvadneEl dolor envuelve mi cuerpo con una ferocidad indescriptible mientras enfrento las contracciones. En el interior de la carpa no se siente el caos de afuera, pero ni siquiera necesito verlo para saber que detrás de las delgadas paredes de tela que se agitan con el viento, Théo está luchando a muerte, al igual que Kat y Killian.—¡Vamos Evadne, uno más y ya sale! —apremia Thalia.Aprieto mis manos en puño y dejo mis pulmones sin aire haciendo un último esfuerzo. Siento un pañuelo tibio sobre mi cabeza, Rosalind trata de ayudar con sus limitados conocimientos, ya que su magia no puede hacerlo.De pronto siento el alivio más grande que jamás había experimentado. Seguidamente, escucho el llanto potente de una pequeña criatura que acaba de salir de mí. Thalia se apresura a envolverlo en una manta tibia y lo limpia después de cortar el cordón que nos une. Mis brazos tiemblan, de hecho, todo mi cuerpo se sacude en espasmos, pero todo en lo
CAPÍTULO 96: NO PIENSO PERDERTEThéoA pesar de mis esfuerzos y mi confianza en que ya lo tenía dominado, Gael me demuestra que no es un hombre lobo cualquiera. En el momento en que los gritos de Evadne a lo lejos se mezclan con el llanto de un bebé recién nacido al mundo, mi corazón late con furia y determinación, pues sé que cada segundo que pasa es una amenaza más para la vida que se desvanece en la carpa.No obstante, solo esa ínfima fracción de segundo en la que me distrae el sonido, bastan para que Gael vuelva a tomar la ventaja. Sus garras encuentran mi piel, pero la adrenalina y la urgencia me insuflan una fuerza que no sabía que poseía. Sangre y nieve salpican en cada embestida, la batalla se vuelve un ballet macabro en medio del eclipse que preside nuestro destino. Por un instante, el viento helado parece llevar consigo el susurro de que esto terminará en tragedia.—Tu pequeña Luna se muere —dice Gael con sorna y una sonrisa igual de burlona que desata la ira en mi interior.
CAPÍTULO 97: MI PRIORIDADEvadneLa oscuridad se cierra a mi alrededor, sus fauces se abren como un abismo dispuesto a devorarme. En este rincón donde la penumbra parece eterna, donde el tiempo se estira como un hilo en descomposición, me siento atrapada. La muerte acecha, susurra su canción seductora, pero algo me detiene, una luz que se filtra entre las sombras.Pero de pronto, la voz de Théo se cuela en mi consciencia, trayéndome de vuelta desde los abismos de la oscuridad. ¿Podría ser él? ¿O es acaso el eco de sus palabras resonando en los rincones de mi mente, como el último reflejo de la cordura antes de ceder ante la inevitable muerte?Mis sentidos, embotados por el frío y la debilidad, se aferran a esa melodía familiar. Théo, mi Mate, mi verdadero amor… Puede que sea solo la creación de mi mente desesperada, la invocación de su presencia en un intento por seguir aferrándome a la vida.De repente, siento el calor reconfortante de sus manos envolviendo mis mejillas, la suavidad
CAPÍTULO 98: LA ELECCIÓN MÁS DIFÍCILThéoContemplo el rostro pálido de Evadne, su cuerpo yace débil sobre el suelo cubierto de nieve. La oscuridad amenaza con arrebatármela, pero me resisto con cada fibra de mi ser. Mis manos, temblorosas, aferran las suyas, como si pudiera detener el inexorable avance de la muerte.—Théo... —susurra su voz es apenas un suspiro cargado de fragilidad.Las lágrimas se deslizan por mis mejillas, formando cristales que se pierden en el frío manto blanco que nos rodea. El nudo en mi garganta se vuelve insoportable, pero tengo que hablar, tengo que intentar desafiar al destino que nos acecha.—Evadne, no puedo... no puedo perderte. —Mi voz se quiebra, traicionada por la angustia que oprime mi pecho. Su mirada, aún llena de amor y determinación, se encuentra con la mía.—Siempre estaré contigo, Théo. —Sus labios apenas se mueven, pero sus palabras resuenan en el aire con una solemnidad que rompe el silencio—. Viviré en nuestros cachorros, en cada rincón de
CAPÍTULO 99: VIDA Y MUERTEThéoLa atmósfera en la carpa es tensa mientras Thalia, sostiene al último de los trillizos de Evadne. El pequeño Aurelian yace inerte con su piel azulada y un grito que no llega a ser.—¡No! —exclamo en un grito que resuena en las paredes de la carpa.Thalia, imperturbable, inicia las maniobras de reanimación. Cada segundo parece eterno mientras observo con impotencia el frágil intento de devolverle la vida a mi hijo. El tiempo se estira como un hilo fino, y mi corazón late al ritmo de la incertidumbre.La desesperación se apodera de mí mientras veo a Evadne y al bebé en el mismo estado. No puede ser que él también muera después de este sacrificio.—¡Thalia!—Estoy haciendo todo lo que puedo, mi señor.Rosalind entra en la carpa con el rostro iluminado por un ligero rayo de esperanza.—¡Lo logré! Llevémosla afuera, segura… —su voz se corta cuando ve a Evadne en un charco de sangre, inerte, sin vida.En mi mente puedo decirlo, pero no soy capaz de admitirlo