Théo¿Podría existir una fuerza externa que, de manera macabra y retorcida, disfrute planteándome desafíos aparentemente insuperables? Jamás habría imaginado, ni en un millón de años, que Calliope resurgiría de la muerte, como si el tiempo no hubiera dejado su marca en ella.Prometí a Evadne que abordaría el asunto con serenidad para no perturbarla, pero me resulta difícil contener la verdad y no revelársela de una vez. Ingreso nuevamente a la habitación, anhelando por un instante que todo sea solo un sueño y que ella no esté presente. Sin embargo, Calliope me recibe con una sonrisa y los brazos abiertos.—Théo, mi amor, ¿qué sucede con mi hermanita? Creí que ustedes dos se detestaban —dice con voz suave.Evito responder esa pregunta. En cambio, me deslizo en la cama y tomo asiento a su lado. No puedo pretender que no me afecta verla aquí de nuevo, con su piel cálida y la sangre fluyendo por sus venas. El día que la encontré muerta fue devastador para mí. En aquel entonces creí tener
EvadneNo pude conciliar el sueño en toda la noche. Cuando los primeros rayos de sol de la mañana se asomaron por el horizonte recién cerré los ojos y caí en una especie de sueño incómodo por algún par de horas. Sin embargo, me desperté poco después.Una parte de mí desea que todo lo de ayer haya sido nada más que una pesadilla. Recuerdo que cuando recién me casé con Théo, todas las noches soñaba que Calliope regresaba y tomaba mi lugar. Así yo por fin terminaba con el tormento de ser su reemplazo.Sin embargo, ahora las cosas han cambiado, Théo y yo estábamos en nuestro mejor momento y, a pesar de mi enfermedad, él estaba dispuesto a luchar por mí. En cambio, ahora… ahora no sé si yo siga siendo su prioridad.Sé que fui yo la que le pedí que pretendiese con Calliope mientras asimila el peso de la verdad, pero lo que vi… ese beso no me pareció a mí algo forzado. Él la rodeaba por la cintura y no aparentaba estar incómodo o molesto.La imagen se ha clavado en mi mente y por más que lo
Evadne—¡¿Es verdad?!Mi abuelo irrumpe en la habitación, algo que nunca habría hecho de no ser por la información que ha llegado a sus oídos. Al final el rumor se corrió como la pólvora y no hubo manera de pararlo. Ya casi todos los altos mandos lo saben, pero no todos han llegado al castillo para saber qué ocurre. En especial los vampiros y las hadas, quienes tienen nuevos líderes que juraron lealtad a Théo y Mystara. No obstante, ya no pueden participar como miembros activos del consejo. Se les considerará, pero eventualmente.De más está decir que todo es un caos ahora mismo. Mi hermana sobrevivió de alguna forma que no puedo explicarme durante cinco años con el cáncer lupino sin morir, y en cambio a mí me quedan los días contados.Hay algo muy extraño en todo esto, pero todavía no sé muy bien qué es. Todos parecen preocupados por la loba que ha regresado de la muerte, todos quieren saber qué le pasó, pero, sobre todo, parece que yo he pasado a segundo plano.No es que desee su at
ThéoEl impacto inicial de ver de nuevo a Calliope me confundió, pero ahora que han pasado los días ya tengo más claras las cosas. Mis sentimientos por ella murieron hace muchos años. No puedo decir que no la aprecio, pero mi verdadero amor es Evadne.Hemos estado intentando descubrir cómo es que sigue viva y quién la ayudó todo este tiempo, sin embargo, no hemos tenido suerte al respecto.Desde ese día que me reclamó haberla engañado con su hermana, no ha vuelto a mencionar el tema, pero la tensión puede sentirse en cada rincón del castillo.—Mi señor —llama Killian—. Por fin he terminado de preparar todo para el viaje, yo aconsejo que no se aventure solo, podría ser muy peligroso.—Por supuesto que no lo haré solo, tú vendrás conmigo.—Yo también iré. —La irrupción repentina de Evadne me hace dar un sobresalto. Ambos volteamos con sorpresa. Le miro con una ceja enarcada, pensando que tal vez se trata de una broma.—Estás de broma, ¿verdad?—No, lo digo muy en serio.—Evadne, ¿estás
EvadneMe encuentro afuera del castillo, más específicamente, en los jardines, observando la puesta de la luna llena. Mi loba interior aúlla al enorme astro, deseando que la deje salir, pero en mi estado, eso no es buena idea.De pronto escucho pasos detrás de mí, sin embargo, no volteo hasta que puedo percibir su aliento rozando mi nuca.—¿Sabes lo difícil que es para mí resistirme a tomarte como mía? —susurra de forma seductora. Mi cuerpo se eriza solo con escuchar su voz y esas palabras que me excit4n solo de imaginarlo. Pero no puedo permitir que me toque como si nada, no después de lo que vi.—Si no puedes controlar a tu lobo, entonces ve y busca a Calliope, seguro que ella estaría encantada de que pierdas el control.—Evadne, ¿qué sucede ahora?Théo toma mi hombro y me hace girar para encontrarme con su intensa mirada.—Te vi, abrazándola otra vez. Dices que me amas, que soy la única, pero veo que vuelves a sus brazos desde que llegó aquí.Frunce el ceño en respuesta. No parece
EvadneLas palabras de Calliope siguen dando vueltas en mi cabeza como un eco persistente. Sabía que algo en ella no cuadraba, pero nunca imaginé que la diferencia fuese tan abismal. Aunque, curiosamente, cuando estamos a solas, se convierte en mi peor enemiga; ante los demás, mantiene las apariencias como si fuera una pobre víctima de las circunstancias.La decisión de guardar silencio se ha vuelto mi mejor aliada. Conozco la realidad que enfrento: incluso si abro la boca, nadie me creerá. Mis palabras caerán en oídos sordos, ahogadas por la fachada impecable que Calliope ha erigido para sí misma. Entonces, prefiero observar en silencio y llevar la carga de esta verdad en solitario.He intentado ignorarla, concentrándome en los preparativos de mi boda con Théo. Al menos, eso ha logrado mantenerla a raya durante estos dos días. En la superficie, veo cómo disimula sus verdaderos sentimientos, pero no puedo evitar notar la chispa de celos y envidia que arde en sus ojos. El hecho de que
ThéoLa boda ha sido mucho más maravillosa de lo que imaginé. A pesar de que ya me casé con ella una vez, esta se siente como la genuina, la auténtica. Mientras los invitados festejan con alcohol, comida y música, Evadne y yo damos inicio al primer baile como esposos oficiales. Le tomo de las manos y comenzamos una danza romántica y lenta en donde el mundo parece desaparecer. Se ve tan hermosa que no tengo ojos para nadie más que para ella. Sin embargo, no me pasa desapercibido lo que hizo Calliope. Llegar con un vestido similar al de Evadne debería considerarse una ofensa real, pero lo dejaré pasar esta vez porque no quiero provocar un escándalo frente a todo el reino.De por sí, el hecho de que esté aquí es un escándalo en sí mismo. Hay mucha gente murmurando su regreso, cuchicheando teorías de lo que pudo haberle pasado y lo peor de todo, insinuando que tal vez su hermana menor tuvo algo que ver.Evadne y yo terminamos el baile y todos aplauden, dando así inicio al festejo. De p
EvadneEsto tiene que ser una broma, no puede ser verdad.Escucho las palabras que salen de la boca de mi hermana, pero no soy capaz de comprenderlas del todo. —¿Qué acabas de decir? —pregunta Théo soltando el aire que contenía.—Sé que es difícil de creer, pero te juro que digo la verdad —responde Calliope mirándolo a los ojos.—¿Cómo? Dime todo lo que recuerdes ahora mismo.Théo me suelta la mano y se sienta a su lado, mientras que yo me quedo de piedra en el mismo sitio sin poder reaccionar. Sus palabras me suenan lejanas, como si me encontrase a varios metros de distancia de ellos. Sin embargo, el movimiento de mis trillizos dentro de mí me trae de vuelta a la realidad. Intento no emitir ningún quejido, pero me es imposible.—Evadne, ¿estás bien? —pregunta Théo al escucharme. En el momento que se da cuenta de que no parezco estar bien, regresa a mi lado y me sostiene entre sus brazos.—Esto no puede estar pasando —susurro.—Théo, tienes que buscar a nuestro hijo. Yo… no puedo re