CAPÍTULO 25: UNA MENTIRA DESESPERADA

Evadne

—¿Es eso cierto? —pregunta Théo sosteniendo mi quijada entre sus dedos. Ni siquiera le importa que mi boca apeste a vómito.

Me alejo de él y por consiguiente del charco maloliente que está en el suelo, tomo de forma brusca a la Omega boca floja y ejerzo más presión de la que debería en su brazo.

—No repitas esas cosas fuera de aquí, yo no estoy embarazada —digo con firmeza.

De pronto siento un movimiento en mi vientre, como si mi cachorro hubiese escuchado que lo acabo de negar. No quiero hacer esto, pero luego de lo que escuché y la posible amenaza al heredero, no puedo darme el lujo de pregonar a los cuatro vientos que ahora tengo una liana en la frente para que me maten.

—Lo siento, mi señora, fui imprudente.

Tomo un pañuelo y me limpio la boca del mal sabor, pero el que me queda de manera metafórica no pretende abandonarme.

—Evadne —insiste Théo, sin embargo, yo no pienso darle pie a que saque conclusiones apresuradas. Si le confieso lo de mi embarazo, ¿acaso cambiaría algo
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo