El ejercito de plata marchaba al castillo dorado, pasando por las aldeas y destruyendo todo a su paso por ordenes de Silver, sin importar lo que dijera el Conde Druposqui. Nada los detenía.
Una maliciosa sonrisa se dibujó en el rostro de Silver al ver a lo lejos la silueta del castillo dorado que aclaraba al igual que el cielo. Mizuki y Mupi se preparaban para las prácticas, cuando en eso uno de los vigías se les acercó y alarmado les anunció:
—¡Se acerca el ejercito de plata!
El gran maestro se levantó sorprendido y miró a Mizuki preocupado, la chica se levantó y asintió ante la mirada de su maestro. El hechicero expresó:
—¡Gracias por el aviso!—y luego ordenó—Ve a decirle al general, la hechicera Mizuki y yo le informaremos al rey y los príncipes.
El joven soldado asintió y se fue al otro jardín del castillo, Mupi se dió vuelta pero antes de empezar a caminar sintió que a
Una semana después de la muerte de Druposqui; quien había sido sepultado, junto a sus padres y esposa. Silver le dijo a Llelican que el hechicero Mupi, había sido el responsable de la muerte de su padre, lo cual no era del todo mentira. Sin embargo, el cruel general convención al inocente chico que Mupi había asesinado a Drupsqui, aunque Llelican le creyó, la escena que vió minutos antes de que su padre muriera lo hacía dudar, aun así quizo tener una excusa para volverse mas fuerte y poderoso y derrotar a Mizuki, su auto nombrada rival y Mupi el asesino de su padre. A medida que pasaban los meses, Llelican se volvía mas fuerte y poderoso, aunque Silver lo hacía debilitarse tras algún flaqueo del chico, diciéndole que era una deshonra y que su padre estaría decepcionado de él. El joven hechcicero sent&iacu
La brisa otoñal impregnaba el ambiente e invadía todo el bosque con el cambio del color de las hojas. Tras la ultima batalla, no se había visto a Silver por las tierras del rey Misem y se podía disfrutar de una temporada de paz. Los habitantes del Castillo Dorado, continuaban sus actividades comunes, la hermosa princesa Celani seguía su enseñanza para el convertirse en la sucesora de su padre; el principe Esleider tenía la obligación de administrar los bienes del castillo, una tarea que le encantaba ya que aunque no era el legítimo heredero, pero eso no era algo que le interesara.El rey Misem había contraido una enfermedad que avanzaba con el paso del tiempo y los días, pero su fuerza era admirable y siempre que podía enseñaba algunas lecciones a su hija y compartía con todos su familia del castillo.&nbs
Mas allá del Castillo Dorado, oculto en los bosques del norte, otro castillo de ladrillos grises, se vislumbraba, sombrío en las noches y con un singular brillo en las mañanas y por esto era llamado El Castillo de Plata. Este castillo a diferencia del Castillo Dorado, no había sido habitado por reyes o reinas, si no por una poderosa generación de hechiceros.El jefe actual del Castillo, era un apuesto caballero proveniente de una poderos desendencia de hechicerosy noble familia, aquel poderoso hombre tenía por nombre Arón.Arón era un hombre alto, de contextura delgada pero fuerte, sus ojos negros expresaban confianza y su mirada era firme. El noble Arón había contraído matrimonio, con una mujer sumamente hermosa cuya familia tambien desendientes de hechiceros poseía además una buena cantidad de tierra. Incluidas las aledañas al Castillo de Plata.La esposa de Arón, tenía por nombre Amalia La Condesa de Trubell, región en la que habían vivido muchos años, era
El sol Comenzaba a pintar de verde intenso las hojas de los frondosos árboles que rodeaban la aldea y daban sombra al camino hacia el Castillo de Plata, en donde ya llevaban adelantadas sus labores del día.Mupi, se había levantado temprano, antes de irse, ayudó a su mamá a preparar las comidas, y al terminar, le dio un beso a su madre y se fue a su lugar de entrenamiento.En el Castillo de Plata, los sirvientes, mucamas y cocineros, cumplian con sus deberes, andando de un lado a otro. Druposqui, se levantaba temprano, para junto a su caballo Fausto, irse al lago a respirar y escapar de los maltratos de su hermano mayor, a veces pensando en sus padres se ponía a llorar.Aquella mañana, Druposqui salió como siempre hacia el lago, al llegar se acomodó en su lugar favorito, desde donde contemplaba con amplitud las brillantes y cristalinas aguas, Fausto se acostó junto a él y acariciando la crin de su caballo el chico contemplo el
Al bajar del Caballo, Druposqui sintió una poderosa energía, parecida a la que había sentido en el lago, mientas se colocaba frente a su caballo observó discretamente de un lado a otro, buscando la fuente de aquella energía mágica. Miro cada casa y notó la que estaba más alejada, se quedo observando aquella y a los tres miembros de aquella familia. De pronto la arpera y fuerte voz de Silver lo sobre saltó:—Buenos días, hemos venido por los impuestos mensuales, así que tengalos preparados, pasaré por cada casa del lado izquierdo y mi hermano, pasara del lado derecho.Una vez dicho esto Silver se movio junto con Sailer hacía su lado y Druposqui reaccionó llendo a su lado, cuando su hermano ya le llevaba dos casas de ventaja. Al pasar por cada casa noto que la persona que tenía la bolsa se la entregaba con manos temblorosa, pens&oacut
Comenzaba el amanecer, cuando Druposqui luego de acicalarse tomo a Fausto y se marchó al lago. Llegó al lugar de encuentro, pero Mupi aun no llegaba así que se sentó junto a Fausto, bajo la sombra frondosa de un gran abeto.Mupi, se levantó y vistió rápidamente, aún era temprano y sintió que su papá se encontraba en la cocina, pero el chico fue a la habitación principal, allí su mamá se encontraba recostada leyendo algunos papeles. El muchacho, se acerco al lugar le dio un beso en la mejilla y la mujer le expreso con una sincera sonrisa:—Deseo que te vaya muy bien mi pequeño.—Gracias mamá—Sonrió el chico.La puerta hizo un chirriante sonido al abrirse y Mupi vio que su papá entraba a la habitación con la bandeja del desayuno de su mamá, el joven fue a ayudarle y su Padre le saludó—Buen día Mupi, te prepare y empaque el desayuno con un extra para que coman los dos—Gracias papá—expresó Mupi,<
Druposqui y Mupi, ya tenía 17 años de edad, el joven conde por ser mas delgado era el mas alto de los dos, su amistad esa que había empezado hacia ya 5 años era fuerte, se apoyaban entre sí, y entrenaban juntos su magia. Mupi ya había logrado controlar casí todos sus poderes salvo el del fuego, pero su complexión había cambiado, sus ojos azules se habían puestos mas claros y su cabello aun mas acanelado, además del temor que compartía con su amigo Druposqui de que Silver descubriera aquella hermandad entre ellos, tenía un profundo miedo a perder a una de las personas más importantes en su vida, su madre, la hechicera Jazmín habia empeorado a través de los años y aun cuando su padre y él la habían cuidado intensivamen, era inevitable lo que pronto sucederíaEl invierno se despedí, dandole paso a la primavera con el renacimiento de las flores. Una noche un poco fría, Mupi soñó con su aldea consumida por vivas llamas de fuego, el parado en el medio del ardiente torrente, veía par
Druposqui, iba sobre Fausto reflexionando sobre la muerte, y recordando ese dolor que ya hacia muchos años que no sentí por perder a sus padres.Cuando el chico entró al jardín principal, vió a Silver discutir con Alex y alcanzo a oir que que le decía «Si no me dice donde está te arrepentirás» señalando al recien acendido capitán de cuadrilla. El joven capitan iba habia abierto la boca, pero se dio cuenta del chico y la cerro mirándolo con una expresión sería.Con el temor tensando sus músculos, Druposqui avanzó hacia ellos, pero Silver volteó y antes de llegar se aproximo a su hermano gritando con los ojos encendidos y llenos de furia:—¿¡Dónde rayos estabas, Druposqui!?—Solo salí a cabalgar—Respondió lo más tranquilo que pudo el chico.—Esos paseos duran tanto siempre— Druposqui encogió los hombros con indiferencia— Te recuerdo que ahora tienes mas obligaciones antes de que cumplas los 18 años o ¿es que ya no quieres asumir tu puesto, hermanito?—¡Ja!,