Mientras tanto en el pueblo, Mariana y Laura se divertían como locas; es que la joven había traído a la vida de todos ellos la frescura que necesitaban. Laura había olvidado lo bien que se sentía salir acompañada, cuando Jordan era más chico, y estaba en la casa, era quien la acompañaba y pasaban el día en el pueblo.
Así, tomadas del brazo, continuaron con su paseo por el pueblo.
Luego de hacer las compras y pasear un rato más volvieron a la casa. Mariana subió corriendo las escaleras llena de bolsas con las compras que había hecho. Una vez que las dejó en su habitación fue hacia el despacho de Jordan. Tocó tímidamente la puerta.
Se recostó a la puerta que había cerrado tras de sí. Su corazón parecía salirse de su pecho. Cada contacto físico con Jordan la dejaba exhausta y emocionada; algo le estaba ocurriendo, pero no sabía qué. De pronto casi cae de espaldas al abrirse abruptamente la puerta a la cual estaba recostada.
Laura tomó la bandeja y se la llevó a Jordan.
Vio que Jordan realmente no se había dado cuenta de lo que estaba generando el Mariana, pero lo peor no era eso sino que no se había dado cuenta lo que ella generaba en él. Así que mejor decidió callarse y dejar que las cosas fluyeran. Sonrió y se retiró sin darle más explicaciones.
Las horas siguieron pasando, la noche ya era cerrada. Jordan trataba de ponerse al día con todo lo atrasado, pero Lucía, su secretaria, había tenido que ausentarse y era mucho trabajo para él solo. En un momento levantó la cabeza de su trabajo y miró hacia la puerta que acababa de abrirse, allí estaba de pie Mariana, sin decir ni una palabra, solo lo observaba. Así estuvieron unos segundos, que parecieron horas.
Él quedó sumamente consternado por la situación, pues no la entendía para nada. Cerró su laptop, apagó las luces del estudio y bajó las escaleras.
El aroma de la comida era exquisito, hacía tiempo que no le sentía tan intenso. Al llegar al comedor se encontró con una mesa perfectamente puesta y Mariana de pie junto a ella.
La cena estuvo tranquila, conversaron mucho, hicieron planes para la próxima semana. Rieron, como era costumbre cuando estaban juntos.
Luego de cenar se fueron a sentar al sillón frente a la gran estufa a leña, que estaba prendida a todo su esplendor. Y allí siguieron con su charla amena.
Él iba a levantarse del sillón y ella le tomó la mano. Se miraron fijamente, él acarició el rostro y apartó el cabello de su frente.
Él quiso parase para alejarse, pero no pudo. La miró nuevamente, tomo su rostro con ambas manos y le besó intensamente, tan intensamente que pareció interminable. Puso, no solo sus labios, sino su corazón en ese beso. Se separó unos instantes, la miró profundamente y volvió a besarla como si no lo hubiera hecho ya. Sus labios se fundieron en uno, sus cuerpos se estremecieron al punto de temblar, aquello no estaba bien, pero se sentía tan bien. Por un momento olvidaron las tragedias, las diferencias de edad, que hacía nada que se conocían, en aquel momento solo estaban ellos dos haciendo lo que más deseaban; comerse a besos. Ella le abrazaba con tanta fiereza que era imposible despegarse, él recorría con sus manos todo su cuerpo. Besaba, sus labios, su cuello, su frente, sus ojos. Hacía mucho tiempo que no se sentía así, o tal vez nunca lo había hecho. La deseaba con locura. Cuando tomó conciencia de eso se apartó con horror.
Esto no puede ser, tú tienes que conocer a un chico de tu edad, tener tus primeras experiencias con él. Yo no soy bueno para ti – ella se lanzó sobre él y le besó con tal pasión que le estremeció. La miró profundamente, la tomó en sus brazos y la llevó a su habitación, la puso sobre la cama y luego de besarle cada célula de su cuerpo le hizo el amor durante toda la noche, casi sin parar. La fusión era perfecta, sus cuerpos parecían estar hechos el uno para el otro, no sobraba ni faltaba medio centímetro de piel. Eran perfectos. Los sorprendió el amanecer, desnudos, uno en brazos del otro. Ella al despertar vio como él la observaba. Buenos días, mi amor – dijo Jordan con una amplia sonrisa Buenos días. ¿A qué no te parece una mala idea ahora? – &nbs
Ya un poco más relajados, él volvió a su silla y comieron, casi devoraron, allí comprendieron que no solo de amor vive el hombre.¿En qué piensas? – preguntó JordanEn que hay muchas cosas que no sé de ti –Pregunta que responderé con la verdad aunque sepa que tal vez no te guste. -¿Lo prometes? –Por supuesto que sí –Bien, ¿Cuál es tu segundo nombre?Pues fíjate que curioso, no tengo segundo nombre ni segundo apellido –¡Ah!, bueno ¿Cuál es tu edad?La suficiente – y rióDijiste que no me mentiríasOcultar no es mentir – volvió a reírNo seas tramposo, ocultar es una forma de mentir, más cuando te he hecho una pregunta directa –De acuerdo, me ganaste, tengo 28 a&
La experiencia en La Villa, había sido muy extraña para Jordan, algo estaba cambiando en Mariana, pero ella no se daba cuenta y él no sabía explicarlo. Era algo a nivel físico que, por ahora, no afectaba su psiquis; o al menos eso era lo que parecía. Y aunque quería ignorarlo o pasarlo por algo no podía y le estaba carcomiendo el cerebro. Para su suerte, Mariana comenzaría con los exámenes físicos al día siguiente.Ya se encontraban en la casa.Marina, cariño, ¿Qué paso en el hotel? – Mariana lo miro desconcertada¿Cómo que paso, Jordan?, creí qué nos habíamos divertido - él la abrazoClaro que nos divertimos y fue maravilloso, bueno siempre es maravilloso estar contigo. No me refiero a eso, me refiero a que estabas un poco más fuerte que de costumbre – ella sonrió
Mientras Jordan y Mariana dejaban las instalaciones, Teresa llamaba a la sala médica a Elda.¿Qué tienes para mí, Teresa?-Pasa a la sala de rayos a que veamos lo que salió de la máquina. – entraron en la sala y le mostró una cantidad de imágenes tomadas al cerebro de Mariana. – mira, estas son las imágenes que se tomaron cuando recién ingreso, como verás es totalmente normal, pero luego, algo paso, no sé qué fue, pero su cerebro empezó a funcionar a un ritmo elevadamente inquietante, pero de golpe paro y la actividad, si bien esta fuera de lo normal, bajó considerablemente sus picos.No te entiendo, explícamelo en español por favor. –Esta chica tiene la capacidad de calmarse a sí misma con una velocidad inimaginable y; tengo que hacerle más pruebas; creo que tiene memo
Desde aquella conversación no habían vuelto a tocar el tema, Mariana no parecía estar muy apurada por enterarse lo que Jordan tenía para decirle, es que en realidad no sabía si iba a gustarle lo que escuchara, así que decidió dejarle esa responsabilidad a él. Habían pasado unos días desde que le hicieran los exámenes físicos a Mariana y había comenzado ya su entrenamiento. Hoy le tocaba tiro. Jordan estaba en la ducha, pues recién se despegaba de la cama, cuando Mariana interrumpió en el baño, le abrió la puerta de la mampara y le dijo:No demores que hoy es mi gran día.-¿Gran día? - preguntó él mientras yacía totalmente enjabonado. –S&iacut
Por un rato pudieron evitar la conversación, pero ambos sabían que era inevitable. Así que luego de comer, acomodaron cada uno en una punta del sillón, de frente para poder conversar. Es que no sé por dónde empezar.- ¿Por qué no haces como todo el mundo y comienzas por el principio? - trató de darle un tono jocoso al asunto, él hizo una mueca y prosiguió Tienes razón. – hizo una breve pausa – El Complejo es una agencia del gobierno no militar, aunque sí militarizada, ¿se entiende? Perfectamente, quiere decir que no son militares pero manejan armamento, inteligencia y tácticas de combate como si lo fueran. – él sonrió satisfecho Exacto, el asunto es que también tiene un departamento médico, mucho más grande y complejo del que viste, y hacen allí todo tipo de experimentos con tecnología aplicada a la biología… Una manera simpática de decir que experimentan con humanos y tecnología.- la cosa se empezaba a poner seri
Las horas transcurrieron sin sobresaltos, pero a Jordan le pareció una eternidad, ya no soportaba estar en su habitación, pero soportar la mirada de Laura no era una opción. Sabía que iría al pueblo, pues Juan tenía cita con el dentista, y era algo que no cancelaría por ningún motivo. Espero pacientemente a que ocurriera su partida. Cuando eso ocurrió, bajo las escaleras, cruzó la amplia sala y salió al porche. Allí había una banca, una banca que ocupaba con su madre por las tardes de verano cuando estaban allí, esa banca era una de las pocas cosas que lo conectaban con su pasado, él había hecho remodelar toda la casa, pero la banca se mantuvo intacta. ¿Porque estaba allí?, porque era el único sitio que lo tranquilizaba, que lo dejaba pensar, que calmaba su ansiedad; y en aquel momento necesitaba más que nunca encontrar la paz. De pronto el d&ia
Tal y como lo habían planeado, Jordan y Mariana se marcharon rumbo a la cabaña del bosque de Carlos. Era en un lugar apartado de la campiña, a unos 6 kilómetros del poblado más cercano, junto a un lago maravillosamente hermoso. Allí tenían planeado pasar unos cuantos días, para poder despejar sus mentes, pero sobre todo para poder conversar de todo lo sucedido, sin interrupciones ni presiones de ningún tipo. Necesitaban poner las cosas en claro, en perspectiva. Sabían, ambos, que habrían cambios, muchos cambios, por ello tenían que ponerse de acuerdo de cómo afrontarlos. Mariana, si bien estaba abrumada por todo lo acontecido, también estaba feliz, pues pasaría unos días en una cabaña con un entorno de película y con el hombre que amaba. Ella había visto a German e Isabel muy enamorados, pero cre