Capítulo 9

El exceso de sinceridad, en muchas ocasiones no es bueno, al final, también es criticado y poco soportado.

La casa de Ariano, era una mansión enorme de máxima seguridad y con los grandes lujos. Aparcamos la camioneta en todo el frente, nos aseguramos que las chicas llegaran después de nosotros. La situación aparentemente estaba normal, no se veía por ningún lado ninguna amenaza, pero por alguna razón tampoco estaban Marcos, ni Ricardo.

—Llama a esos idiotas por teléfono, no se ven por ningún lago —sugirió Joss.

Las chicas se acercaron hasta nosotros, se veían relajadas. Al parecer ellas no se sentían incómodas con la situación.

—¿Nos abrirán? ¿De qué forma entraremos a la mansión? —preguntó Miriam.

Por el intercomunicador de la enorm

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP