Capítulo 125

Paloma, esperaba con ansias poder liberarse del yeso que tenía por semanas en su brazo, sentía temor de mover su extremidad debía acudir a terapia. Aprovechó que estaba en el hospital para visitar a su novio.

Lourdes la acompañó, al ver a Diego, en ese estado de inconsciencia sintió mucho pesar por él, y por su hija.  Aquel hombre era quien le había inyectado a Paloma esperanza, fuerza, valentía, y no era justo que su amor terminara de manera trágica. Los ojos de Lourdes, se llenaron de lágrimas, tomó la mano del doctor Serrano.

— Recupérate pronto yo deseo verte casado con mi hija—. Paloma esbozó una ligera sonrisa, enseguida Lourdes, salió para dejarlos solos.

Paloma de nuevo se deshizo en llanto al verlo ahí.

—¿Cuándo vas a desper

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